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—No me siento... Bien — terminando de decir eso corrí al primer balde que vi y vomité. Tenía años que no sentí está asquerosa sensación en la garganta, es completamente horrible.

—Efectos secundarios, estarán bien —levante el rostro del balde en el que había vomitado y mire a aquel sujeto demente como si no hubiese dicho eso en serio.

—¿Dónde está Eliot? —el hizo una expresión bastante graciosa a mi parecer, ya que levantó su boca en una forma de trompita, y me señaló al fondo del lado contrario al que yo me encontraba.

Eliot estaba desmayado.

Vaya Alfa.

—Chica, ¿Sabes lo que acabas de hacer? —yo asentí ante tal cuestionamiento mientras sentí aquellas ganas de vomitar nuevamente —, acabas de confinar tu alma con ese chico, le perteneces hasta que él se sienta conforme con tu servicio. Acaban de enlazarse.

—Ya lo sé, pero esto solo es temporal.

—Como digan.

Me levanté en cuanto me sentí bien y camine hacia donde estaba el que de hoy en adelante, pero no por mucho tiempo, se proclamaría como "Mi Alfa", al estar frente a su cuerpo lo admire, al menos su rostro, su cabello,  y...

Oh mierda.

Esto debía de ser una jodida broma del destino, no podía ser posible, acababa de cometer suicidio, definitivamente acababa de firmar mi sentencia de muerte. Trate de tranquilizarme pensando que solo fue un error lo que vi, pero, para comprobar me acerque más a Eliot y levanté un poco del cabello que caía sobre su cuello y pude admirar que, no era un error.

Él tenía una marca sobre su cuello al igual que yo.

—¡Mierda! —me aleje de su cuerpo y tome mi cabeza entre mis manos de la desesperación.

Yo no sabía mucho de las costumbres de los licántropos, pero una de las pocas cosas que si sabía, era que los lobos marcaban a las que consideraban sus lunas o sus parejas justo en el cuello, con la estúpida intención de que se fueran fieles unos a otros, o al menos es lo que sabía acerca del tema; hasta este punto todo es normal, sin embargo, hay una estúpida ley que dicta que ningún Alfa o Beta debe de ser mordido por su pareja.

Si, la marca solo podía aplicar a la persona "no dominante" dentro de la relación, y en este caso, aunque no seamos pareja, yo soy la persona "no dominante". 

Ante los demás, yo acabo de marcar a un Alfa, y no a cualquiera, sino al único Alfa verdadero que quedaba en todo el mundo.

Estoy muerta.

¿Qué sucede niña?, ¿Por qué estás así?

—Yo, él... Marque a Eliot — Al parecer, Thomas se sorprendió ya que corrió a ver el cuello de Eliot para comprobar la atrocidad que le había mencionado.

—Por la diosa luna, pero, ¿Qué demonios paso?, Hice correctamente el contrato —ambos estábamos estupefactos, habíamos cometido un crimen, uno en el que la palabra del Alfa no era tomada en cuenta, los que decidían la sentencia eran los viejos del consejo, quienes seguramente pedirían mi cabeza en charola de plata, y la tendrían, porque si antes no podía irme, ahora esa opción era más que imposible.

—Deshazlo, rompe el contrato, vamos, ¡Hazlo! —mi desesperación llegó a tal grado que agarre a Thomas de la camisa y le suplique aquello.

—Lo siento, no puedo hacer eso, el hechizo se sello y ya no puedo deshacerlo.

Cuando creí que mi colapso terminaría con mi vida, Eliot despertó, nos miró y frunció su ceño.

—¿Qué está pasando? —no sé porqué, pero escucharlo solo hizo que las ganas de llorar se apoderará de mi, ¿Por qué demonios quería llorar?, Yo, nunca lloró.

—Pasa que acabamos de condenar a muerte a tu novia. —la cara de aquel Alfa se llenó de confusión, mientras yo estaba en el suelo tratando de no llorar como una niña pequeña.  Eliot se levantó y camino hacia un espejo que estaba en la pared detrás de un mueble de madera, tardo algunos minutos examinando su cuerpo hasta que dio con eso.

—Mierda...

—¿Qué vamos a hacer? —mi voz apenas y era clara, estaba tan asustada que sentía como el aire apenas y entraba a mi sistema —, van a colgarme, no, van a quemarme viva.

—No van a hacer nada de eso, cálmate —Eliot se acercó hacia mi y me tomo en sus brazos en un tipo de abrazo reconfortante —, arreglaré esto. La marca solo es un tatuaje de la magia que Thomas uso, por lo tanto no tiene las propiedades que una verdadera marca, ¿Cierto?

—Eh, no lo sé, yo apenas y puedo olerlos, y ella no es un lobo. No puedo saber si la marca en verdad es física o solo es mágica, tendrás que cubrirla, al igual que tu aroma hasta que alguien de confianza te confirme esa teoría — Eliot asintió, camino conmigo hasta el sillón nuevamente y me dejó ahí para poder ir con Thomas a no sé dónde, claro no sin antes decirme que esperará.

Sinceramente, trate de relajarme, pero parecía algo casi imposible y al lo único entretenido que encontré en estos momentos era mirar el techo, mientras lo hacía acerque mi mano a mi cuello, pase cuidadosamente mis dedos por aquella marca que parecía tan real, dos perfectos agujeros.

—Nos vamos — asentí, me levanté, me despedí de Thomas y salí de aquel lugar con Eliot a mi lado. Naturalmente, pensé que nos iríamos como llegamos, en la camioneta.

Pero Eliot tenía otra cosa en mente.

—¿A dónde vas? —cuestiono mientras se detenía y comenzaba a desabotonar su camisa.

—A tu manada, a resguardarme de que me corten la cabeza.

—Iremos de otra forma, de una más rápida.

Oh no, no pienso hacerlo.

En cuanto esté tonto se quitó la camisa y quedo solo en pantalones, ya que también se había quitado los zapatos, comencé a escuchar aquel crujir de huesos tan característico de la transformación que tenía un licántropo. En cuestión de segundos ya tenía frente a mi a aquel intimidante lobo negro con ojos rojos.

—Ni de loca voy a ir sobre ti, te veré allá —la idea no pareció agradarle así que se adelantó y se cruzó en mi camino, colocándose justamente frente a mi —. Dije que no. — un gruñido fue todo lo que obtuve de respuesta, así que no me quedó más, recargue mis manos sobre su pelaje dándole un pequeño tirón para que me dejara subir, porque si, él era bastante grande en esa forma, Eliot pareció comprender y se colocó a una altura más baja, casi llegando al suelo, y subí, claro, con su ropa entre mis manos.

—Ve despacio, aún tengo náuseas —creo que logro captar mi idea, pero al igual que antes, solo recibí un gruñido de su parte antes de irnos.

Voteeeen, please.

Esclava del Alfa. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora