<ice & snow>

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En aquellas tierras que solo constaban de hielo y nieve, algunas rocas pequeñas, peñascos, y un montón de pingüinos. El clima frío y nublado, on una niebla tan densa que era algo difícil ver en donde estaban las pequeñas playas heladas.

Allí era en donde vivían dos pequeños niños, un pequeño Niño de cabello rubio platinado y ojos grices de al menos cuatro años, mientras que la niña de cabello albino, ojos celestes y unas pecas, tenía cinco años.

Ambos menores salieron de la pequeña cueva en la que vivían, alegres de iniciar su día.

El niño fue corriendo hacia un pequeño peñasco cercano a su ubicación, rápidamente se quitó su abrigo gris de piel y su pantalón de mismo material y color hasta quedar en ropa interior, corrió con rapidez y terminó por lanzarse de aquella punta hasta caer a la sumamente helada agua que había allí.

Una vez bajo el agua tan cristalina, se dedicó a bucear y alejarse lo suficiente como para llegar a divisar algunos peces, decidido a atrapar al menos dos de ellos.

Después de al menos tres horas en el mar, el pequeño Niño salió del agua con cuatro peces en mano, sacudió un poco su cabeza para deshacerse del agua en su cabello y temblando ligeramente, recogió su ropa para tomar rumbo a su cueva.

A los segundos que llegó, pudo ver a una joven de cabello castaño ondulado y ropas algo abrigadas en medio de la entrada de su cueva, observando con gran sorpresa a su compañera, era mucho, mucho más alta que la niña con la que vivía y él mismo, se limitó a observarla, por mera curiosidad.

- por qué demonios hay dos niños en la mitad de la nada?! Pensé que este planeta estaba deshabitado completamente por las altas temperaturas!

El menor ladeó la cabeza, volteó a mirar a la albina la cual le dedicó una mirada de extrañeza por la invitada.

Se dedicarían a atender y enseñarle todo lo que se debe saber a la nueva miembro de su grupo.

-.-.-

-vale, al menos veo que son capaces de sobrevivir aquí por su cuenta... tienen nombre?

Habló la más alta de los tres mientras  veía a ambos niños fascinados con la fogata que había creado la mayor, la respuesta que tuvo fue nada más y nada menos que puro silencio.

-... Bueno, si supieran hablar o al menos entenderme, me habrían respondido cuando les pregunté que hacían aquí, solos...

Suspiró, pensando en todo el día que había pasado con ambos infantes, las pequeñas señas que se hacían, cuando el niño le lanzaba nieve a la niña y viceversa pero con el hielo... espera... hielo y nieve?

-... se llaman... con hielo y la nieve... eh... hielo?

El pelo rubio levantó la cabeza, respondiendo el llamado de la castaña.

-.... nieve?

La albina hizo lo mismo.

-... ah, se Llaman Hielo y Nieve... de donde sacaron esos nombres?

No recibió respuesta.

-... Bueno... de momento me conformaré con saber sus nombres... yo soy JJ pero pueden ponerme un apodo que vean correcto para mi.

La mayor sonrío levemente, el menor se levantó y corrió al lado de la mayor, tomó un poco de nieve del suelo, se la llevó a la boca y una vez la tragó, sopló hacia la castaña.

-... suspiro?

El menor repitió lo mismo por segunda vez.

-... aire?

Una tercera vez.

-... viento?

El pelirubio sonrió.

- asi que para ustedes yo seré Viento... vale... suena Justo.

Y allí se quedaron, Observando las llamas que bailaban al ritmo de su propia música, hasta decidir entrar a la cueva y dormir.

Muy temprano en la mañana, la albina abrió lentamente sus ojos, observó a donde se supone estaba el varón y la recién llegada... no, ya no estaba. Se levantó de golpe y movió al menor del hombro para despertarlo.

Una vez ambos ya estaban despiertos, salieron de su cueva y observaron con detalle, buscando con la mirada a "viento", pero nunca le encontraron.

Mientras tanto en un universo bastante oscuro y vacío.

-Connor, encontré a dos sobrevivientes del caos que hizo Ares.

[Ⲙⲩ 𝓰ⲁ𝓵ⲁⲭⲩ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora