Rostros que apenas conocía, vestimentas elegantes, risas tratando de ser naturales combinadas con el sonido de la suave música clásica, todo entre mezcladas en el gran salón.
James jugó con su corbata, evidentemente incomodo, su madre al verlo le dio un suave manotazo para que estuviese quieto, mientras hablaban con uno de los colegas de su padre. Le devolvió una mirada irritado ante el gesto, no era su culpa estar aburrido, era una fiesta para adultos pomposos, no tenía que estar ahí en primer lugar.
Buscó con la mirada a su mejor amigo, un niño que compartía su misma edad, su padre trabajaba para su padre, por lo que prácticamente se habían criado a la par. Pero no lo encontró, seguro estaría luchando con su madre aun para evitar colocarse su traje de gala, Erick odiaba los trajes. No lo culpaba, el mismo ya estaba hastiado del suyo.
Antes de seguir tirando de su corbata y colocarle los pelos de punta a su madre, decidió tirar ligeramente de su vestido color vino y pedir permiso para acercarse a la mesa de bocadillos, alegando hambre. Su madre lo dejó ir, con la condición de no alejarse de su vista.
Fui casi corriendo a la mesa, había divisado hace uno minutos una bandeja de cupcakes que pensaba asaltar. Pero se decepcionó al no encontrar ni rastros de aquella bandeja ¿Quién había sido el idiota que se los comió todo? ¿Qué no sabia que los cupcakes eran exclusivamente de los niños?
Furioso, apretó sus puños y dio media vuelta para volver con su madre y quejarse, pero un suave ruido bajo la mesa llamó su atención evitando que se fuera. Levantó el mantel con encajes y se encontró con el dorado.
Un niño de edad similar a él, cabellos color caramelo y ojos de un intenso dorado, se encontraba escondido bajo la mesa, con la bandeja de cupcakes secuestrada. Iba a abrir la boca y reclamarle por qué se había adueñado de algo que era para todos. Pero el niño rápidamente tomo su mano y lo empujó hacia su escondite.
- Sh...- Llevó un dedo a sus labios- O nos descubrirán. El conde Bradley le encantan los cupcakes, los estoy cuidando para que no se los coma todos- Le entregó uno para que comiera.
James aceptó sin reproche, conocía al conde que describía el chico, y le parecía de lo más molesto también. El escondite de aquel niño también parecía agradable, alejado de aquel mundo lleno de sonrisas de hipocresías, que, a pesar de solo tener seis años, ya podía darse cuenta de que existía.
- ¿Cuál es tu nombre? – Preguntó aquel niño con emoción.
- James Rothstein.
- ¡¿Rothstein?! – El niño se acercó abruptamente a él- ¡Tú padre es el general de inframundo, cool!
- Em... si, supongo- James se alejó un poco, ese niño no conocía del espacio personal- ¿Y tú eres?
- Soy Drake Kirkland- El niño sonrió.
El pelinegro reconoció de inmediato el apellido, después de todo eran los anfitriones principales de la fiesta, si no mal recordaba su madre había dicho que iban a presentar en sociedad a un miembro de la familia real que había cumplido la edad de quince años, seguro un hermano mayor del chico con el que hablaba en ese momento.
- Tu familia reina el infierno- Susurró.
- Eso creo- El niño no le dio mucha importancia- Ya estoy aburrido de estar escondido ¿Y si vamos a los jardines? Hay muchos juegos ahí.
- ¿Por qué estabas escondido? – Preguntó curioso.
- Mi hermano Demian me estaba molestando, no lo soporto- Hizo un gestó de molestia- ¿Vamos a jugar o no?
- No lo sé, mamá dijo que no me alejara mucho.
- No te alejaras, el jardín está cerca. Ven, vamos- Pidió extendiéndole la mano.
James observó la mano del pequeño unos segundos, indeciso, antes de aceptarla.
Drake le regaló una sonrisa que ilumino el salón, la más sincera y pura que pudo ver esa noche. Sin pensarlo lo siguió y lo seguiría el resto de su vida.
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Ufff prometí hace tiempo hacer algo sobre esos dos, así que cumpliré mi promesa, trayéndole una serie de cortos explicando lo principal de su historia.
Los quiere con amorsh, y cuídense mucho, Fénix ;)
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Horns [Hades x Lucifer]
RomanceJamas olvidara esa brillante sonrisa que iluminaba cada rincón de la habitación, y esos ojos intensamente dorados que parecían atravesar su alma. Estaba destinado a ser devorado por él. Una serie de cortos de la relación de Hades y Lucifer, perso...