CAPITULO 10.CONFRONTACION

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Clarissa

Al despertar recordé que debía ir a recoger a Mark y su hermana, no tenia mucho tiempo, desperté a mi hija para comer algo, para partir lo mas rápido posible.

Abordamos el automóvil, íbamos en camino hacia el hospital, sonó el teléfono,era su hermana, - hola, disculpa la molestia, pero ¿ ya vienes en camino? - estaba presionada por llegar lo mas pronto - si, ya voy en camino, llego en 10 minutos- colgué la llamada. Al llegar, no espere mucho para que ambos salieran de el hospital, se acercaron inmediatamente, me alegre por que Mark se encontraba mejor, era una tranquilidad, lo salude para después subir al auto.

Charlamos los tres, fue una plática amena entre nosotros, solo quería llegar a casa para preparar algo, supongo que Mark tendrá hambre, me indicó su hermana dirigirnos a su casa, aunque no me sentía con la comodidad, me sentía segura el no estar sola, ya que los días que estuve en casa me sentía observada, quizás con un poco de paranoia, pero trate de calmarme.

- !Llegamos!- exclamó Mark.- por fin es un alivio no estar en cuatro paredes que limitan mi vista- me quede observándolo el saber que se encontraba feliz por salir de el hospital.

Bajamos e ingresamos inmediatamente a la casa, solo que me encontraba un poco nerviosa, debía deshacerme del diario sin que Mark se diera cuenta de lo que haría.

Mark
Dos días en el hospital, ya me encontraba un poco desesperado de salir, pero debía esperar que el doctor diera mi alta a mi hermana.

Bien sabía que dandome de alta iria en busca de los cabos sueltos, tengo cosas por hacer, esto no puede quedarse asi.

A los pocos minutos ingreso el doctor,- buenas noticias, el tramite de alta esta autorizado, vaya usted.... Usted es un hombre con suerte, nadie hubiese soportado esas heridas- lo dijo con asombro- gracias doctor,por la atención brindada-. Entro una enfermera para darme mi ropa, esperó que no hayan encontrado la pistola que me dio Azulblum, era especial, pienso que si me la dio fue por algo. Para mi buena suerte, la pistola se encontraba envuelta en el pantalón, me serviría ya que en esta ciudad las armas de fuego se prohibieron desde el ingreso de los asesinos.

Me puse mi ropa inmediatamente, entro mi hermana para decirme - vámonos hermano, Clarissa ya viene en camino, es una fortuna que te hayas recuperado- lo dijo con lágrimas en los ojos mientras me abrazaba- Hermana, sabes estoy vivo por suerte, quizás, te agradezco por estar aquí conmigo- la abraze con mas fuerza, era la única familia que tenia.

Salimos de la habitación, nos dirigimos a la salida; no tarde en ver a Clarissa se encontraba esperándonos, nos acercamos solo me limite a ofrecerle una pequeña sonrisa, subí al auto, con sherry, íbamos conversando, llegamos a casa de mi hermana, aunque al ingresar, note a Clarissa un poco extraña, quizás aun estaba mal por lo de su secuestro- Clarissa ¿ vienes?- a lo que me respondio- si Mark, solo cierro el auto, te alcanzó en un momento-. Fue una respuesta extraña, pero no dije nada al respecto.

Clarissa

Al ingresar a la casa, nos sentamos a comer, vaya que hambre tenia Mark, supongo que la comida en el hospital no era muy buena, termine y solo me limite a decir las gracias para salir de la casa, debía pensar en como quemare el diario, tenia muchas cosas en mente, estaba presionada y un poco alarmada.

Oí unas voces, me levante rápidamente pero solo era una pareja, vaya menudo susto que me hicieron sentir, reí de una manera nerviosa, creo que necesito ayuda, estoy quizás cayendo en unos ataques de pánico. Ingrese a la casa, - Mark, crees que podamos irnos a casa no me siento bien- todo me daba vueltas, sentía que iba a desmayarme- caí al suelo, me desvanecí completamente.

Desperté en casa, Mark estaba a mi lado, estaba preocupado, lo note en su expresión- no estas bien Clarissa, me percate cuando hable contigo- a lo que respondi- no tengo nada Mark, estoy bien, solo que estoy cansada- vaya respuesta, creo que no lo convencería.

Me senté a la orilla de la cama, estaba un poco más tranquila, le pedí a Mark que me dejara sola, accedió pero me dijo que si necesitaba algo, no dudara en hablarle. Saque el diario que estaba escondido en el sitio donde guardaba sus juguetes sherry, al salir de la habitación, mi hija estaba leyendo un libro, solo me preguntó el como estaba, solo dije que estaba bien y Sonreí cálidamente, salí rápido de la casa pero sin hacer mucho ruido, llegó la hora, debía quemar el diario, ya había hecho mucho daño, al momento de querer encender con llamas, escuche la voz de Mark- pero que haces mujer, deja ese diario inmediatamente- voltee repentinamente-. Mark me quito el diario, - ¿ Que crees que ibas a hacer? Es nuestra única pista para encontrar a esas personas y hacer justicia-  lo observe pero no podía mirarlo a los ojos- Esque no lo entiendes Mark, estas obsesionandote con esta búsqueda, quizás jamas los encuentres, solo quieres ser un héroe y no lo eres Mark, es un suicidio lo que quieres hacer- frunci mi rostro- eso es lo que piensas de mi, se que no soy un héroe, pero debo hacer justicia Clarissa, si te salve y era una misión suicida, lo demás no creo que sea peor-.

- Acaso piensas que podrás, agradezco que me hayas salvado pero.....- me quede un poco pensativa- ¿Pero que?- dijo Mark. - Corres peligro esta bien, no quiero que te pase algo malo así que dejame quemar ese diario- .Lo dije con preocupacion- No te dejaré mujer, debo hacer justicia por mis padres, esposa e hija, y si no quieres seguir ayudándome, puedes irte no te detengo- quede sorprendida con la actitud que tomo este hombre, su sed de justicia le nublo el juicio- esta bien si eso quieres, me iré, gracias por salvarme, voy por mis cosas- me dolió que dijera eso Mark, vaya creí que iba a hacerme caso.

Me levante del suelo, e ingrese a la casa, hable con sherry, se puso triste, porque ya no vería mas a su amigo, me sentí mal pero debiamos irnos, tome mis cosas y las subí al auto, tome a mi gato con ternura, y unas cuantas lágrimas en los ojos.

Adiós Mark, que te vaya bien esperó que cumplas tu objetivo, nos vemos, te dejo mi numero, llámame si necesitas algo, cuidate. - Clarissa no te vayas, disculpa por eso- a lo que respondi- no Mark, me dolió que dijeras eso, no creí que fueras capaz pero me equivoque, adiós - salí de la casa y aborde el auto.

Mark

Después del altercado con Clarissa, me sentí mal, no debí haberlo dicho, observe como esa mujer se iba desde el pórtico de la casa, dejaré que se calme unos días, después iré a buscarla, no puede quedarse sola, si yo corro peligro ella aun mas, no me lo perdonaría si le pasara algo.

Entre a casa, aventé el diario con rabia, tenia razón Clarissa, me obsesione con la sed de justicia que olvide varias cosas, aun así, lo haré pero por el momento debo descansar aun no me recuperaba del todo. Pero ¿ Como arreglare las cosas con Clarissa?, esa pregunta rondo mi cabeza toda la noche......

Mark Donde viven las historias. Descúbrelo ahora