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Narancia seguía pegado a la puerta de entrada, esperando...

-¡Hey! ¿Qué estás haciendo?- Le preguntó Fugo, uno de los miembros del equipo Bucciarati, compañero de Narancia y Giorno. Se acercó a la puerta y tocó el hombro del niño.

-Estoy esperando a Bucciarati y a Giorno, no sé porqué tardan tanto...- Dijo el chico, sentándose en las escaleras de la entrada. Fugo se quedó perplejo ante las palabras de Narancia, así que se sentó a su lado, volvió a posar su mano en el hombro del chico, y le contó lo que sucedió...

- Bucciarati y Giorno fueron atacados. La persona con quien se tenían que reunir con ellos los atacó, dejándolos internados en un hospital. Apareció en las noticias. El muy bastardo...- la mano de Fugo comenzó a tensarse al igual que su mandíbula, pequeñas gotas de sudor surgieron del rostro del joven. Narancia notó la tensión de Fugo, así que posó su mano en la espalda del chico y sonrió un poco.

-Estarán bien, son Giorno y Bucciarati, ¡Son dos de las personas más fuertes que conozco!- Narancia le brindó una amplia y dulce sonrisa. Lo que hizo que Fugo dirigiera la mirada al niño y torciera un poco sus labios, formando una pequeña sonrisa.

Pequeñas gotas de lluvia comenzaron a caer. Sorprendiendo a Narancia y a Fugo, haciendolos reír un poco.

-Oigan, no se queden ahí afuera, está empezando a llover. Entren ya.- Les dijo, con una sonrisa, Guido Mista, otro compañero de los chicos. Posó una mano en su cintura esperando a que los dos entren. Cerrando la puerta luego de que ya todos están adentro.

-¡Mista! ¡Tenemos hambre!- dijo No.1, una de las balas de Mista. Este sólo rió un poco y se dirigió a la cocina. Alimentando a sus seis balas.

[...]

Dos semanas pasaron desde el pequeño evento entre Bruno y Adrienna. Las conversaciones se hicieron un tanto incómodas entre ellos dos, aunque siguieron conversando. Conforme fue pasando el tiempo sus conversaciones se fueron normalizando, aveces habían silencios incómodos, hasta que algún comentario de uno de los dos chicos rompiera el silencio haciendo el pequeño cuarto explotar en carcajadas. Conociendose un poco mejor gracias a esas pequeñas pláticas.

Bianca, o La señorita Russo como le decían en ese hospital. Sonreía ampliamente al ver a los dos jóvenes cada vez más unidos. Le alegraba verlos interactuar tanto, verlos cada vez más juntos...

En cambio Giorno, estaba cada vez más apurado por salir, ya había usado a Golden Experience para sanarse por completo; pero, como lo supuso, todavía no lo dejaron salir. Aunque ya podía salir de la habitación con la autorización de los doctores.

Bruno y Adrienna se veían todos los días, siendo cada vez más cercanos y conociéndose más. Esas visitas podían considerarse como citas informales. O eso creía la señorita Russo.
La chica estaba cada vez más sonriente, siempre que visitaba a sus padres se mostraba de muy buen humor, cosa que alegró a Gerardo y a su esposa. Nunca habían visto tan feliz a su hija desde su separación con Antonio.
Hablando de él, Adrienna estaba tan feliz, que logró hacer las paces con Antonio, volviéndose su amiga; cosa que extrañó y alegró al chico.
Los días de todos eran cada vez mejores...
Giorno finalmente se recuperó por completo y pudo regresar con su equipo. Narancia lo envolvió en un fuerte abrazo, Fugo se acercó y posó una mano en su hombro en muestra de alivio por el chico. Mista rió un poco antes de acercarse a Giorno y brindarle una sonrisa.
Abacchio, por su parte y por más sorprendente que fuera, tocó el hombro del joven, torciendo sus labios en una sonrisa. Demostrando su respeto y preocupacion por Giorno...

[...]

Todo parecía mejorar para todos, Bruno cada vez estaba mejor; llegando a un punto en que ya podía levantarse de su cama sin problema alguno, los doctores estaban orgullosos del progreso del chico, y Adrienna estaba más feliz que nunca de ver a Bruno tan recuperado. Y él, estaba más feliz que nunca al ver de tan buen humor a la hermosa mujer que ahora veía todos los días...

[...]

El equipo de Bruno seguía esperando a su líder, estaban impacientes por que volviera. Cada vez faltaba menos para verlo. Pero por el momento, solo quedaba ser paciente y esperar su llegada.

Giorno aprovechó ese tiempo para poder saber porqué ese hombre los había atacado, él estaba bastante confundido y estresado. Mista y el resto del equipo se decidieron a aydar a Giorno sin pensárselo dos veces...

[...]

Bruno, quien ya podía mantenerse en pie, estaba cada vez más cerca de salir. Las pláticas de Bruno y Adrienna eran cada vez más fluidas, y los dos jóvenes se estaban acercando cada vez más, y cayendo cada vez más enamorados...

Pasaron alrededor de dos semanas, y Bruno finalmente se recuperó completamente.
La señorita Russo le dio de alta y finalmente pudo irse del lugar. En la puerta de salida estaba ella, Adrienna Rossi, la chica que para estos momentos ya era completamente una amiga de Bruno, pero de la que todavía estaba enamorado...
La chica se abalanzó sobre él, envolviendolo en un fuerte abrazo que este correspondió casi al instante, enterrando su cara en su cuello y hacerla girar un poco levantandola por la cintura. Ella rió un poco y besó su mejilla, haciendo a Bruno sonrojarse intensamente, cosa que le causó cierta gracia a la chica.

Los dos se apartaron después de unos pequeños segundos, pero no soltandose. Adrienna tenía sus manos posadas detrás del cuello de Bruno, y éste, tenía sus manos descansando en la cintura de la joven.
Ambos se miraron a los ojos sonriendo ampliamente.

Ahhhh la inercia, esa cosa que puede actuar de varias formas. Y esta vez, hizo que los dos jóvenes se acercaran cada vez más cerca hasta llegar a un punto en el que estaban a sólo centímetros de distancia. Aunque esta vez, no pasó más que eso. Se separaron un poco, y Bruno solamente besó suavemente la frente de Adrienna.

- ¿Podemos volver a vernos algún día?- Preguntó Bruno con un cierto toque de esperanza y romance hacia la chica.

- ¡Seguro! ¿Cuándo y dónde nos podemos reunir?- Dijo Adrienna luego de una pequeña risa y una mirada un tanto indescifrable en ella.

- ¿Qué te parece mañana a las seis?- Dijo Bruno antes de besar su mejilla. - Yo pasaré por ti...- Sonrió ampliamente y volvió a abrazar a la chica.

- Me parece una idea fabulosa - Dijo Adrienna, correspondiendo al abrazo.

Y volvieron a permanecer así una tercera vez, envueltos en un fuerte y cálido abrazo, sin soltarse.

Esos dos chicos estaban totalmente enamorados, y estaban comenzando a admitirlo...

le ombre dell'amore (Bruno Bucciarati x OC)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora