Interludio 1

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El campo de batalla estaba intacto, salvo por aquél que dejó de ser parte de él. El jugador eliminado se llamaba Steven, uno de los mejores jugadores después de Xelier, famoso por tener la pistola ametralladora TEC-9, que tiene velocidad y buena puntería, pero no de gran impacto para el oponente; primero que él, se encuentran los jugadores que tienen una Minigum en su inventario, no son muchos, pero cuentan con una gran ventaja. Sin embargo, la Minugum es demasiado pesada, lo que hace que el dueño esté sólo en un lugar por falta de movimiento y que pierda un poco su oportunidad.

Steve, el jugador eliminado, desapareció con pequeñas luces, como vidrios en forma rectangular, desplazándose hacia arriba, de manera que llamó la atención de los demás integrantes. Todos regresaron a ver al vacío. No encontraron nada.

Obviamente fue un tiro a larga distancia-pensó uno.

Miraron a ver si se encontraba un francotirador cerca, pero lo que encontraron fue nada más que tierra en las montañas secas. Pero aunque no vieron nada, se ocultaron entre las rocas hasta "ocultarse perfectamente". Así, quien sea que haya disparado, no tendrá oportunidad para disparar de nuevo.

Pero uno se quedó allí. Mirando 45º hacia arriba, hacia el vacío. Sólo había tierra seca y un montón de escombros, una sonrisa malvada y radiante sobrevoló su rostro haciendo que pareciera satisfecho que su compañero haya desaparecido. Después de dar su pequeña sonrisa de un lado de la cara, el sujeto de la capa movió su mano derecha suavemente, como haciendo una advertencia de que algo va a pasar mientras sus dientes seguían persuadiendo el rostro. Agarró el manto que cubría su cuerpo entero, éste se arrugó un poco, y apretó los dientes antes de quitarse la capa del color de la noche de un segundo a otro. Cuando apartó aquel saco que no permintía ver su cuerpo a un lado, éste también desapareció como Steven antes de tocar el suelo, en pequeñas figuras triangulares.

Lo que antes era un simple hombre, sin arma, y sólo con un capa, se convirtió en un segundo el terror más grande que ha tenido el grupo del que formaba parte Lisa. Debajo de lo que era antes un manto, ahora es alguien que los podría derrotar sin moverse siquiera. Aquél sujeto de la Minigum, sosteniéndola con ambas manos por lo pesada que era, se llamaba Rolex. Su nombre aparecía debajo de su HP de color verde. Musculoso y fuerte. Lo más probable sería que perdieran, ya que él estaba apuntando a Lisa, la francotiradora de hielo. Su arma era una simple Sniper Rifle L115A3, en pocas palabras, un rifle de los más comunes. Lisa era quien sostenía a su grupo, no era la líder, pero ella era quien dirigía las evasiones con mayor rapidez que lo demás, y eso le daba ventaja.

Lisa, al ver por medio de su rifle que Rolex le apuntaba a ella, supo que no tendría compasión. No podía ver la trayectoria de la bala, eran los primeros disparos que iba a dar el sujeto de la Minigum. Lisa apretó los dientes y habló a solas por medio de su audífono.

-Rolex me vio. Repito, Rolex me vio.

-¡¿QUÉ?! ¡No pudo haberte visto! ¡Fue tu primer disparo, no puede ver la trayectoria!

-No sé cómo lo hizo, pero necesito cambiar de posición.

Lisa no esperó una respuesta, se movió hacia la izquierda rápidamente antes de que pequeñas rocas cayeran sobre su cuerpo. Enseguida se levantó y corrió en otra dirección, en la dirección que podría salvar su vida. Mientras bajaba la colina en dirección a Rolex pudo divisar a su equipo, ocultándose se las diversas balas que chocaban contra la piedra que les cubría. Algunos salieron de sus lugares intentando disparar antes de que una de las balas les alcanzara, pero cuando apuntaban ya era demasiado tarde. Podía ver que su "equipo" estaba trabajando muy duro, porque alcanzaron la mediocridad.

-Cobardes...-No pudo evitar susurrar.- Al menos me dan tiempo para encontrar una posición.

Luego de eso se dio cuenta de que había hablado en voz alta, y que tal vez el jefe la habría escuchado, pero él no mencionó nada al respecto. Al parecer estaba ocupado en su deber.

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