Dotze: Trobades || Encuentros

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Como en cada mundo y dimensión; los días pasaban.

- ¡Vamos abuelo, que la casa no se hará sola!

El sol salía y brillaba para todos en donde quiera que estuvieran.

- ¿Qué pasa, muñeca?, ¿Quieres que llame a tu madre para que venga por ti?

- Calla abuelo, ¡que estoy haciendo todo yo!

Y la luna se alzaba para darle las buenas noches a todo aquel que la contemplara.

-Joder, ni con mi casa me había cansado tanto, pero está quedando preciosa.

Y solo el viento escuchaba las palabras de las personas que se desahogaban en susurros.

-"Gracias, Auron..."-

- ¿Dijiste algo?

Llevando las palabras y suplicas a caminos desconocidos.

-Vaya, aparte de viejo también eres sordo, sin duda estas jodido - dijo con una leve risa el castaño y siguió fumando mientras el tatuado lo acompañaba una noche más.

-Mira quien lo dice, el que se pelea con su ordenador por no saber usarlo - no tardo en sentir un golpe en el hombro como de costumbre entre ellos, el mayor gruño y evitó el tema por vergüenza, lo cual le hizo reír un poco. - Vamos abuelo, ¡solo pide que te ayude y lo haré!

El ojo verde desvió su mirada y atención hacia la construcción frente a ellos, soltando el humo de sus pulmones - Si eso hice y mira, aun no terminas la casa.

- ¡Pero me pediste una puta mansión de 5 pisos, eso ni yo lo tengo! - se quejó el tatuado, levantándose de golpe y mirando con orgullo lo que habían hecho- Admite que está quedando guapísima y todo es gracias a mi - miro con burla, al contrario, quien se levantó también y apago su cigarro en el suelo.

- ¿Enserio vas a discutir contra mí?, yo, ¡quien estuvo picando como desquiciado todos los materiales!

-Eso fue porque tú no sabes cómo construir cosas papu, y lo sabes - al oír otro gruñido del mayor, sonrió - además, es tu casa; no la mía. ¡Así que no te quejes!

El militar iba a reprochar, pero se quedó callado, el moreno tomo eso como victoria y se acercó a su compañero, posando su brazo sobre el hombro del mayor. -Aunque debo confesar que hacemos buen equipo.

-Si a discutir y molestarnos entre nosotros llamas un buen equipo entonces sí; lo somos- El de lentes seguía observando cada muro y detalle que habían hecho de la casa, por mucho que no lo demostrara; estaba feliz por aquello. - ya quiero ver como luce cuando esté terminada- confeso tratando de ocultar su emoción, pero el moreno lo sacudió de los hombros.

- Paciencia, por ahora hay que ir a casa a descansar, de tantos golpes me duele la cadera - lo soltó y se fue a recoger sus cosas.

Y una noche más, el castaño caminaba junto al moreno hacia su casa, quien lo había alojado mientras construían su casa. Conversaban y bromeaban durante el trayecto al cálido hogar para al fin descansar en sus camas con un "buenas noches" de despedida.

Y así avanzaban los días entre reuniones con amigos, dando la bienvenida a las personas que llegaban perdidas y aprendiendo cosas nuevas con el psicólogo.

Aunque hoy era diferente, hoy era un día de descanso dedicado solo para este par peculiar de amigos.

- Esa montaña parece buen sitio para explorar - Observaba a lo lejos aquella montaña con un pequeño bosque cerca de un lago.

•Paralelos• || •RebornplayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora