capítulo 3

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Capítulo 3: ondas en el tiempo

Yamamoto miró a Mito sentado en la cómoda cama. De hecho, parecía vieja y su cuerpo se mostraba igual con las arrugas. Sus ojos agudos también mostraban la lucha en ella, así que eso era un poco de consuelo. La mujer estaba feliz de verlo a él y a la pequeña Kushina. La pobre muchacha se sorprendió al verlo y habría hecho una broma sobre Yamamoto siendo viejo si no fuera por el hecho de que iban a ver a Mito. De hecho, Kushina estaba feliz de que lo estuvieran porque no entendía por qué no podía quedarse con Mito desde el principio. No es que ya importara ya que Yamamoto se había ocupado del problema particular con el Hokage.

"Te ves bien considerando todas las cosas", comentó Yamamoto con Mito sonriéndole.

"No soy demasiado viejo para estar completamente en cama y todavía puedo lanzar un golpe cuando sea necesario", respondió Mito con Yamamoto, le sonrió y el hecho de que no había perdido el infame ingenio Uzumaki.

Aún así, era hora de ponerse serios.

"¿Cómo han estado las cosas desde que Hiruzen se hizo cargo como Hokage?" preguntó Yamamoto con su sonrisa desaparecida y el ceño fruncido en su rostro barbudo.

"Malo. Konoha está mostrando un lado muy feo de sí mismo. Me temo que solo crecerá y empeorará mucho después de que esté muerto", respondió Mito con Yamamoto asintiendo.

No tienes idea, Mito. Desearía poder decirte la verdad, pero temo lo que le haría a tu corazón ', pensó Yamamoto para sí mismo.

"Los amigos del Clan Uzumaki están disminuyendo entre la población. Tanto civiles como shinobi a quienes conocí desde que estoy aquí están muertos, en misiones a largo plazo, o han abandonado Konoha porque ven lo que hago. Me duele ver este lugar ser menos amigable con mi clan ", agregó Mito con Yamamoto gruñendo de ira y agarró su bastón con fuerza.

"Todavía tienes tu clan en Uzu. No necesitas quedarte aquí para tu crepúsculo", le ofreció Yamamoto con Mito sonriéndole.

"Gracias, pero no gracias Yamamoto-sama. Mi lugar está aquí. Con Tsunade, Kushina y contigo en la casa que construyó mi esposo. El pueblo que ayudamos a construir", respondió Mito, mientras sonreía levemente al recordar a Hashirama. , y su constante devoción por ella.

"Cuando mueras, recibiré tu cuerpo de regreso a Uzu para ser enterrado con honor. Te lo mereces", dijo Yamamoto con Mito un poco triste al escuchar eso.

"No con mi esposo", comentó Mito con el tono de su rostro.

"En cualquier otra circunstancia, estaría de acuerdo en que deberías ser enterrado aquí junto a él, Mito. Pero en estos tiempos oscuros que amenazan a nuestro clan, no me atrevo a pensar qué pasaría con tus restos si te quedaras aquí con aquellos con una ética cuestionable", respondió Yamamoto. con Mito estremeciéndose ya que tenía una idea de quién estaba hablando.

"Sabes algo. Algo que tienes miedo de decirme. Que no quieres que Kushina o incluso Tsunade lo escuchen todavía", dedujo Mito con Yamamoto asintiendo.

"¿Quieres oirlo?" preguntó Yamamoto con Mito asintiendo lentamente.

"Necesito saber", respondió Mito con Yamamoto suspirando.

"Konoha trató de traicionar a nuestro clan no hace mucho tiempo después de tomar Kushina aquí. Fuimos atacados por el enemigo Shinobi de las otras cuatro aldeas juntas contra nosotros. Usaron un movimiento de pinza con la fuerza principal atacando desde el frente y otro equipo usando uno de los túneles secretos para lanzar un ataque sorpresa desde atrás. Los sellos en lugares clave para la detección y activación de trampas en ciertas áreas fueron desactivados o destruidos antes de los ataques. La entrada secreta a Uzu fue la misma que Jiraiya usó para obtener acceso a Uzu y pocos fuera de nuestro clan lo sabían. De hecho, los únicos en Konoha que sí lo saben son usted, yo, Kushina, Jiraiya, Orochimaru, Hiruzen, sus compañeros de equipo, Danzo y la escolta ANBU con la que Jiraiya vino durante su corta estadía. permanecer,"explicó Yamamoto con Mito luciendo preocupada y temerosa de que su clan perdiera miembros de tal ataque.

Viaje al pasado  [FINALIZADA] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora