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06 Enero 2017

Los rayos de sol comenzaban a entrar levemente en la habitación, y la fría brisa entraba por la ventana; la cual había sido olvidada de cerrar la noche anterior.
Dos cuerpos descansando cómodamente en aquel largo y ancho colchon, ambos cubiertos por cobijas, cubiertos de los pies al rostro pues aún era temporada de frío, y aunque odiaran admitirlo, el calor corporal de sus cuerpos no les era suficiente para estar libres de resfriados.
El primero en ir despertando gracias a los rayos de sol golpeando su cara, fue un chico de cuerpo robusto que ocupaba casi toda la cama, estiro su mano hasta el buro, reviso la hora en su celular y al ver que aún era demasiado temprano (para el) decidió volver a recostarse. Pero volteando su cuerpo, pudo ver la silueta delgada de su novia, sonrió y estiro su brazo para atraerla hacía el y así recuperar el sueño mientras la abrazaba.

Una hora después ahora era la chica quién comenzaba a despertar, sintiendo un peso extra sobre sus caderas visualizo la mano de su novio, lentamente volteo hacia el. Vio como sus oscuros y largos cabellos cubrían las finas facciones de su rostro. Se quedo pensando durante algunos minutos lo hermoso que este podía ser aun si dormía y lo feliz que era de que lo primero que ve durante las mañanas sea a el. Acaricio suavemente sus mejillas, y después deposito un corto peso en sus labios.
Sin hacer mucho ruido, retiro su mano de encima de ella y se levanto de la cama, tomando su celular, buscando ropa en su armario y metiendose al baño a tomar su tipica ducha mañanera. Aquella que le ayudaba a despedir la flojera y el sueño para comenzar un nuevo día.

No paso mucho para que el ruido de la ducha despertara a cierto pelinegro. Rasco levemente sus ojos, tomo de nuevo su celular y al revisar sus ultimos mensajes se levanto de la cama y bajo hacía el comedor. Puso la cafetera, y cuatro panes en la tostadora. Encendió el televisor y puso bob esponja, asi mientras preparaba el desayuno de el y su novia podía reírse de aquel estupido programa que veía de niño junto a su hermano mayor.
Saco su taza y la de hinata. Una era larga y azul con una guitarra pintada, y la otra un poco más pequeña de color lila con una nota musical. Fue un regalo de uno de sus amigos por mudarse juntos. Y cuando vertía el café, una chica con una toalla en la cabeza y un vestido largo y flojo de flores bajaba por las escaleras para luego tomar asiento en el comedor.

-me encanta bob pero no patricio

-el chico rio mientras servia la mesa- es sencillo, no entiendes la complejidad de patricio, me atrevo a decir que es el mejor personaje

-eso no es cierto, ambos sabemos que el verdadero mejor personaje es calamardo, y tal vez también planton

-no entiendo tu amor por los personajes gruñones y los antagonistas

-oh vamos, planton no es un verdadero antagonista, y mi amor por los personajes gruñones y malhumorados comenzo cuando te conocí a ti, cariño -decia mientras se quitaba la toalla de la cabeza y la extendía en la silla a su lado-

-no soy un gruñon malhumorado, y el cielo, no hace menos hiriente tu comentario -finjio cercarse una lagrima mientras hinata trataba de no reír, pues de hacerlo saldría por su nariz el café que ahora tomaba- ¿tienes trabajo hoy?

-si-deja la taza sobre la mesa- neji quiere que le ayude con un papeleo de la empresa, y después tengo una cita con una chica que me pidió ayuda para editar algunas fotografías que tomó en su evento

-oh bueno, yo ire a ver a mi hermano y después ire a la disquera a dejar ideas para la canción de un chico que se lanzara como solista

-sabes lo que pienso sobre darle tus letras a otros artistas -dijo mientras dejaba su taza y plato en el fregadero- ¿porqué no les dices que patrocinen alguna de tus canciones? Son realmente buenas, y el credito lo llevaras tu no un niño con cara bonita que no sabe ni escribir un poema de tres párrafos

-hmm no creo que este bonito, aunque tienes razón en que ninguno de esos nuevos artistas puede escribir un poema de tres párrafos

-un día de estos terminaré llevando yo misma tu carpeta de letras si tu no lo haces

-sabes que...aún no creo estar listo para ser un artista

Hinata sintió que ese último comentario fue la pieza que derribo la obra. Volteo enojada viendo como su novio tenia la cabeza baja, suspiro acercandose a el y sentandose en sus piernas.

-no estas listo para ser un artista -tomo su mejillas con ambas manos obligándolo a verla a los ojos- porque ya lo eres, lo eras desde que te conocí y de seguro desde el día que naciste, sasuke, amor, no tengas miedo de mostrarle al mundo tu talento, tus letras son demasiado bellas, mucho más que las que sueles escribir para esos chicos y tu voz...oh amor mío, tu voz hace que las personas que estan tristes al escucharte esten felices -deposito cortos besos en todo su rostro y el solo solto algunas risas- amo fotografiar, y amo más aún que mi trabajo sea hacer aquello que amo, y amo que estes a mi lado mientras cumplo lentamente mis sueños

Los ojos del chico brillaban, en su cabeza solo estaba la voz e imagen de hinata, mientras le decía todo aquello sentada en sus piernas, mimandolo; haciendo que sus inseguridades se vayan, haciendo que su corazón latiera.

-cariño yo amaría que dejaras el miedo atrás y cumplieras tus sueños, estar a tu lado mientras lo haces, poder decirle orgullosa al mundo que soy la novia del artista más talentoso de Japón, el cual se inspira con solo ver una hoja caer en otoño

Y mientras hinata le sonreía, el solo podía pensar en lo afortunado que era al tenerla a su lado, apoyandolo. Quería que todo aquello siguiera asi, queria cumplir todos sus sueños, y ver a hinata cumplir los suyos, y en las noches poder besarla hasta quedarse dormidos.
Porqué lo que Hinata probablemente no sabia es que su inspiración era ella, sus letras más hermosas las hizo para ella y pensando en ella, porque al ver las hojas en otoño caer solo podía pensar en como había pasado casi un año más a su lado.
Por eso se inspiraba, y sabía que mientras la tuviera a ella no tendría que tener miedo a fracasar, sin importar que, ella estaria a su lado.

El chico sonrió haciendo que ella también lo hiciese. Se besaron, y poso una mano sobre su mejilla, perdiendose en aquellos perlados ojos que lo enamoraron desde el primer día que se cruzaron con ls suyos.

-te amo hina

-rie- y yo a ti, pequeño gruñon

Al para siempre de ambos, el para siempre que habían mantenido durante 7 años; ninguno de los dos podía verle un fin.

the good does not last foreverDonde viven las historias. Descúbrelo ahora