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¿De verdad este tonto creía que yo aceptaría algo tan bajo como ser esclava de alguien como él?, ¿De algo cómo él?, No está en mis planes ser la "pareja" de alguien. 

—No, esa es mi respuesta; me niego a ser envuelta en la mentira que quieres vivir, ese es tu problema, no el mío — mi voz fue firme y eso me hizo sentir orgullosa, podré no igualarlo en fuerza o velocidad, pero no le tengo miedo, y esa es un arma de dos filos.

—No tienes de otra, chiquilla. O sales de aquí como mi luna, o como un cadáver, tu decides.

Maldición. Lo odio.

—Búscate a alguien más, ¡Eres un Alfa!, Cualquiera se moriría por estar contigo aunque sea una farsa — si, ya estaba bastante desesperada, necesitaba irme, y siendo realistas, jamás iba a largarme de aquí si mi libertad no me era otorgada por este zoquete.

—No estás entendiendo el punto. Necesito a alguien... Como tú — vaya, su tono lleno de desinterés cuando mencionó eso solo me hizo creer que lo hacía para fastidiar y no porque verdaderamente le fuera de ayuda —, ¿Sabes que puedo obligarte, cierto?, Si fuera por mi, te hubiese reclamado, y te hubiera hecho mi mujer a la mala como se ha dado a lo largo de la historia, pero te estoy dando a escoger, colma mi paciencia y no tendré otra opción que hacer aquello que no quiero.

Oh no, ni te atrevas.

—¿Por qué yo?, Ni siquiera me conoces, ¿Por qué una fugitiva que posiblemente sea una ladrona, asesina y muchas más cosas? —está situación me estaba agotando y a pesar de todo, no lograba entender del todo, ¿A caso no hay hembras de su talla en su manada?, Hay tantas chicas bonitas que quisieran estar con él, incluso solo por interés, por el título.

¿Y me lo propone a mi?

Porque no tienes de otra, chiquilla. No quiero mujercitas que estén conmigo por interés, porque en el fondo una vez que se acostumbren pensaran que puedo darles más y eso no va a pasar, o intentarán delatarme. Quiero alguien fuerte, alguien digna de ser una luna, pero que sepa la verdad y que sepa disimularla en público. Sé que tú no buscaras quedarte, y por eso tú eres la indicada para el trabajo — no sabía que responderle, me había dejado sin palabras —. Además, es algo que te conviene tanto a ti como a mi, yo te perdono la vida y tú me sirves por cierto periodo de tiempo, fácil.

—Claro, y tendré que aguantar todas las posibles humillación, además de hacer todo lo que a ti se te pegue la gana, ¿O no?

—Correcto. —me cabrea que sea tan confiado y egocéntrico, odio a este sujeto, si ya lo odiaba antes, ahora lo hago muchísimo más, a niveles que jamás había sentido.

—Mi respuesta sigue siendo no, no voy a ser una luna, y mucho menos la tuya... — sé que él iba a contestar, pero, nuevamente entro se beta y el rostro del Alfa se suavizó, una sola palabra cruzo por mi mente en ese mismo instante.

Bipolar.

—Eliot, encontramos a una desertora, una de verdad. —Oh, carajo.

¿Una desertora?, ¿Una de verdad?

Llévame con ella de inmediato —Eliot, se encamino hacia donde estaba su beta y justo antes de que se cerrará la puerta, los seguí, camine a la par con ellos hasta que llegamos al calabozo donde me tenían hace un rato —. ¿Y tú?, ¿Qué quieres?

Nada. — al parecer mi respuesta le dio igual, o simplemente se encontraba pensando en algo más, ya que nunca recibí una respuesta de su parte.

Jordán abrió la puerta de aquel lugar con un tipo de gancho, creo que los cables que yo le había pegado a la puerta seguían ahí y por eso no abría con su mano. En cuanto abrió todos pudimos ver a una chica... Más bien una niña que no pasaba de los quince años, ¿Ella es una desertora de verdad?

—Bien — Oh, esa voz —, dime niña, ¿Dónde está el resto de los tuyos? —Eliot se acercó al cuerpo amarrado de aquella chica y le levantó las mangas que cubrían sus brazos, dejando ver unas marcas que indicaban ser sellos, eso confirmaba todo, ella era parte de ese clan.

—¿Crees que te voy a decir, imbécil? —Genial, ya vi como me escucho cuando digo malas palabras, ¿En serio me veo así?

Me distraje de mis pensamientos al escuchar su grito de dolor debido a la electricidad que viajaba en su cuerpo; si, esa cosa dolía muchísimo. En cuanto la carga terminó, las lágrimas empezaron a desbordarse de sus ojos.

—¿Entonces?, ¿Vas a hablar?

—Jamás, así muera no sabrán nada por mi — no tuviste que decir eso, acabas de cavar tu tumba.

—Jordán, dale a esta invitada un trato especial, ya sabes, que escupa todo —no hubo respuesta de parte del beta, solo se alejo y se limito a cumplir las órdenes dadas por su Alfa. Próximamente Eliot me tomo del antebrazo y me saco de aquel lugar, y tuve cierta idea del porque, en cuanto nos fuimos los gritos de aquella niña comenzaron a sonar, cada uno más fuerte que el anterior, todos recordándome cada tortura que yo tuve que pasar. No pude con ello, así que me detuve, Eliot jalo de mi para que avanzará, pero no lo hice.

—Detente, no la lastimes.

—Es una desertora.

—¡Es una niña! — sentía la impotencia recorrer mi cuerpo, y un nudo en la garganta al saber el destino que le deparaba a esa chica si nadie trataba de abogar por ella —, es una niña, una que tal vez no tuvo otra elección que formar parte de esos despiadados seres.

—Por si no lo sabes, estamos en una guerra que debemos ganar, y esa "niña" tiene información que nos puede ayudar para salvar a más niños inocentes que morirán a no ser que ella nos diga todo — ¿Una guerra?, Pero, los desertores, es imposible que cumplan con su cometido, ¿O no?

—¿Por que no consultas a una bruja?, ¿O un druida?, ¿Por qué tienes que lastimarla?

—¡Porque no hay mucho tiempo!, ¿Sabes cuánto tomaría sacarle la información por esos métodos?, ¡Meses!, No puedo esperar tanto por una información que no sé cuál es su valor. Se acerca algo grande y mi propósito ahora mismo es salvar a mi manada, a mi raza, al mundo sobrenatural si es posible — Carajo, lo entiendo, lo entiendo. Desea terminar con esos asquerosos seres tanto como yo lo deseo —. Pero eso no es de tu interés, así que, no te preocupes, ya me encargaré de ti.

Volvió a arrastrarme hasta que dimos a otra celda, la abrió y me hizo entrar de una manera algo violenta.

—Bienvenida a tu nuevo hogar, chiquilla. — habló mientras cerraba los barrotes de aquella celda, él iba a irse, pero, aunque sé que tal vez iba arrepentirme de lo que le diría, ya no había de otra.

—¡Espera! —Eliot detuvo su andar y me miró —, acepto tu propuesta.

Mierda.

Voten por favor, y me encantan sus comentarios.
Ahora sí viene lo chido ✨


Esclava del Alfa. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora