Dolor y Reencuentro

Capítulo 8

Midna se despertó a causa de la inesperada luminosidad, miró a su alrededor confundida, dándose cuenta de que estaba en medio del bosque y recordando lo sucedido el día anterior buscó con la mirada a Raziel pero no lo vio por ningún lado –Raziel –lo llamó un poco preocupada –tranquila, estoy aquí –respondió él mientras salía de entre unos arbustos –estaba buscando comida para tí –dijo señalando una pequeña montaña de bayas rojas que estaban cerca de la chica –no te preocupes, no son venenosas –añadió –oh, gracias –contestó ella mientras las comía, de pronto se detuvo y miró a su amigo –¿Tú ya comiste? –le preguntó –sí, atrapé algo poco antes –dijo el gato –bueno en cuanto termines de comer iremos a buscar a Link –Midna asintió con entusiasmo, se encontraban en el bosque de Farone antes de llegar al Templo del Bosque, así que la chica sabía que tenían que dirigirse hacia la fuente de Farone, –¿Sabes hacia donde vamos? –le preguntó Raziel, quien caminaba delante de ella –Sí, he recorrido estos bosques muchas veces y los conozco bastante bien –respondió la chica con seguridad –en ése caso... –el gato se giró hacia su amiga, Midna se agachó y él saltó a sus brazos, –estas preocupada –no era una pregunta sino una afirmación –la verdad sí –admitió la princesa –y sí Link ya se olvidó de mí –el felino le tocó la cara con su pata para luego cerrar los ojos –no, él no te ha olvidado –afirmó mirándola a los ojos –ni siquiera ha conseguido reemplazar te –añadió –acaba de pasar por un mal momento –informó –por lo que podría estar un poco más sensible de lo normal –agregó con ligereza –¿Cómo lo sabes? –preguntó ella con curiosidad –puedo saber lo que pasa con determinadas personas –respondió Raziel –así que no te preocupes, él se pondrá muy feliz de verte –afirmó él con rotundidad mientras se acomodaba alrededor del cuello de Midna como una bufanda peluda, la chica lo acarició mientras reanudaban la marcha –¿Te puedes volver a transformar en humano? –le preguntó después de unos momentos en silencio –sí, aún conservó todos mis poderes ¿Por qué? –preguntó él a su vez –porque tú tendrás que explicarle a Link quien eres y de donde vienes –comentó la chica –no te preocupes por eso, él nos creerá –afirmó Raziel de nuevo –pues parece que ya llegamos a la Fuente de Farone –dijo ella –vaya no recordaba que era tan bonita y tranquila –dijo mientras se dejaba caer en la orilla, el gato saltó de sus hombros y al tocar el agua volvió a su forma humana –tienes razón –coincidió el chico sentándose a su lado.

Ese día Link se despertó sintiéndose inexplicablemente feliz, supuso que se debía a que había hecho las paces con Ilia, así que decidió salir a dar un paseó, no sabía porque pero quería ir al bosque así que se dirigió hacia allí, no entendía porque pero estaba emocionado, cosa que no había sentido en mucho tiempo, era casi como si supiera que una sorpresa lo esperaba en el bosque de Farone, al llegar a la fuente no podía creer lo que veía, Midna se encontraba allí sentada, cuando sus miradas se encontraron fue como si el tiempo se detuviera para ambos, todo el mundo desapareció, únicamente existían ellos dos, se abrazaron llorando de alegría, fue como si el tiempo no hubiera pasado, fue como si tan sólo se hubiesen separado unos minutos –pensé que nunca te volvería a ver –dijo Link con voz débil en el oído de ella –yo también pensé lo mismo –respondió Midna –pero ya estoy aquí –su amigo soltó una débil risita –hay tantas cosas que quiero decirte... –comenzó la chica –... Perdóname, perdóname por todo, por haberte obligado a ayudarme, por tratarte como a un esclavo y como una montura y por sobre todo perdóname por haberte hecho sufrir –sin pensarlo el muchacho beso a Midna, era un beso lento y apasionado, ella cerró los ojos y le devolvió el beso con el corazón en la garganta y la respiración acelerada, pasaron varios minutos hasta que finalmente se separaron –éste debió ser nuestro primer beso –dijo la chica un poco sonrojada, de pronto la princesa recordó la existencia de Raziel así que miró hacia todos lados buscándolo, finalmente lo vio apoyado en un árbol a unos metros de distancia, permanecía en silencio pero con una sonrisa de oreja a oreja, Link siguió la mirada de su amiga y se topó con el desconocido pero por alguna razón, tal vez fuera por su sincera sonrisa o por la calidez de sus ojos, no desconfió de él, –Hola Link –lo saludó mientras se acercaba con paso deliberadamente lento –me llamó Raziel –se presentó al mismo tiempo que ambos se estrechaban la mano –hola Raziel, es un placer conocerte -respondió Link –¿Qué te pasó en la mano? –preguntó Raziel con respetuoso interés, el muchacho se miró la mano automáticamente pues ya había olvidado sus cicatrices –ah, esto –respondió haciendo un gesto restándole importancia –me corté –dijo simplemente pero Raziel lo miró a los ojos pues sabía que él mentía –de acuerdo, le di un puñetazo a un espejo en un ataque de ira –confesó casi sin pensarlo –¿Me dejas examinarlo? –pidió Raziel, Link extrañado estiró el brazo y su compañero tomó su mano entre las suyas, al hacerlo la Trifuerza del Valor resaltó en el dorso de su mano –que extraño –dijo él en voz baja, Raziel ignoró aquello y examinó las pequeñas cicatrices que eran de color negro –¿Hace cuanto te las hiciste? –preguntó Raziel levantando la vista –no lo sé –respondió el muchacho encogiéndose de hombros –una semana, tal vez –Raziel asintió –casi te transformaste delante de tu amiga ¿verdad? –Link asintió, no le preguntó a Raziel como sabía todo eso, era como si él supiera que ese chico lo conocía desde siempre aunque nunca se hubiesen visto –y antes de eso sentí un dolor ardiente en la mano –recordó Link, Raziel volvió a asentir –estas cicatrices están malditas –explicó él, Midna y el muchacho lo miraron confundidos –la ira que sentiste al destrozar ese espejo contaminó las heridas, por esa razón cuando volviste a sentir esa ira las cicatrices se abrieron y dejaron escapar esa negatividad –los tres se miraron entre sí –ahora todo tiene sentido –pensó Link aliviado –¿Hay algún remedio para esa maldición? –preguntó la chica con preocupación –claro, pon tu mano sobre la de él –indicó Raziel con su voz tranquila y pausada –ahora, ambos cierren los ojos –los dos obedecieron sus órdenes sin dudar –y sientan el amor tan grande y tan profundo que se tienen –les dijo su amigo mientras tomaba sus manos entre las suyas, un flujo cálido los recorrió a los tres, pasaron unos segundos, –ya pueden abrir los ojos –Link y Midna se miraron y luego se giraron para ver a Raziel quien una vez más les sonreía con cariño –nunca antes presencié un vínculo de amor tan grande como el de ustedes dos –dijo él –en verdad estaban destinados a ser parte uno del otro –finalizó y ellos volvieron a besarse.