A Kihyun le encanta cuando HyunWoo le mima y le da besitos. Pero más le gusta cuando Chang Kyun le dice cosas sucias al oído.
Creación exclusiva de Honey_Desu
No adaptaciones ni nada por el estilo, no sin antes consultarme. ⛒
"Cuando la vida es cruel contigo, aprendes demasiado" eso solía decir el señor Im cuando volvía del trabajo temprano y miraba a ChangKyun con desdén. "Pero cuando la vida te regala maravillas como el amor y la suerte de no padecer dolor, no esperes que siempre sean precisamente eso. Las maravillas pueden convertirse en horrorosas cosas con las que debes cargar, ChangKyunnie. Por eso es mejor que entiendas que la vida, siempre será cruel contigo"
Un ChangKyun de 12 años había aprendido a interpretar la mirada de su tío como un "Te entreno para la asquerosa vida que te espera. Ya me agradecerás luego" Quizá por esa razón ChangKyun siempre fue un niño bueno, muy inteligente y bastante consciente de lo que le rodeaba. ChangKyun no tuvo mucho cariño de parte de sus padres pues ambos murieron cuando él apenas tenía ocho años.
Aquella noche en la que sus padres fallecieron, habían celebrado su décimo aniversario como esposos, se amaban mucho, o al menos eso era lo que su tío decía. ChangKyun estaba en casa cuando recibió la terrible noticia, dormía tranquilo bajo sus cálidas sábanas antes de que su tío casi tumbase la puerta buscando al pequeño.
"Debes vestirte, iremos a ver a mamá" Le avisó y se marchó para luego esperarlo en el auto. El día del funeral de sus padres ChangKyun lloró hasta quedarse dormido en brazos de su tío. Era su único familiar, era el único hermano de su padre, y era lo único que tenía después de ese día. La gran empresa ImSeol que principalmente fue manejada por la familia Im durante muchísimos años quedó en manos del tío de ChangKyun, el señor Im Gon Eul.
ChangKyun sufrió mucho como ser humano, su alma nunca logró sanar realmente... Sin embargo nunca le faltó alimento, comida y un lugar cómodo donde dormir. Fue tarde que se enteró que su tío estaba enamorado de su madre, y ChangKyun era lo único que le recordaba a la hermosa mujer que se había casado con su hermano.
No lo malinterpreten, el señor Im Gon Eul no es un mal hombre, al contrario, era demasiado amable, caballeroso y por supuesto muy bueno en los negocios, pero había una pequeña frustración en su corazón que hacía que a veces no entendiese la vida y terminase tirado en el piso de su oficina ebrio hasta el último de sus sentidos. El señor Gon Eul siempre cuidó de su sobrino de una forma que éste no entendía. A veces, parecía quererle... Y otras veces parecía odiarle. ChangKyun no odiaba a su tío, había aprendido a entenderlo y saber que lo que le sucedía eran frustraciones de su propia vida que no había podido sanar ni entender aún, pero a veces lograba sacarle de quicio...
— Im ChangKyun... —Susurró alguien junto a él en el ascensor. No se había dado cuenta de que había alguien con él y para cuando despertó de su pequeño ensueño casi se le salen los ojos por la forma tan desmesurada en la que los abrió. Estaba demasiado sorprendido. Y no era para menos, el rubio de hoyuelos ahora era diferente... Era un... Pelinegro bastante agradable de ver a primera hora del día.
Le sorprendió demasiado verlo con el cabello negro, además... Ahora se veía más intimidante que antes. Lee Jooheon era una obra de arte dentro de ese ascensor y esperaba poder quitarle la mirada de encima antes de incomodar al mayor.
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