Estoy acá, acostada en el asiento trasero de la camioneta.
Observando mi horrible perfil en el reflejo de la ventana.
Afuera llueve,
las gotas no paran de deslizarse en el cristal,
provocando en mí una nostalgia que me estremece poco a poco.
Pensamientos que frustran,
los mismos, no tienen sentido pero son tan puros que me llegan a volver loca.
Afectando mi cordura.
Todavía sigo oyendo esa voz a donde quiera que vaya,
con ese mismo ritmo frívolo de palabras,
por cada intento fallido de vivir, un "no" me respondía.Esa voz inquietante y maliciosa.
Divina pero devastadora que distorsionada cada uno de mis recuerdos.
Recuerdos que ya no me pertenecen.De repente el camino se ilumina con un sol resplandeciente,
dejando atrás todo rastro de lluvia.
Era un sol que hacía vida,
de esos que te dejan encandilan y te transmiten energía.
Una triste y fúnebre canción empezó a escucharse en la radio, torciendo todo a mi alrededor.
Bastó un simple suspiro para que todo se tornara sólido y tenue,
la lluvia volvió a aparecer.
Así como esos ataques de depresión volvían cuando creía estar en lo más alto de la cima.
Como si la vida me recordara que sin ella yo ya no podía ser feliz.
Como si la vida me recordara lo vacía que podía estar una persona sin la compañía de otra.Los intervalos entre el sol y la lluvia eran incalculables,
primero eran pájaros cantando las melodías más hermosas que nunca había escuchado.
Y de repente, algo rompía toda esa tranquilidad,
todo se volvía un incendio aniquilador en el bosque de mis temores,
para luego transformarse en un grupo de mariposas revoloteando por todos los lados,
llenando de color todo el ambiente que antes era oscuro y sombrío.
Pero volvía, el color negro y espantoso volvía a inundar todo ese cielo de azul claro, y esa voz.Sin pedirlo ni quererlo la camioneta se movió precipitadamente sobre la ruta,
y un salvaje golpe me partió en mil pedazos.
Casi, como estaba mi alma.
Las letras del celular se confundían con la sangre en el suelo, la cual era abundante,
todo señalaba que hasta acá había llegado el viaje.
Sentí escalofrío y miedo.
Pérdida.
Nuevamente.
Fría.
Rota.
Vacía.
La voz se colocó como vencedora y el viaje acabó.@ ___agustinag
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RINCONES DEL ALMA
PoetryHay días que siempre marcan un antes y un después en una historia. En este caso, se trata de un día sombrío. Un día que te hiela a sangre y te deja estancado un ¿por qué? que ahorca. Todo iba bien hasta que un caos perfecto se empezó a formar. T...