「12」

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// Pongan la canción cuando les diga.//

El joven caminaba por la casa, no podía dormir aunque lo intentó, además de que Argentina era un flojo y no se despertó. Así que no tenía nada que hacer, por lo que al final decidió subir a la azotea, era relajante sentir la brisa en su rostro, ver las hermosas estrellas que brillaban en el cielo. Se recargó en el barandal, que por más que dijeran que era una cabaña parecía una mansión.

Esos recuerdos volvieron a la mente del tricolor, sentía que había algo raro, sentía que...faltaba algo. Su mirada subió de nuevo a las estrellas, sonriendo levemente. Tomó con fuerza el barandal, cerrando los ojos nuevamente mientras dejaba su cuerpo relajarse, todos esos recuerdos volvían a su mente.

Sus ojos miraban fijamente el suelo, desde donde estaba todo se veía pequeño. La brisa fría recorría su cuerpo, dándole pequeños escalofríos en la espalda, sus mejillas y nariz enrojecidas, su cabello despeinado.

– No sé bien como decir como me siento...esto será ridículo, pero se terminará. Yo no soy tan valiente ni tan fuerte... –

Mordió su labio, cerrando los ojos unos segundos. Se deshizo de la simple bufanda que llevaba, subiendo a aquel barandal...aquella brisa le ayudaba a relajarse, relajó su cuerpo y se dejó caer...

– México, no sabía que estabas aquí, ¿No puedes dormir? –

Una voz a sus espaldas lo sobresaltó, haciendo que abriera los ojos de golpe y su primera reacción fue lanzar un ataque, que logró ser esquivado del contrario por poco. Ambos se miraron unos segundos, antes de que empezaran a reír juntos.

– Lo siento Rusia, no te había visto y con lo que ha pasado...solo estaba algo tenso. – Una sonrisa cálida asomó en los labios del tricolor, siendo devuelta por el soviético, que se acercó tranquilo a donde el otro, recargandose de igual forma en el barandal del lugar.

– ¿Y que haces aquí tan noche? Yo creí que todos estaban dormidos, supongo que pensamos lo mismo. –La mirada perdida del mexicano llamó su atención, pero decidió callar por el momento.

– No podía dormir, así que solo vine a apreciar la vista. Las estrellas se ven tan hermosas esta noche...en la ciudad nunca las puedo ver porque hay contaminación o simplemente te centras tanto en otras cosas, que olvidas por completo lo hermosas que se ven cada noche. Es algo...que deberíamos apreciar. – Un pequeño dolor en su pecho se presentó en ambos países. Esas últimas palabras, sabían quién las solía repetir. – Supongo que tú también lo recuerdas, ¿No? –

– Sí. Desde pequeños nos enseñó eso, aunque poco a poco de alguna manera lo olvidamos...tal vez fue por el dolor al recordar que no volveremos a ver las estrellas juntos. – Una ligera risa salió de los labios del ruso, bajando la mirada. El tricolor al notar esto, por unos segundos acarició la mano del otro, mostrándole una sonrisa.

– Oye México, ¿Cómo conociste a mi padre?... – Aquella pregunta hizo que el mexicano desviara su mirada a las estrellas de nuevo, una ligera sonrisa melancólica apareció en su rostro.

...y se dejó caer.

– ¡Espera, no lo hagas! – Una voz interrumpió toda aquella calma que había, volteando enseguida unos segundos, viendo a un hombre correr a toda velocidad hacia él. Sintió como lo rodeó con sus brazos, como ambos empezaban a caer. – No lo harás. –

El tricolor estaba sorprendido, sintiendo las lágrimas salir. ¿Porqué ese tipo se tiró sin dudarlo para alcanzarlo? Pero dejó ese pensamiento fuera y sacó aquellas hermosas alas que tenía, dejando al otro sorprendido por unos segundos, sintiendo como el tricolor antes dispuesto a caer, ahora volaba, llevándolo a la azotea del edificio de nuevo.

"Take my hand"【 Rusmex 】Donde viven las historias. Descúbrelo ahora