Tres

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N. Shuhua.

Hace dos meses.

Me encontraba abrazando a mi queridísima JinJin cuando Yuqi apareció.

- Te gusta mucho Soojin,¿No es así, Shuhua? - Preguntó a lo que yo obviamente asentí. - ¿Cuánto te gusta? - Volvió a preguntar dejándome algo dudosa.

¿Cuánto me gusta, Soojinnie? Nunca me lo había preguntado a lo que recordé que últimamente me sentía muy rara alrededor de ella. Me sentía nerviosa y avergonzada cada vez que la abrazaba y viceversa pero yo sólo lo dejé pasar hasta este momento. ¿Realmente me gusta como una amiga? ¿Por qué me sentía de esta forma solamente con ella? Tengo muchas preguntas y pocas respuestas.
Será mejor preguntarle a quien más confianza le tengo.

- Y eso fue lo que pasó, ¿Tú que opinas? - Pregunté viendo a quién más confianza le tenía.

-... - Sin respuesta, ¿Qué esperaba? Le estoy hablando a un peluche.

- Shuhua, ¿qué haces? Ya te expliqué cientos de veces que no te responderá de vuelta y en dado caso de que lo hiciera salieras huyendo de él. - Me decía Miyeon mientras me veía sentada frente a un gran oso de peluche.

- Ya lo sééé, pero me siento muy confundida. No sé qué hacer. - le respondí con fastidio, me había cansado de esto.

- ¿Qué pasa? ¿Tienes alguna duda? - Preguntó viéndome intrigada.

- No una, cientos y cientos de dudas. Ayúdame, unnie. - Supliqué parándome para quedar enfrente de ella.

- Si, claro. ¿Quieres ir a mi habitación para hablar? - Sugirió a lo que asentí y nos dirigimos al lugar.

Pasaron varios minutos en lo que le explicaba mi situación, Miyeon solamente se limitaba a mirarme y asentir, sus reacciones me daban mucho qué pensar porque ahora que lo pienso ¿Miyeonnie pensará que soy rara?

- Y eso es todo. Me he sentido así desde hace unos días pero realmente no sé qué es, estoy confundida, ¿Me entiendes? - La miré con duda esperando una respuesta, ya sea positiva o negativa lo aceptaré.

- Creo entenderte, Shuhua y como tal pienso que tú estás enamorada de Soojin. - Me sorprendí ante sus palabras aunque ya me lo veía venir, sólo que no quería aceptarlo, no aún.

- ¿Estás segura? ¿No es sólo simple admiración? - La volví a mirar con la esperanza de que me dijera otro resultado aunque sabía que eso no iba a pasar.

- Sí, estoy muy segura de que tus sentimientos hacia Soojin no son de una simple amistad. - Dijo con una sonrisa "orgullosa"? Me miró como si de su hija se tratase, una hija que desbloqueó un nuevo logro.

- ¡Ahh! Me siento rara, ¡Tú eres rara! ¡Tonta! - Y acto seguido, salí corriendo hacia mi habitación, mismo que compartía con Soojin.

- ¿Qué pasa, Shu? ¿Por qué vienes tan acelerada? - Preguntó haciendo que mi nerviosismo saliera a la luz.

- Eh. Yo... ¡Me comí el último trozo de pastel! - Mentí mientras me tiraba hacia mi cama, ocultándome bajo las sábanas.

- ¿Ese es tu motivo? No creo que nadie vaya a reclamar el último pedazo a menos de que Yuqi no haya comido y esa fuera su porción. - Buscó explicaciones ante el comportamiento tan extraño de su menor. - Dime, Shuhua, ¿Esa era la porción de Yuqi? - Asentí sin dejar de ocultarme.

- Cielos. - Escuché como suspiró y luego sentí como se había sentado a mi lado. - Te protegeré hasta que pase la tormenta, ¿feliz?

Descubrí mi rostro para encontrarme con esa hermosa y atractiva sonrisa. Soojin me dio un beso en la frente y se acostó a mi lado abrazándome, me encanta esta sensación de paz y serenidad que ella me brinda. Cielos...

Estoy enamorada de Soojin.

N. Omnisiente.

Presente.

-Soojin, debemos hablar sobre lo que pasó anoche. - Le decía la de baja estatura hacia la pelirroja.

- Soyeon yo... - Trató de hablar pero la contraria fue más rápida.

- He deducido por tu comportamiento que te gusta Shuhua y aunque eso no me molesta, lo que me importa es que casi hacías algo de lo que te ibas a arrepentir después anoche. - La reprendió Soyeon con un semblante serio y dominante para que la mayor pensara dos veces las cosas de ahora en adelante.

- Tienes razón, me gusta Shuhua y no debería de empujarla hacia mis deseos egoístas. Pero es que no pude evitarlo, me tenté tanto que no pensé con claridad las cosas. - Dijo con algo de tristeza en su voz, recordar que casi caía en la tentación y lastimar a Shuhua le dolía.

- Soojin, espero que eso no se vuelva a repetir. Entiendo como te sientes hacia ella pero no fue lo correcto, pues no tenías su consentimiento. - Dijo como último ya que la menor apareció en la escena.


Ahora todas se encontraban en la sala viendo una película, ya era de noche y como la mayoría no quería tener pesadillas, pusieron algo romántico.
Minnie y Miyeon estaban abrazadas bajo una manta en el sofá cautivadas ante la película.
Yuqi y Soyeon se encontraban en el otro extremo del sofá pero a diferencia de la pareja, ellas no estaban abrazadas y solamente compartían manta.
Shuhua y Soojin llegaron con más snacks para los miembros quienes estaban tan concentradas en ver la película.

- Shuhua - Susurró la mayor haciéndole una señal para que se sentara a su lado.
Ellas estaban en el piso ahora con una pelinegra acostada en el regazo de la más alta mientras esta acariciaba su cabello.

- Unnie, ¿me darías un beso? - Dudó en preguntar aquello sin embargo lo hizo y ya no había vuelta atrás.

- Claro que sí. - Respondió en un susurro besando la mejilla de la menor.

Desde el sofá se encontraba Yuqi llena de celos por aquella escena frente a sus narices. Su mayor no era así de cariñosa con ella y eso le daba un ligero malestar.

- ¿Por qué no puedes ser así conmigo? - Le dijo a la coreana quien sólo estaba viendo la televisión.

- ¿Mi pequeña está celosa de esas melosas? - Preguntó haciendo sonrojar a la menor por tal apodo. - Ven aquí entonces.
Ellas también imitaron el acto pero no hubo beso pues la más baja no se resistiría al hacerlo en otro lugar que no fueran sus labios.

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Gracias por leer.

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