Una semana y media había pasado desde que entraron en cuarentena.
Los latinos que se encontraban en la casa de su padre tenían un mini karaoke, en el cual se entretenían.
España no les decía nada por el ruido, si esa era una manera de entretenerlos sin que rompan nada o se peleen los dejaría.Pero, él no se encontraba con ellos, el se encontraba en el balcón del segundo piso de la casa, pensando o más bien, recordando...
El era un pequeño niño, un niño pequeño que no sabía lo que era la maldad, que pensaba que todo el mundo vivía feliz y no tenían problemas de que preocuparse.
Era normal pensar en aquello si es que pasaste prácticamente toda tu vida encerrado en un castillo en el que apenas podías asomarte por la puerta.Y así ese niño fue creciendo hasta convertirse en un "adolescente", alto, fuerte, amable y carismático.
Un día de 1521 su padre, Imperio Español, llegó con un niño, un niño pequeño que no aparentaba más de 5 años.
Ese pequeño niño estaba forcejeando con el imperio, puesto que lo llevaba a la fuerza por el castillo.— ¡Amo! ¡Momakixtilia! — gritaba el niño — ¡Momakixtilia nimitztlatlautia! —
— Callaos crío — fue lo que respondió el mayor
El joven España se acercó a ver qué era lo que estaba ocurriendo y quedó estático al ver a su padre y a aquel niño, golpeado.
El imperio notó la presencia de su hijo, así que le ordenó que fuera a con el.— España, hijo mío... — sonrió el mayor — Os presento a Nueva España —
Tomó al niño y lo obligó a pararse delante de España. Este mismo quedó horrorizado al ver cómo su padre lo trataba.
— Ahora tú te harás cargo de él, le enseñareis el idioma, la religión y a comportarse como una persona normal —
España tomó la mano del niño, el cual reaccionó con miedo y volvió a intentar safarse al mismo tiempo que volvía a gritar, pidiendo que alguien lo auxiliara.
— No, no, no, no te haré daño — habló suavemente el joven español — Tranquilo... —
Tomó la mano del niño y la acarició suavemente, tratando de darle confianza para poder llevárselo y alejarlo de su padre.
No le daba buena espina que un día su padre llegara a casa con un niño el cual este herido y con un poco de sangre en su rostro.— ¿Realmente tenías que haber sido tan cruel con ellos?... — preguntó España al aire.
Dirigió su vista hacia el cielo, intentando buscar respuestas, las cuales no llegaron.
España cuidaba al niño, puesto que eran órdenes de su padre las cuales no podía desobedecer.
— Papá... — llamó el niño
— ¿Papá?... —
El español estaba confundido, ¿ese niño lo había llamado "papá"?
— Papá, quiero salir... — pidió
Si, ese niño lo estaba llamando papá pero, ¿por qué?
España rió ante ese recuerdo, la primera vez que México lo llamó papá, a pesar de no serlo.
— ¿Salir? — preguntó el mayor. El menor asintió — Sabéis que no podemos salir Nueva España —
El menor solo volteó al suelo y asintió nuevamente; España tomó al niño y lo levanto del suelo.
— Pero os puedo contar historias — habló alegremente. El pequeño lo volteó a ver, sonrió y asintió felizmente — ¡Pues vamos! —

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Cuarentena en España
Historia CortaLa cuarentena atrapó a algunos de los hijos de España en su país, haciendo imposible su regreso a cada uno de sus respectivos territorios; teniendo que quedarse obligatoriamente en casa de su padre. ¿Cómo se la pasarán en casa de España? ¿Podrá mant...