[Ⲙⲩ 𝓰ⲁ𝓵ⲁⲭⲩ]

<Súcubo>

Años atrás

Y allí estaba la creadora pelinegra, en aquella habitacion tan blanca y semi vacía, llena de simples cajas de plástico flotantes con códigos, era obvio que su multiverso aún estaba en modo beta, no había elegido de forma segura cuál sería su especie y de que forma seria la administración de la existencia misma de aquel lugar.

Estaba Intentando a toda costa separar ese creciente pecado capital de su propio ser, debía hacerlo si quería seguir siendo un Angel, puesto a que parecía ser la forma más agradable para si misma, aún así, sabía que muchas cosas en ella manchaban la posibilidad de mantenerse en esa especie, por ello, al menos quería ser de una especie específica por un tiempo más largo que de costumbre.

-Espero eso sea suficiente, no quiero tener lujuria nunca jamás en mi vida...

Una vez terminó de manipular su código ligeramente inestable, cerró esa caja de plástico y la llevó a su lugar designado.

Claro que... no contaba con el hecho de que al instante se creó otro código a base de la información retirada, creando una especie de clon de sí misma, pero totalmente contraria a ella.

Era completamente igual de forma física a la creadora, con la diferencia de que había aparecido con un suéter rosado y un short realmente corto que ni siquiera podía notarse a simple vista además de que en vez de tener alas como un Angel y el típico Halo, tenía unas pequeñas alas parecidas a las de un murciélago de color fucsia, una cola puntiaguda del mismo color, y dos pequeños cuernos que salían de la frente de ella.

Un demonio.

-Que cara—

Apenas la demonio abrió los ojos, dejando ver unas pupilas fucsia que desprendían cierta inocencia mezclada con lujuria, la creadora temió por lo peor, un intento de ataque o la destrucción de los códigos.

La demonio solo se quedó allí, observando el suelo, analizando la historia que contaba su pasado... no era bonito...

Mostró cierta tristeza en su rostro, luego simplemente bostezó, se levantó y se estiró, para luego dirigir una mirada bastante soberbia acompañada de una sonrisa seductora hacia la creadora, quien se mantenía lo suficientemente lejos como para después defenderse, de ser necesario.

-Y bien? No le hablaras a tu versión demoniaca?

-Versión demo- qué?... ni si quiera deseé crearte... qué haces aquí?

La demonio soltó una risita pícara.

-Soy tu versión contraria, lo Justo sería que me nombraras y me aceptaras, no crees?

-Me niego a aceptar a una cosa que salió de la lujuria. Creo que es mejor eliminarte.

Dicho esto, la joven Angel se dirigió a hacer esto mismo, claro que la contraria al escuchar esto temió por su vida, así que se lanzó directamente a derribar a su contraria, en efecto, logró su cometido y la apartó de su código, tomó esa caja plástica en donde estaba su prácticamente su existencia, le abrazó con fuerza, para protegerla con su cuerpo. la Angel por otro lado se levantó con lentitud, con algo de molestia, observó a quien le había lanzado al suelo y luego a la caja.

-Me las vas a pagar.

La demonio sintió un leve escalofrío recorrer su espalda, se levantó como pudo mientras abrazaba con fuerza a esa caja rosada, mientras corría hacia su contraria, con el objetivo de esquivarla y largarse.

Si, pudo esquivarla, pero no lo hizo lo suficientemente bien, la creadora le agarró de las alas con fuerza, evitando que se fuera.

-De aquí no te vas!

La de cuernos soltó un gimoteo por el agarre de sus alas, dolía, mucho, pero eran sus alas o su existencia completa, tuvo que tragarse ese dolor y simplemente continuó haciendo fuerza para huir, quien le tenia agarrada le jalaba con mucha más fuerza, hasta que las alas comenzaron a desprenderse de la demonio, lentamente, mientras se escuchaba un sonoro "crack", dando a entender que ya se habían roto.

Por la fuerza aplicada, la creadora cayó de espaldas y la demonio salió de allí por el portal más cercano en la sala de portales, dejando atrás a su versión original quien sostenía las alas de murciélago en sus manos.

-Al menos le corté las alas, eso significa que sus habilidades serán una mierda... carajo... algún día eliminaré a esa perra del infierno.

Curiosamente ese súcubo aún vive desde entonces.