•° Serendipia °•

💚3💚

El corazón de JingYi quería explotar de emoción. Lo que siempre imaginó estaba pasando, un delicado pero lleno de sentimiento beso. Sus labios eran muy suaves y aunque sentía que SiZhui temblaba un poco lo abrazó un poco más fuerte para que tenga más confianza y lentamente fue dejando de temblar. En verdad que era mejor que todo lo que había imaginado, de todo lo que le hubiese pasado por la mente. Sabía que se haría adicto a esos besos, por eso cuando se separaron sintió ganas de besarlo un poco más, pero el castigo los seguía esperando y si tardaban más de seguro sospecharían.

Y así fue como ambos salieron de la biblioteca y se dirigieron a dónde tenían que estar parado de manos y escribir las reglas.

Después de ello, vigilando de que nadie los viera, se fueron a sus habitaciones agarrándose las manos.

Ya era de mañana y JingYi se dirigió a velocidad a la habitación de su amado.

De nuevo, su corazón quería saltar de la emoción y su estómago estaba lleno de maripositas que revoloteaban, sus manos sudaban un poco, pero era porque estaba muy ansioso de ir donde SiZhui y comprobar que lo que había pasado ayer no fue un simple sueño.

Lo malo fue que iba casi corriendo, pero por suerte parecía que los dioses se apiadaron de él y nadie lo vió.

Tocó la puerta con insistencia y espero a que le abrieran. Solo pasó unos 30 segundos y ya quería derribarla, sin embargo una dulce voz paró su pensar.

—Ya abro.

Así, segundos después la puerta se abrió delicadamente y pudo vislumbrar al joven frente a él. Sus ropas eran tan nítidas como siempre, sus ojos lo observaban también con detenimiento y pudo ver un pequeño brillo en ellos, sus labios formaban una tímida sonrisa y sus mejillas se colorearon de un hermoso rosa.

No espero más para abalanzarse sobre él y repartir besos por todo su rostro.

"Quién hubiese pensado que me volverías tan meloso"

Sintió como el más alto soltó pequeñas risas por la acción y solo lo arrastró adentro de su cuarto y como pudo cerró la puerta para que así nadie los viera.

—Buenos días, A-Yi ¿Dormiste bien?— el nombrado asintió con energía.

—¡¿Eso quiere decir que te puede decir A-Yuan?!

—Por supuesto— dio otra linda sonrisa que le derritió el corazón.

—A-Yuan... No sabes cuánto quise llamarte así— se separó un poco, tomó sus manos y las besó delicadamente. De nuevo, SiZhui solito una pequeña risa, ahora parecía captar que SiZhui estaba tan nervioso que solo daba tímidas risas.

"Es tan lindo"

—Bueno, vamos a seguir con nuestras tareas, ya sabes que andamos más ocupados, ya que pasado mañana vienen los jóvenes amos— habló con suavidad y dirigió su mirada hacia la puerta.