"Take my hand"【 Rusmex 】

「16」

CIA se encontraba en la habitación de México, poniendo aquellas cámaras a petición de ONU. Las escondió lo mejor que pudo y puso cuantas le parecieron adecuadas. El mexicano se encontraba dormido, lo miró unos segundos con pesar.

Sus colores casi extintos le causaban algo de tristeza. Lo conocía como un país muy alegre, que no solía rendirse, eso lo sabía muy bien porque se había "enfrentado" varias veces con él cuando estaba molestando a Estados Unidos. Y ahora estaba ahí agonizando, con ese veneno quitando todo lo que le quedaba de vida, que ya no era mucho.

Simplemente suspiró, dejando aquellas flores que USA le había mandado al mexicano. Miró unos segundos más al chico, antes de salir de la habitación, dejando dos agentes frente a la puerta, para permitir que no entraran más que el propio OMS y los doctores que tenían permiso.

Mientras tanto en la sede de ONU, el ruso se encontraba recostado en su cama, habían pasado de nuevo ya dos días de la noticia de que México moriría si no lograban hacer nada. Estaba agradecido con OMS por poner todo su esfuerzo en investigar que era ese veneno y como contrarrestarlo, pero intentaba recordar aquella cosa de los lazos y su preocupación no lo dejaba pensar, así que estaba frustrado.

Y por una extraña razón, solo recuerdos acerca de su padre estaban apareciendo en su mente, cosa que le confundía un poco. Quitó su ushanka y revolvió sus cabellos con desesperación, como si eso le ayudara para recordar algo o al menos despejarse un poco.

Pero se detuvo al percatarse de algo. Eran conversaciones importantes...era su padre hablando con los que eran parte de los cinco. Los veía como sombras, a excepción de su padre y Canadá, pero parecía que uno de ellos estaba peleando con los demás, no podía distinguir bien lo que decían.

Luego vio cómo ese se fue, quedando los cuatro nada más. Entonces por alguna razón, puede escuchar con mayor claridad.

- No podemos hacer esto sin él, ni siquiera hemos logrado tener los lazos, será una pérdida de tiempo. - Una de las sombras parecía estar enfadado. ¿Qué era lo que intentaban?

- Solo será unos momentos, para poner a prueba mi poder. - Su padre fue quién habló esta vez, luego otra voz interrumpió.

- Pero nos arriesgamos a que si no lo controlas, puedes terminar dañando nuestros recuerdos. - El dueño de la voz se cruzó de brazos con preocupación.

- Arriesgar todo por una prueba es muy...no sé. Pero, si sale bien, supongo que no estaría mal. - Canadá sonrió un poco ante la idea.

- Haber, haber, si lo vamos hacer, dinos de nuevo acerca de los lazos que no estaba poniendo atención. -

- Los lazos son las relaciones entre los países...pero son aquellas que tienen mucha fuerza, en aquellas que confías ciegamente en la persona. Normalmente, los lazos surgen cuando encuentras a la persona con quién estarás y amarás, pero también en relaciones amistosas de entera confianza. -

- Bueno, ¿Y eso que tiene de poderoso? -

- Que una vez creados, los lazos no se romperán, puede parecerlo, pero pueden incluso superar a la muerte. Y eso es importante. Les explicaré con detalle. Canadá y tú... -

No alcanzó a escuchar el nombre que dijo su padre y ahí se acabó el recuerdo de golpe. Eso era la conversación completa de lo que había recordado el otro día, pero se quedó pensando unos segundos. No tenía idea de como funcionaban, pero sin duda eso le ayudaría a ONU.

Se levantó de la cama y enseguida caminó hacia afuera del lugar, en busca de la organización. Se topó con Francia e iba a pasar de largo, pero notó que estaba algo inquieta así que se detuvo unos segundos.