Parte 2

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Gabrielle se escabullía de una puerta del castillo para unirse al resto de alumnos que se encontraban en la entrada, mientras admiraban la belleza del castillo.

-Oye, ¿tú quién eres? No te vi ni en el tren ni en los botes -le espetó un chico ojiazul de pelo negro, dirigiéndole una mirada de desconfianza.

-Yo si estaba, que no me recuerdes es otra cosa- le reclamó la pelirroja

-Oye! Mi memoria es bastante buena y apostaría 100 Galeones a que no te vi en toda la tarde- le dijo el chico con un tono ofendido

-No entiendo como esperas recordar las caras de todas las personas que vez en un día- se defendió

-¡¡Russ!! Basta, ¿por qué eres tan estúpido? Así no se trata a una niña. Merlín, si mama te viera- Dijo una chica bastante parecida al ovijazul, solo que un poco más baja, mientras jalaba la capa del chico para apartarlo de la pelirroja

-Lo siento mucho, es que él es estúpido de nacimiento. Me llamo Rachel Williams y ese es mi tonto hermano Russell- se presentó la pelinegra ojiazul bastante sonriente, mientas le ofrecía su mano a la pelirroja

-Un gusto Rachel, me llamo Gabrielle... Smith- dijo mientras sentía una punzada en el pecho, su apellido era su única relación directa con sus padres, pues no tenía muchos recuerdos de ellos. Pero aun así, fingía una sonrisa

- ¿Ves?, ¡ya hiciste que se pusiera incomoda!, ahora creerá que somos unos raros- le reclamaba la ojiazul a su hermano

- No no, no es nada de eso. Es solo que estoy un poco nerviosa por la selección, nada más- dijo con una sonrisa real, pues encontraba bastante graciosa la forma en la que la ojiazul regañaba a su hermano

Al decir eso, el ojiazul le dirigió un gesto que iba entre una sonrisa y una mueca.

-Creo que nos hemos quedado un poco- Dijo Russell dirigiéndose a las dos chicas

Cuando Gabrielle desvió su atención de los hermanos, vio que este tenía razón, todos se encontraban en frente de unas escaleras y, para su curiosidad, estaban en una especie de círculo, como si estuvieran presenciando alguna escena.

Entre más se acercó fue escuchando que todos susurraban cosas, como si estuvieran comentando acerca de algo. Para cuanto estuvo bastante cerca del centro del círculo, logró divisar a tres chicos: un pelinegro que usaba unas gafas redondas, un rubio platinado, y a su casi hermano Ron.

- No necesito preguntarte el tuyo. Mi padre me dijo que todos los Weasley son pelirrojos, con pecas y con más hijos que los que pueden mantener- le decía con un tono despectivo el rubio a su amigo. Lo cual enojó bastante a Gabrielle, no soportaba los magos que se creían superiores por dinero o sangre.

-Muy pronto descubrirás que algunas familias de magos son mucho mejores que otras Potter. No querrás hacerte amigo de los de la clase indebida. Yo puedo ayudarte en eso- dijo el peliplateado mientras le extendía su mano al chico de gafas.

-Creo que puedo darme cuenta solo de cuáles son los indebidos, gracias- le respondió el pelinegro. A lo que Gabrielle soltó una risa, ese chico ya le caía bien.

- ¿Y tú de qué te ríes pelirroja? - le espetó quién creía ella que era el hijo de Lucius Malfoy, un mago que siempre le traía ciertos problemas a su padrino.

-Pues claro que eres el equivocado, ¿quién querría ser amigo tuyo? -dijo la chica mientras lo analizaba de pies a cabeza

-Por si no escuchaste, soy Draco Malfoy- dijo este, confirmando las sospechas de la chica- Mi familia es de gran reconocimiento entre los magos de sangre pura, y una de las más ricas -decía mientras inflaba su pequeño pecho, lleno de orgullo -no espero que una sangre sucia como tú lo entienda.

La heredera de Gryffindor  [1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora