Por la tarde del Martes, me dirijo a la casa de Sel, hace días que no nos vemos y espero que haya vuelto de la casa de sus familiares maternos. Al parecer dejo su celular ya que no recibe mis llamadas y no parece estar conectada en redes, eso fue algo que me preocupo porque nunca suele hacerlo. Me preocupaba no tener noticias de ella, además siento una sensación rara en mi pecho como si algo no estuviese del todo bien.
Mama fue a la casa de mis abuelos para visitarlos, mi abuela estaba mal, al parecer tenia fiebre y dolores musculares. Por lo tanto tengo la tarde completamente libre ya que no hay clases por un día patrio.
A unas calles de la casa de Selene observo el bonito vecindario, las casas de colores llamativos y jardines bonitos. Siempre me gusto este lugar. A cuadras mas allá hay un parque al que solíamos ir cuando éramos mas pequeñas. El papa de Selene la castigaba y no la dejaba ir a mi casa, por lo tanto venia yo, y nos escapábamos para ir a jugar allí. Hacíamos picnics, cantábamos, bailábamos y todo parecía estar bien, pero crecimos y las cosas fueron cambiando, llegaron las inseguridades, el estrés y los problemas, llego la adolescencia.
Toco la puerta y me abre un señor alto, de cabello castaño y ojos marrones miel. Era el papa de Selene.
-Hola, señor Anderson. Como le va, ¿esta Selene en casa?.- El me digirió una mirada triste pero a la vez fría.
-Kaya, niña, ¿que haces aquí?. Abrió mas la puerta y me observo, su rostro ocultaba preocupación y tristeza, sobre todo mucha tristeza.
-Vengo a ver a Selene, la extraño y creí que podría pasar a verla y charlar un rato. ¿Esta?.-Dije mirando cautelosa adentro de la casa para ver si había movimiento, pero para mi desgracia no había nada y todo estaba oscuro.
-Creí haberte dicho que se había ido unos días con sus familiares maternos.
-Si lo se, pero me pareció extraño que justo se vaya en la semana donde mas exámenes tenemos. Ya sabe son los últimos recuperatorios.- dije ofreciéndole una pequeña sonrisa la cual fue rechazada.
-lo siento Kaya, creo que tienes que irte. -Cerro la puerta, pero antes de que pudiera cerrarla por completa pongo la mano y lo paró.
-discúlpeme usted por preocuparme por mi amiga, necesito saber algo de ella todo me parece raro, no la veo ni hablo con ella hace días, como si se hubiera esfumado. Y algo me dice que no esta con sus "familiares maternos" como usted dijo.- Mi tono sonó algo exaltado y por la expresión del señor Anderson le sorprendió mi reacción, al igual que a mi.
-Ay niña, lo haces mas difícil, le prometí que no te diría nada y que no te dejaría pasar en el caso de que vinieras.- Soltó un suspiro y se movió para dejarme pasar.
-¿Prometer?, ¿que?, no entiendo.- mi confusión era real, no entienda porque ella no quería verme, ni hablarme.
-Pasa y ve a su habitación.- parecía estar muy cansado y solo me abrió paso y cerro la puerta detrás mío.
La casa de Selene estaba irreconocible, no era mas el ambiente bonito y alegre que solía ser. Tal vez hace mucho no vengo, porque Sel prefería ir a mi casa a que yo venga, nunca me queje ni le reproche. Tal vez no me preocupaba tanto. Tal vez yo no era la amiga que pensaba que era.
Subo las escaleras y me dirijo a la puerta de su habitación, es de color lila con frases y cosas pegadas. Tocó, pero nadie abre, se escucha movimiento, hasta que después de unos segundo abre la puerta y la cierra de golpe al verme.
-Sel, ábreme, ¿que sucede?, ¿estas bien?. - golpeo la puerta delicadamente pero al no recibir respuesta los golpes se van acelerando.
-Vete, no quiero que estés aquí Kaya.
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Encontrarnos en las Estrellas [En Proceso]
Teen FictionKaya es una adolescente de 18 años que esta apunto de terminar la secundaria, sin embargo no ha decidido que carrera seguir, asi que decide buscar un empleo de verano. Ella nos mostrara la realidad de la adolescencia mediante su perspectiva. Le esp...