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Dos: Un nou viatge || Un nuevo viaje

Era un nuevo día en el pueblo de Karmaland.

Los pájaros cantaban

- ¡AURON, TE JURO QUE YO NO LLENE TU CASA DE CRUSTÁCEOS!

La gente preparaba sus deliciosos desayunos.

- ¡HIJO DE PUTA, TE ABRI MI CASA Y HACES UNA MIERDA CON ELLA!

- ¡Con la pizza no, Auron!

Algunos se ejercitaban en esta tranquila mañana.

-! ¡FUERA DE MI CASA ANTES DE QUE TE ENGANCHE! - gritaba mientras corría con la saqueadora en la mano.

- ¡Gracias por el alojamiento Auron, nos vemos!

Si...sin duda es un buen día.

El moreno cerro con fuerza sus puertas de retina, mirando el desastre que el de plumas había dejado.

Crustáceos y comida por todos lados, una cascada en la planta de arriba, su golem tratando de alejarse de la corriente para no caer a la planta baja, su pecera rota y sin su sirena.

Y todavía preguntan porque se había ido a vivir tan lejos.

-Joder, me tomara una eternidad arreglar todo está mierda - cansado y con la ira desaparecido, fue hacia arriba donde se encontraba su familia.

-De eso nada, nosotras nos encargamos de esto - dijo sin más Mónica, que estaba empapada de agua. - tú tienes un viaje que hacer, ¡así que no saques excusas para no ir, puerco!

- ¿Y piensas que dejare sola con estos chicos?, Son capaces de hacer de todo si no estoy. - dijo mientras tapaba el boquete en el techo, desapareciendo la cascada y que Gustavo pudiera caminar al fin.

-Te olvidas con quién estás hablando - La doncella saco una espada de diamante.

El chico se veía sorprendido, pero solo se burló - una simple espada de diamante no será suficiente para...- fue interrumpido al recibir un espadazo, haciendo que perdiera varios corazones y se prendiera en llamas- ¿PERO QUE...? ¡AGUA!

El moreno corría por la casa, hasta que sus hijas le lanzaron un balde de agua sobre él.

-Joder, esa no es la espada que te di- decía mientras escurría su ropa- ¿de dónde la sacaste?

- ¿Recuerdas que los dioses volvieron a regenerar minas y cofres?

- ¿Sí? - miraba curioso a la mujer. - La espada de Merlon fue lo único que no se regeneró.

-Pues eso - sonrió orgullosa Mónica.

El pelinegro no entendía al principio, hasta que sus neuronas conectaron y miro sorprendido a la ojiazul - ¡OSTIA!, ¿fuiste tú?

-Aprendí del mejor, calvo - Guardo su espada y tomo de los hombros, al contrario, guiándolo hacia los cofres- así que no me cambies de tema, ve a ese portal y no regreses hasta que encuentres algo bueno. Quiero un chisme bueno y con detalles.

-Joder, tenía que rescatar a la más exigente del puto castillo, ¡Auch! - se quejó adolorido al recibir una palmada en la nuca.

-Sin quejas, ten tus mochilas- le extendió sus mochilas repletas de herramientas y comidas- tienes un largo viaje por hacer.

Después de quejas y discusiones, la familia se encontraba en el cartel del pueblo, Auron tenía todo preparado, estaba listo para salir para la aventura.