Capítulo 7

9 1 0
                                    


 ¨Tutto il problema della vita è dunque questo: come rompere l a propria solitudine, come comunicare con gli altri¨


Todo el problema de la vida es éste: cómo romper la propia soledad, cómo comunicarse con otros¨Cesare Pavese, Diario.


Belgrano

Años de oscuridad

Escindida en mitades: una, la niña que corría por su campo y otra, la adolescente, a la que encarcelaron en una casa de Belgrano.

En el momento en que abro la puerta de calle, tengo la sensación de que el pasado y el presente se entremezclan en mis pensamientos.

Me envuelve un halo de caos y desesperación. El vacío se apodera de mí y un velo oscuro me vence una vez más.

Hay días en que el pasado se nos presenta de pronto, despiadado.

Los años aquí en esta casa fueron de una agonía eterna.

Simplemente dejé de existir, de ser yo, Victoria Dávila.

La memoria es sórdida, astuta y maléfica. Creemos poder atesorar recuerdos dentro de ella, como si fuera una scatola me gusta cómo suena esta palabra que significa caja, como si fuera la scatola di Pandora se vuelve a abrir y de ella salen todos los pecados pasados y trato de cerrarla para que no se escape la esperanza y con ella el amor verdadero.


¿Mamá, acá vive papá? era la pregunta recurrente de Tizi.

No, Tizi. Acá viví con la abuela cuando yo era adolescente le contesté.

¿Qué es ser adolescente?

Cuando uno deja de ser un niño y todavía no es un adulto. Cuando se cumplen los trece años y dura hasta los dieciocho. Y...

¡Mamá, mamá, hay una hamaca acá también! gritó feliz.

Corre hacia el jardín lleno de árboles, oscuro y frío.

Y repito en voz baja otra forma del mismo poema:

Este árbol que no es de duraznos dulces,

Es un árbol de amargos limones,

pero igual te vuelves a hamacar

con las mismas ganas y ansias,

con la inocencia y la pureza que

brilla tu luz eterna que no descansa.

Y vas y vienes,

Y vienes y vas,

te hamacas cada vez más alto.

Y ruego que no sufras,

que nunca tengas que sufrir.

Y le pido al cielo te regale un padre

que te ame y te proteja.

Y me pregunto: "¿Dónde estás? ¿Por qué no puedo volver a encontrarte?¿Estarás muerto, Lucca?"

Tizi, es casi de madrugada. Vamos a dormir. Mañana te hamacas todo lo que quieras.

¡Ufa! Yo no tengo sueño, no quiero dormir acá. ¡Quiero ir a mi casa!

Y empezó a llorar. Estaba cansado, lleno de emociones que lo confundían. Había dormido todo el viaje y ahora estaba desvelado.

¡No quiero entrar a esta casa! ¡No quiero!

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Jun 14, 2020 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

La sonoridad de tu vozWhere stories live. Discover now