Adrian se preparaba como siempre para ir a su instituto haga que en un momento tiene un fuerte dolor de cabeza, uno insoportable que le hace perder el equilibrio haciendo que caiga sentado en el piso, no sabía lo que pasaba y tampoco sabía qué hacer, solo decidió quedarse en silencio e ir como costumbre, al llegar a su aula todos estaban hablando y el dolor de cabeza solo empeora, escucha más voces repitiendo lo que escucha y cada vez más fuerte, en un momento baja la cabeza sin aguantar más pero era incapaz de expresar algo, tenía ganas de llorar, tenía ganas de huir, ya no lo soportaba hasta el momento que llega a sofocarse sin poder respirar, se levanta de su pupitre y sale del salón sin autorización del profesor.
— ¡Oye! Necesitas un permiso para salir.
Ni caso le hizo y el profesor decidió no darle importancia al asunto ya que era un sustituto. En los pasillos del instituto se encontraba Adrian tambaleándose de un lado a otro tratando de mantener la cabeza en alto, llega a la enfermería y ahí lo atienden, se queda en total silencio hasta que se calma un poco y llaman a su madre para que lo recoja. Luego de algunos minutos lo recoje y se monta en el vehículo.
— Causas demaciados problemas, deja de estar fingiendo que te duele esto o aquello.
— Pero mamá...
— ¡Cállate que no te soporto!
Adrian no responde y sale del vehículo aunque esté en movimiento cayéndose y perdiendo el conocimientos, ahí su madre rápidamente frena el vehículo y lo recoje.
— Inútil... Dice la madre con un tono molesto y le mete al vehículo para llegar a casa, al llegar lo deja en su habitación y se pone a cocinar el almuerzo.
Luego de un rato el menor se despierta para ir a comer, ahí su madre lo regaña por lo que hizo y este solo la ignora lo cual la hace molestar y le pega una fuerte bofetada de parte de la madre al menor, este no responde y vuelve a su habitación.
— Sí vas a ser tan mierda conmigo para qué te pusiste a estar de caliente con un hombre que te dió la espalda.
Fue lo único que dijo antes de cerrar la puerta de su cuarto, ahí su madre entró ya que tenía la llave y lo tomo de la camisa.
— ¡Tú deja de ser tan imbécil! Lo tiró contra el suelo de manera brusca y ahí Adrian pierde el conocimiento, luego de varias horas se vuelve a despertar y va a la cocina, toma uno de los cuchillos más afilados y espera a que se haga de noche.
A media noche el menor entró a la habitación de la madre mientras dormía, empuño el cuchillo con fuerza y comenzó a enterrarselo por todo el tórax y abdomen siendo alrededor de 45 apuñaladas, ya estaba a punto de perder el conocimiento la madre cuando saca un revolver.
— Adiós, ramera. Fue lo último que dijo el niño para soltar el cuchillo en el suelo.
— Te veo en el infierno. Jala el gatillo del revolver y el disparo da justo en la cabeza del menor.
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Don't express emotions
Short Story×Cada capitulo no necesita un orden para leerlo× «Adrian, un chico diferentes a todos maltratado por su madre la cual es soltera e ignorado por todo su instituto. Es diferente a todos por su forma de ser, no sonríe, no llora, no se molesta, no se so...