Un hombre diferente.

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Verla de nuevo, no sonaba mal.

Con lo linda que se veía el día anterior...

Quería saber que era ella aquí, en el mundo muggle, quería saber que diablos hacia vestida así y en ese lugar.

Pff! Jodida suerte la suya, esa mocosa trabajando en donde el había invertido y era socio.

Era socio... Entonces prácticamente trabajaba para él. Esto iba a ser divertido. Sonrió burlón.

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La luz del sol entró por su ventana despertandola y cegandola por un instante, se tapó el rostro con la mano, se desperezó y se sentó en la cama, se estiró como un gatito flojo y se levantó.

El día anterior fue muy raro para ella.

Snape...

Desecho ese pensamiento de inmediato, era muy temprano para atormentarse. Camino hacia el baño y comenzó con su rutina.

Hacer del baño, bañarse y ponerse una ropa "cómoda" que consistía en una camisa vieja de su padre, muy grande y descalza. Hacerse su desayuno, desayunar, arreglarse e ir al gimnasio.

Su pasatiempo favorito, después de leer claro, era ir ahí. Jamie, su entrenador era como su amigo, casi como Harry, Ron o Lo, lo que lo separaba de ser como ellos era el hecho de que él siempre la había pretendido. Siempre, desde el día en que la conoció.

Flash back..

Estaban en una fiesta de adolecentes, cabe aclarar que Lo la llevo a la fuerza, odiaba cuando sucedía eso.

Todo el mundo la miraba.

Lolita decía que iba despampanante, ella no quería eso, ella quería ir "casual" pero Lolita insistió.

Iba vestida con un vestido pegado al cuerpo azul marino con cuello redondo, arriba de las rodillas y unos altos tacones negros. Sin accesorios pero hermosa de igual manera. Su manera de bailar hacia que todas las miradas se posarán sobre ella incluyendo la de Jamie que la observaba desde lejos.

Cuando alguien trató de tocar a Hermione, Jamie, un hombre alto fornido de unos veintipocos saltó contra el bravucon borracho comenzando una pelea. Entre el desorden y los golpes Hermione buscaba a Lo, pero ahí estaba de nuevo el hombre que la había tratado de tocar, ella, asustada retrocedió hasta que chocó con alguien, Jamie; la tomó de la mano y la sacó de ahí, al correr ella se dobló el tobillo y no podía caminar bien.

Ahí fue cuando se miraron a los ojos.

Castaños y azules.

Él sólo sonrió, ella se sonrojó.

-Puedes caminar? - Pregunto aún sonriendo.

-No mucho, duele- respondió ella viendo el césped.

-Soy Jaime.

-Hola, soy Her... Susana Grey.

Aparentemente el error de Hermione pasó desapercibido por Jaime que la miraba como tonto.

-Ven, tendré que cargarte para subirte a mi auto.

-Oh.. A tu... Auto... Esto.. Yo vengo con mi amiga ¿sabes? No puedo dejarla.

-Ella se ve feliz- señaló detrás de Hermione.

Ahí estaba Lolita, pasándose saliva y no se que cosas más con alguien, miro a Susana y se despidió con la mano, su sonrisa lo decía todo, Lo y su sonrisa pícara.