"Luke, "L", ¿tiene lógica, no?"
Michael convence a Luke de emprender un viaje, en el cual tiene como objetivo mostrarle la magia de las estrellas. Pero, terminan descubriendo algo más.
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La una de la mañana ya había pasado, y el frío ya no era un problema para ellos. Pasaron casi dos horas viendo estrellas, horas en las que Michael le habló de cada una de las constelaciones del zodiaco —por el momento, sólo le faltaba mostrarle dos—, y una pequeña historia acerca de cada una, incluyendo a Ofiuco que no solía ser muy mencionado.
—Ven —llamó Michael, y el rubio se acercó de inmediato.
Luego de varios llamados, había aprendido a posicionar su mano con delicadeza sobre el tubo, no en la montura, no en las perillas; en el tubo. Aunque, sería mejor si lo hacía simplemente sobre su pierna, así no corría peligro de mover, como por décima vez, el telescopio y afectar la vista en consecuencia. También, había podido identificar algunas constelaciones por su cuenta, porque a pesar de que Michael enfocaba lo más cerca posible para que no mezclara las estrellas entre sí, aún era complicado, ya que, claramente, no era igual que verlas en el internet: con la línea que las unía una con otra, inexistente en el cielo. Y, claramente, no era un experto como el ojiverde.
—Esta es la constelación de Cáncer, tu signo —le mencionó feliz, y lo acercó con prisa al telescopio—. Esta es representada por un cangrejo. Se dice que Hera, esposa de Zeus, hizo aparecer un cangrejo gigante que atacó a Hércules en una de sus luchas. Cuando el cangrejo le mordió el pie, Hércules lo mató pisándolo, y Hera lo convirtió en constelación por ser diosa del cielo —apoyó delicadamente su mano en su espalda y le indicó cómo debería unir las estrellas para crear una forma—. Tu signo está regido por la Luna, y representa afectividad, imaginación y conciencia emocional. ¿Te gusta?
—Es muy bonito, Mike —respondió sonriendo, sabiendo que le había querido decir algo más con la explicación. Antes de preguntarle algo acerca de eso, el contrario se adelantó a hablar.
—Quería mostrarte algo —le dijo, suave y bajo. Entrelazó sus manos y empezó a jugar con sus dedos—. No sé si lo notaste, pero aún falta un signo zodiacal.
—Sí, Piscis —respondió, dubitativo entre acercarse o no porque Michael se movía ansiosamente de un lado a otro, y eso lo ponía instantáneamente nervioso también.
—Exacto —sonrió, y se acercó para posicionar nuevamente el telescopio—. Esa es mi constelación favorita.
—¿Por qué?, ¿cuál es su significado?
—Uh, eso —se rascó la cabeza, algo nervioso—. La constelación de Piscis es representada en pareja, relacionándose con la fertilidad y el amor —dijo rápido, y pestañeó varias veces por la vergüenza que sentía en ese momento—, pero eso no es lo más importante.
Luke rio, notando cómo su amigo se había puesto incómodo con la explicación—: ¿Y qué es?
Lo llamó de nuevo y se acercó a ver a través del lente. Antes de responder a su pregunta, le explicó bien qué estrellas tenía que unir para tener la forma correcta de la constelación.
—Como puedes ver, luce como una "L" —finalmente soltó, y empezó a patear un poco de arena y rocas que no se habían ido con la ventisca—. Y, pues, Luke, "L", ¿tiene lógica, no? —rio, nervioso—. La busqué antes de siquiera entrar a la universidad, y supongo que me gustó por su forma —miró al cielo, donde la pudo divisar con poca precisión. Sonrió—. Se supone que son dos peces, a cada punta, pero cuando la veo, sólo veo la "L". Sólo te veo a ti.
Luke alejó su mirada del aparato, sonriendo a su vez. Miró a su amigo mientras mordía un poco su labio. ¿Había escuchado bien, verdad?, ¿o sólo había sido una ilusión de su cabeza que había deseado que dijera todo eso?
—Sé que no tiene, básicamente, nada que ver contigo —rio por la nariz, con su vista aún perdida, sin notar que el rubio se acercaba hacia él con cortos pasos, igual de nervioso—. Pero, Cáncer y Piscis son signos de agua. Eso es algo, ¿no? Esperaba que significara algo para ti también —susurró lo último y finalmente volteó, encontrándose con Luke a unos pocos centímetros de su rostro.
El ojiazul posicionó sus manos en sus mejillas, acariciándolas dulce y lentamente, sacándole un jadeo de sorpresa. Estaban frías, extremadamente frías, pero el tacto lo sintió tan caliente como el sol en pleno verano. Se sintió algo incómodo, sin saber dónde posicionar sus propias manos, y Luke, como si hubiera leído su mente, fue bajando por sus brazos hasta entrelazarlas mientras le sonreía.
Con la mirada aún fija en sus lindos ojos azules, el dueño de éstos puso sus manos en su propia cintura, y seguidamente lo abrazó por los hombros, apretando fuerte, y ocultando su cabeza en su pecho—: Esas auroras se deberían sentir avergonzadas al ver tus lindos ojos, porque no se comparan en lo absoluto.
Michael sonrió abiertamente, a punto de reír. Lo apretó igual de fuerte, apoyando más cómodamente su cabeza sobre su hombro—: Eso es muy lindo.
Luke se alejó despacio, y volvió a agarrar su rostro por los costados—: Este viaje, estas estrellas, y tú; principalmente tú, Mike, significan todo para mí.
Se acercó despacio, con sus labios separados y sus manos ya en su cabello. Cerró los ojos por un momento, y suspiró sonriendo—: ¿Puedo?
Y su respuesta tan sólo fueron unos labios presionados contra los suyos. Labios, que le hicieron ver genuinas estrellas.
