Adrian se encontraba en su casa jugando con su mascota la cual era un gato llamado Manchas, le tenía gran aprecio a animal, le alimenta y juega con este todo los días, todo como cualquier niño, hasta el día que su madre toma al animal y lo tira a la calle ya que este al ser un animal peludo dejaba muchos pelos por todos lados, el menor se entristeció y dejo notarlo, su madre le da una bofetada.
— No seas llorón solo es un estúpido animal. Con la fuerza que le dió la bofetada hizo que mirara hacia otra dirección, el menor solo le toca la mejilla y sale un rato.
Mientras caminaba arrastrando los pies cáliz bajo y llega a ver a su gato rodeado de varios niños y estos lo estaban pateando, pisoteando, maltratando y etcétera. El menor corre hacia su mascota pero ya era muy tarde como para hacer algo, habían matado el gato y al ser patadas y golpes le rompieron la columna, lograron dañar varios órganos vitales y luego morir de una manera dolorosa, el niño toma al animal en brazos para ir a su casa y enterrarlo en el patio, se quedó un rato mirando dónde enterró al animal que era un sitio en el cual pasaba gran parte del día, mientras caminaba hacia casa unos chicos lo molestaron.
— Miren, al psicópata que enterró a un gato en su jardín. Dijo burlándose y el menor los mira, por su pálida piel corrían las lágrimas al recordar la muerte de su preciada mascota, lo extraño era que salían lágrimas de sus ojos pero sus ojos estaban muertos y no emitía ningún sonido, al igual que su rostro no expresaba nada. Los grandes se burlan aún más llegando al punto de agredirlo.
— Si tanto querías a ese animal, porque no morir igual?
El menor estaba tirado en el suelo hecho bolita, los grandes lo empiezan a patear y a darle golpes con una rama gruesa que encontraron, se escuchó un sonido parecido al de un disparo pero fue el sonido de cuando una patada rompió su espalda, intenta escapar pero a pisadas le rompen las manos desfigurando sus dedos, ya no tenía forma alguna de escaparse y aplastaron su caja torácica después de tantos golpes, y luego con la cabeza, había un charco gigante de sangre y partes de su cerebro pegadas a las ramas, estos soltaron una risa burlona y metieron el cuerpo en una funda negra de un tamaño considerable y lo tiraron a un espacio plano y ahí los buitres se encargaron de deshacerse del cuerpo.
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Don't express emotions
Short Story×Cada capitulo no necesita un orden para leerlo× «Adrian, un chico diferentes a todos maltratado por su madre la cual es soltera e ignorado por todo su instituto. Es diferente a todos por su forma de ser, no sonríe, no llora, no se molesta, no se so...