Capítulo 5

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Después de un día de agotamiento con las conversaciones, la comida, televisión, y cantando. Natalia se despidió de su madre y de los Reche y llevó a su recién adquirida casa, a su familia. Olivia y Aura estaban dormidas en la parte de atrás, aunque Natalia estaba bastante segura de que Olivia la miraba, a pesar de que tenía los ojos cerrados. Si hacía lo mismo con la otra Natalia, comprendía plenamente su actitud con la niña, pero era difícil entender su problema con su mujer. Aunque Alba, que estaba sentada a su lado, estaba positivamente radiante.

"¿Qué pasa?", preguntó en un tono que esperaba era informal.

"Me alegro de que te comportaras tan bien hoy, normalmente estas de mal humor en las fiestas."

"Ah, ya veo." Ojalá alguien me lo hubiera dicho antes, podría haberme ido antes fácilmente.

"¿Nat?"

"Hmm?"

"Um, sé que Marina te preguntó acerca de tener más niños ..."

No estoy preparada para esto, no estoy lista para esto, "Sí, hice todo para no hablar del tema porque yo no estoy segura, todavía." Dijo esperando que eso calmara a la rubia solo para poder cambiar de tema. Un tema que no tenga bebés de por medio.

Alba sonrió radiantemente.
¿Estaba tratando de romper el récord de África?

"Sabes que te quiero ¿verdad?" dijo dulcemente.

"Sí," respondió Natalia, de nuevo, no era algo que tenía que decir. Sabía que tenia que devolverle su cariño, pero no estaba lista para dar ese paso ... especialmente no con Olivia mirándola "dormida" a través del espejo retrovisor.

Natalia se tragó un grito cuando miró por el espejo para ver a Olivia ser una princesa que duerme pacíficamente. Aura, por otro lado, se frotaba los ojos tratando de averiguar lo que la había sacado bruscamente de su sueño.

"¿Qué pasa?" Alba gritó presa del pánico.

Natalia se volvió en su asiento y miró al frente, "No me digas. ¿No has visto eso?."

"¿Ver qué?"

"ESO! Yo pensé-" Jadeó y continúo conduciendo, lanzando miradas ocasionales a la niña de pelo oscuro en el asiento trasero.
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Esa noche Natalia se sentía más nerviosa en la cama que la noche en la que perdió su virginidad. Alba estaba en el cuarto de baño hablando sobre algo que Natalia había considerado demasiado loco como para tratar de seguirle el hilo. No sabía qué hacer con ella, no estaba segura de si debía estar aquí en absoluto. ¿Debería hacer lo que dijo Damion e ir a un médico? ¿Estaba soñando incluso ahora, o se acaba de despertar después de sonámbula por más de diez años? Improbable. Siendo realistas ella debía salir o por lo menos dar a conocer que no recordaba nada, pero cuando hablo con su propia madre pensó que estaba siendo tonta porque no veía la realidad de esta situación, por lo que lo haría a través Alba. La otra cara de esto era que no era rica y no envidiaba para nada a África Adalia. Ella era la buena amiga, dulce y tierna de África y aún era la mejor amiga de Damion, lo mejor de todo lo desagradable era Alba. Su otra vida había sido grande y ella todavía quería desesperadamente volver a casa, pero si tenía que estar pegada en otra realidad, sus opciones no podrían ser peores.

Finalmente su pareja salió del baño perezosamente cepillándose el pelo, todavía charlando acerca de ... ¿de que estaba hablando ahora? Algo que ver con perros lo que sea, irrelevante. Natalia estaba rotundamente enganchada a su cuerpo, realmente no había mirado a la otra mujer durante todo el día y ahora en nada más que una camisa de noche, era tan indecentemente corta, que podía apreciar lo que estaba debajo. Incluso después de dos niñas, todavía tenía la misma forma de espalda que cuando estaban en la escuela, la única diferencia ahora, era que estaba mucho más desarrollada en todas las áreas correctas. También notó que el pelo de Alba estaba mucho más corto de lo que recordaba, caía ligeramente por debajo de sus orejas. La mujer más baja continuó a charlando animadamente hasta que se metió en la cama y apagó la luz de la mesilla. Su boca cerrada como si alguien hubiera apagado su circulación o peor, su mundo.

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