La venganza ➤JO | TERMINADA |

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Nos quedamos unos minutos en la misma posición, ambos respirábamos aceleradamente lo que causaba que nuestros pechos se rocen constantemente, después de lograr controlar incluso hasta nuestros mismos acelerados corazones, cambiamos nuevamente de posición, ahora ella se encuentra recostada con su espalda en el colchón mientras yo estoy ubicado entre sus piernas sosteniéndome a cada lado de su cuerpo con mis brazos para no dejar recaer mi cuerpo del todo, ambos después de un rato notamos que yo sigo adentro de ella por lo cual al hacer los menores movimientos los dos nos empezamos a excitar de nuevo, causando así que poco a poco nos recuperemos de nuestro estado de descanso para volver a querer alcanzar uno nuevo, ella jadea al sentirme salir y entrar por error, o tal vez no sea así.

Yo por mi parte lo hago al sentir como ella se contrae alrededor de mi miembro haciendo la situación cada vez más placentera. Sin más que decir comienzo a entrar y salir de ella nuevamente, lo he hecho sin permiso alguno lo cual la toma por sorpresa, pero no me detiene, al contrario siento como me rodea con sus piernas, haciéndome llegar más a fondo, escucho un gemido mezclado con dolor de su parte al realizar eso y cubro con mi mano derecha su boca para evitar que haga más ruido, no podemos ser descubiertos, definitivamente no.

Ella vuelve a tomar otra vez el control de todo, lo cual me encanta pues prefiero ser sumiso a dominante, se pone arriba de mí, comienza a subir y bajar con sus manos sostenidas en la cabecera de la cama.

Escuchamos un ruido, pero estábamos lo bastante entretenidos como para prestarle atención a ello, unas embestidas más doy antes de escuchar el grito furioso mi hermano.

Jeimax: Son unos jodidos desgraciados, váyanse a la mierda -Le escucho decir con rabia, ella se sobresalta al oír su voz, intenta explicarle, pero ambos me miran confundidos cuando de mi boca sale una risa de victoria.

Jefnier: La venganza es dulce, querido hermanito.

Fin.