- Capitulo 5 -

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- Becky no comas más - dijo Josh con severidad-. Me harán falta por lo menos doscientos para la torre de pasteles. -

-Te estoy ayudando -dijo Becky con la boca llena de pastel de chocolate con cobertura de mantequilla. Llevaba la melena castaña recogida en una cola de caballo alta. Con su silueta esbelta enfundada en una camiseta, vaqueros y zapatillas, no parecía una mujer de negocios próspera sino más bien una alumna de instituto.

Josh miró inquisitivamente a su prima a los ojos. Los tenía marrón-violeta.

-¿En qué me ayudas exactamente?-

-Me ocupo del control de calidad. Tengo que asegurarme de que son lo bastante buenos para los invitados de la boda.-

Con una sonrisa socarrona, Josh pasó el rodillo de aluminio por el dulce de caramelo rosa.

-Y bien, ¿lo son? -

-Son malísimos. ¿Puedo comerme otro? ¡Por favor...! -

-No. -

-Okey, pues te diré la verdad. Entre comerme este pastel y ver pelearse a Ryan Gosling y a Jon Hamm por el privilegio de acostarse conmigo, me quedo con el pastel. -

-Ni siquiera están terminados -dijo Josh-. Voy a cubrirlos con fondant y a adornarlos con rosas de color rosa, hojas verdes y gotas de rocío de azúcar. -

-Eres el genio de la pastelería de nuestros tiempos. -

-Lo sé -dijo alegremente Josh

Cuando el fondant tuvo unos tres milímetros de grosor, se puso a cubrir con él los pasteles y a eliminar el sobrante con una espátula. Llevaba más de dos años trabajando en el bed and breakfast de Becky. Él se ocupaba de la cocina, de hacer la compra y de los pedidos, mientras que Becky llevaba las cuentas. Inmediatamente después de la ruptura del breve pero desastroso matrimonio de Josh, Becky le había hecho una oferta que incluía una participación en el negocio. Al principio, todavía trastornado por el final de su matrimonio, había dudado.

-Acepta y nunca te arrepentirás -le había dicho Becky-. Es lo que te gusta hacer, cocinar y planificar los menús sin tener que ocuparte de nada más. -

Josh la había mirado, indeciso.

-Con lo que acaba de pasarme, tengo miedo de comprometerme, sea con lo que sea. Incluso con una oferta tan tentadora como esta.-

-Pero te estarías comprometiendo conmigo, con tu prima favorita -lo había animado Becky.

Josh se abstuvo de decirle que, técnicamente, solo eran primos segundos y que, además, de todos los primos Dun, Becky no era precisamente su favorita. De pequeñitos, Becky, que era un año menor pero infinitamente más segura y audaz que él, lo intimidaba.

Una cosa que Josh y Becky tenían en común era que se habían criado en familias monoparentales: a Becky la había criado su madre y a Josh su padre.

-¿Tu papá se marchó de casa? -le había preguntado Josh a Becky.

-No, tonto. Los papás no se van de casa. -

-Mi madre se fue -había replicado Josh, encantada de saber por fin un poco más de algo-. No la recuerdo. Mi papá dice que un día, después de dejarme, se fue y nunca volvió. -

-A lo mejor se perdió -sugirió Becky.

-No. Dejó una carta de despedida. ¿Adónde se fue tu papá? -

-Está en el cielo. Es un ángel con unas alas grandes de plata.-

-Mi abuela no cree que los ángeles tengan alas. -

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⏰ Última actualización: Jun 02, 2020 ⏰

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