Old nicknames

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- Es algo bobo que no quieran fotografiarnos a ambos en un mismo lugar para que... que la gente no se alborote, ya sabes, la gente que quiere volver a vernos...  -no pudo decir la palabra "juntos" por motivos que desconocía, quizás aquellas cervezas y otras cosas le habían borrado la palabra de la cabeza. 

- Oh -ella se puso un poco de su cabello castaño claro tras la oreja con delicadeza mientras lo miraba con una sonrisa, ahí estaba, sonriéndole a él y solo a él mientras ambos veían como todos, ya medios borrachos, se tomaban fotos, muchas de las cuales irían a parar a redes sociales varias- me di cuenta cuando nos vimos ese día en Nueva York, ¿Recuerdas? -añadió llamando su atención nuevamente con su voz divertida. 

- Claro -concedió suavemente. 

- No te preocupes, Al 

Al, hace tanto tiempo que no lo llamaba así. 

- No es algo que no me deje dormir -bromeó intentando recuperar su confianza. 

- Eso es bueno -ella bebió un sorbo de su vaso y lo miró por un buen rato mientras él intentaba hacerse el desentendido pero no lo lograba, esa mirada azul lo calaba hasta los huesos tal y como la lluvia a un despistado que no lleva paraguas- Entonces, repetiré la pregunta debido a que tu anterior respuesta me pareció vaga. ¿Cómo estás? 

Algunas veces le parecía que ella seguía siendo solo la entrevistadora y él... bueno, él un tarado. 

- Genial -repitió y se dio cuenta de su error- Es decir... ya sabes... bien -ahora estaba balbuceando, tenía ganas de golpearse a sí mismo- Ahora que terminó la última gira AM pretendo descansar y todo está... simplemente bien -carraspeó.

Si Alexa no lo conociera, podría decir que estaba horrendamente nervioso, pero no quería pensar en ello ¿Por qué Alex estaría nervioso? ¿Y por qué con ella? Luego de tanto tiempo, tantas cosas y tanto... dolor. 

- Me parece... bien -intentó ofrecerle una de sus características sonrisas confiadas y dulces pero nada salió, solo una mueca muy fingida, el haber pensado en esas cosas por un breve momento la habían hecho sentir un poco mareada, y aquello no tenía nada que ver con lo que estaba bebiendo.

- Mira, tengo que irme -Alex se dio por vencido, estaba haciendo el ridículo y no estaba consiguiendo nada más que eso.

Si tan solo pudiera volver a conseguir que Alexa lo mirara como antes, riera como antes, confiara en él como antes... bueno, ahora parecía un imbécil nostálgico que se queda estancado en un pasado mejor. 

Alexa lo estaba mirando. 

- Oh, está bien... ¿Estás bien verdad? 

- Lex, lo has preguntado tres veces en lo que va de la noche. 

Lex, hace tanto tiempo que no la llamaba así. 

- Solo me preocupo -musitó sintiéndose vagamente ofendida ¿Acaso quería irse por su culpa? ¿Por qué justo Alex querría abandonar una fiesta con sus amigos después de hablar con ella?

A lo mejor ambos se estaban haciendo sentir enfermos mutuamente y ella también debía largarse al demonio, es decir, a su hogar, a dormir un poco escuchando algo de música. 

Lo escuchó murmurar un "esta fiesta no tiene ni siquiera sentido" e intentó hacer como si aquello no hubiera llegado a sus oídos. Aquel Alex que tenía al lado había comenzado a actuar como el Alex que ella conoció, ese muchacho que disfrutaba más de leer un libro en casa que de celebrar, ese tonto de cabello largo que tenía que ser arrastrado de un brazo por ella a todos los eventos porque de otro modo no hubiera asistido voluntariamente. 

Para ese Alex, todas las fiestas no tenían sentido. 

Y ahora a este Alex le parecía, después de tanto tiempo embriagado en fiestas y más fiestas, que nada tenía sentido nuevamente. 

- Ok... Buenas noches, Alexa -besó su mejilla y el lugar en donde sus labios cayeron quedó marcado como con fuego. La modelo intentó no sonrojarse y en la oscuridad del bar eso le pareció algo estúpido. 

Los colores fueron a su cara y se sintió como su yo de antes, siempre que estaba con Alex, siempre que intentaban hablarse, volvían al pasado inevitablemente como si se quisieran quedar ahí.

- Te cuidas, Al... Alex -le acarició la espalda y con su vaso de licor en mano se fue a ver a sus amigos, notando con claridad cómo el cantante se escabullía por entre la gente y ni siquiera se dignaba a notificar a los demás de su retirada. 

Uno de sus amigos la agarró de un brazo con suavidad y Zackery les tomó una fotografía.

- ¿Qué pasa hoy, reina Chung? -preguntó el muchacho.

- Hm... -no supo qué decir, solo dejó su vaso en la mesa y se retiró. 

A la mañana siguiente tendría que dar muchas explicaciones por las tonterías que hacía. 

Alex había encendido un cigarrillo luego de cinco minutos de una desesperante espera por un taxi, un solo jodido taxi que apareciera en la avenida le salvaría de aquella noche tan desastrosa y lo único que veía era que todas las pistas estaban totalmente vacías. 

Eran solo las tres de la mañana, ¿Por qué diablos no habían taxis recogiendo borrachos a esas horas? 

- Llévame a casa, ¿Quieres? - una voz se coló por entre sus pensamientos y por un momento pareció como si fuera un mero truco, una ilusión auditiva. 

Se volteó de todos modos con una ceja alzada, esperando encontrarse con el vacío y su soledad jugándole un truco, y se encontró con ella, con ella y un cigarrillo en sus labios sonrientes. 

- Yo no tengo aut... -boqueó y Alexa alzó su mano para apuntar a un vehículo amarillo que pasó a velocidad regular tras Alex sin que él lo notificara hasta ese momento en el que lo vio pasar de largo con la boca abierta.

- ¡Has perdido el taxi! -exclamó ella riendo ante la cara de fastidio que comenzaba a formarse en la cara del cantante. 

- No es gracioso, ¡He estado aquí como... años! -exclamó de vuelta, lanzando el cigarrillo ya finalizado al suelo. 

- Nunca dejaste de usar hipérboles ¿No? -la ojiazul se acercó y le hizo compañía.

Esperar un maldito taxi en esa avenida solitaria nunca fue tan confortable como en ese momento. 

Just some loverDonde viven las historias. Descúbrelo ahora