Capítulo 2: 𝐼𝓃𝓈𝑒𝑔𝓊𝓇𝒾𝒹𝒶𝒹 𝐼

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El orfanato Homeless child

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El orfanato Homeless child. Es una de las instituciones más grandes ubicadas a cerca de las afueras de Tokio. Gracias a esto el espacio utilizado por los niños es de máximas proporciones, incluyendo una propia capilla y un patio de juegos.
El edificio es inmenso midiendo aproximadamente 40.000 metros cuadrados solo el edificio principal, cuenta con doce pisos, conectados por escaleras y ascensores, lo que lo hace especial de los demás, es su fuerte enlace con las creencias religiosas, siendo cristianismo el central de esta, cuenta con educación semicompleta para que los niños a medida que crezcan no queden "ignorantes" para el futuro y sean libres de desarrollar a algún trabajo y/o ir a la universidad y completar sus estudios, una zona medica con médicos especializados y sesiones de auto corrección o terapia para los traumas que los niños podrían desarrollas gracias a los eventos que los llevaron a estar solos. El lugar preferido de la policía para deshacerse de los menores.

El policía le entrega a una carpeta con documentos a la mujer que lo avía recibido en la puerta, es una mujer japonesa de rasgos finos, las arugas en sus ojos demuestran que ya tiene sus años. No presta atención a lo que están hablando, tampoco le interesa. No es hasta que el policía se acuclilla frente el de repente que le toma atención y como auto reflejo hace cuatro pasos hacia atrás --- Wow, tranquilo, está bien, te quedaras aquí a partir de ahora, te cuidaran bien y podrás hacer amigos ¿Sí? --- 

El hombre le sonríe, a Eiji no le gusta, así que solo lo mira. La mujer nota los esfuerzos del hombre así que habla --- Este será tu hogar hasta que una linda familia quiera que vallas con ellos ¿sí? --- La mujer es alta de cabellos castaños y ojos de igual tonalidad le hablaba de la forma más dulce posible. Tampoco le gusta ella, porque no es su madre, y le molesta que traten de actuar como si lo fueran, independientemente de eso responde --- Si ... ---

Eso era lo único que respondía "Si", "No", "No lo sé". Esas eran las únicas palabras que pronunciaba, y aún que quisieras hablar con él solo te miraba y no respondía. No es que no quisiera hablar, es solo que, cuando solía intentar hablar, por lo general era para pedir ayuda y las personas lo ignoraban ¿De qué sirve hablar con ellos entonces? ¿Por qué quieren hablar con el ahora? Le parece molesto.

 
--- No sea duro con él, es pequeño y por lo que me cuenta ha pasado por mucho, es normal que niños en su condición no deseen hablar con extraños --- ¿Por qué consolaban al policía? No comprende, su madre solía hablarle de la misma forma cuando se sentía triste y tenía sus ataques de pánico, no comprende las acciones de estas personas.

 
--- Comprendo, cuídelo bien por favor --- seguido de ello ambos se dieron una reverencia, el policía que hasta ahora se daba cuenta, parecía alguien mayor le despedía con una seña con la mano y una sonrisa, él le devolvió el gesto. ---Mamá solía despedirse así también antes de trabajar---

---Bien Eiji-san, entremos ¿Quieres conocer a tus nuevos amigos? --- El solo levanto los hombros ¿Por qué necesariamente todos serian sus amigos? No le gustan las personas para iniciar. Ella extiende su mano para que él la tome, pero ante el movimiento inesperado el retrocede tres pasos de forma rápida, ella solo observa lo arisco que es --- Bien... sígueme Eiji-san --- camina en dirección recta, hasta que llegan a una puerta de madera gruesa bien pintada. Entraron a una habitación con varios niños todos de la misma edad de Eiji.

El alma de una marchita rosa (BNHA x MaleReader)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora