Don't express emotions

No rías

Adrian es un chico inexpresivo.
Adrian es muy frío.
Adrian no tiene amigos.
Adrian odia a todos.

Esos son los apuntes de su libreta, como nadie se le acercaba a hablarle era alguien solitario y callado, se dedicaba a imaginar formas de como torturar a sus compañeros los cuales siempre le dan la espalda.

Un día como cualquier otro se levanta de su pupitre para ir al baño, ahí mismo se puede escuchar el timbre de receso y en el baño se escucharon risas de algunos de los estudiantes de cursos altos dispuestos a molestarlo.

— Miren quien tenemos aqui, al aburrido niño ermitaño. Estos empiezan a reír y a burlarse en cambio el menor no expresa nada. — ¡Vamos por lo menos ríe fue un buen chiste! Solo se puede escuchar la voz baja del chico entre el silencio del baño.

— El día que llegue a reír será el día de tu muerte. Dijo sin más y se dispone a irse pero es detenido por los amigos del mayor.

— ¿Acaso sabes con quién te estás metiendo? Dijo en un tono molesto.

— Si, con un inútil cabeza hueca de último grado.

El mayor se molestó bastante e hizo que los demás lo agarraran de los brazos para darle un puñetazo en el estómago haciendo que el menor pierda el aire, luego lo sueltan contra el suelo de manera brusca y el mayor apoya su pie sobre la cabeza del menor.

— Espero que eso te ponga en su sitio, inútil. Lo pateó y el menor no se movió, los grandes abandonan el lugar, el chico se levanta y se limpia mirando al espejo.

— Solo son escoria en el mundo. Dijo el chico y luego volvió a clases, todo normal.

Durante clases el menor solo se la pasaba sumergido en su esquina con un cuaderno en manos, aquí toma nota de lo que le pasó, luego de varias horas es hora de salida y se dirige a su casa. Al cruzar la calle para llegar ahí mismo vio a un niño caerse en la calle por lo cual se contiene para no reír, segundos después el niño es arrollado por un camión y la sangre le salpica al menor, este solo se limpia un poco la cara y entra a su casa sin darle importancia a lo que acaba de pasar, ahí vio a su madre preparando el almuerzo picando algo.

— llegué

— Ujum.. cuando está mira a la dirección hacia el menor y verlo cubierto de sangre empuña en cuchillo. — ¡ERES UN ASESINO!

— acabo d-. El menor sintió como su cuello era atravesado por el cuchillo que tenía su madre, esta lo decapita guarda en cuerpo, limpia el desastre de la sangre para luego picar el cadáver en pedazos pequeños, cocinarlos junto a lo que cocinaba y luego darle de comer a vagabundos y a sí misma.