Estaba en el jardín, algo desconcertada con todo lo que estaba pasando. El visitante me soltó y miró a su alrededor, dando algunas vueltas, murmurando para sí.
___¿Dónde está? -se preguntaba, o algo así entendía. Miró hacia mi soltando bao de su boca por el frío que hacía, supongo-. ¿Lo sabes?
___¿Dónde está...qué? -le respondí con la misma pregunta, de verdad que estaba desorientada-.
Al oír mi respuesta se llevó las manos a la cabeza, dando toques en sus cienes, cerrando fuerte los ojos y haciendo gruñidos de queja.
___¡Se supone que debería estar aquí! -se llevó la mano sobre su boca-. No, no...¡espera! -ahora dejaba el dedo índice entre sus labios-. Debe estar rota...¡por supuesto! -dio un pequeño salto de victoria-.
Parecía que había descubierto donde estaba su...lo que sea que estuviera buscando. Yo seguía observando, sin decir una palabra.
___¡Vamos, deprisa! -me hizo una señal para que le siguiera-.
Miré hacia atrás, no sabía por qué, pero tenía la sensación de que no iba a volver a ver mi casa por algún tiempo si le seguía. Me cubrí los brazos con mis propias manos por la temperatura tan baja que hacía aquella noche, di pequeños pasos, dudando, pero mi curiosidad era más fuerte de lo que creía. A si que di una última mirada a mi hogar y decidí dar la vuelta, caminando por dónde él había ido. Tocía por el frío, mi garganta estaba seca, le había perdido de vista, me encontraba en una calle sin fin, no habia ni un alma-.
___¡Doctor! -grité-. ¡Doctor! -dije de nuevo desesperada-.
Me paré en medio de la calle, suspirando sin parar. Hasta que sentí una presencia detrás mia, mis manos cruzadas de pronto las sujetaba unas manos cálidas y me susurró al oído-.
___Primera regla: el Doctor siempre está a tus espaldas. -Me dijo para luego poner encima de mis hombros su chaqueta larga-.
No se había ido sin mi, me oyó, o siempre estuvo detrás de mi, pero estaba ahí.
___¿Qué estás buscando exactamente? -le pregunté mientras caminada sobre sus pasos-.
___Ahora lo verás. -Se acercó a mi-. Con permiso. -Rebuscó en los bolsillos interiores de su chaqueta que me habia dado y sacó un dispositivo peculiar, lo activó, o eso creo, e hizo un sonido rarísimo-. ¡Ajá! -dio otro salto de alegría-. ¡Por aquí!
Le seguí acelerando el paso, y unos segundos más tarde tuve que correr para no perderle de nuevo. Llegamos a un parque de niños, a esas horas estaba vacío, suponía que eso era un tipo de ventaja.
___¡Aquí estás! -soltó una carcajada-.
Al darme cuenta del causante de su alegría me quedé algo impresionada. Era una cabina azul de policía, salía humo de su alrededor. Él le dio dos toques contundentes en un lateral y se encendió la luz de la parte de arriba.
___Lo siento, tengo que repararla ahora, pero se puede entrar todavía. -Sacó una llave de su bolsillo y abrió la puerta-. Pasa.
Sin decir nada di unos pasos hacia adelante, dispuesta a entrar para saciar su curiosidad. Para entrar tenía que bajar unas pocas escaleras y así lo hice, hasta que alzé la cabeza.
No podía creerlo, todas las emociones que tenía en aquel momento son muy difíciles de expresar, pero si puedo eplicar lo que estaba viendo; era como otro mundo, una entrada a un mundo paralelo, era un sitio enorme, bastante espasioso quiero decir, en el centro habia un tipo de máquina gigante que iba desde el suelo hasta la punta de arriba con miles de botones y palancas. En los laterales podía ver una escaleras que te llevaban a un piso circular que ocupaba todo el lugar llena de estanterias con libros y objetos desconocidos, y en la parte inferior, un hueco también circular lleno de cables y dispositivos. Todo estaba increiblemente bien iluminado, de tonalidades distintas de azul y un amarillo penetrantes de luces alternativas. Salían también destellos verdes, rojos, de todos los colores que provenían de la máquina principal. Era un lugar precioso y que me cautivaba en todos los sentidos.
___Bienvenida a la TARDIS. -Rompió el silencio con esa frase que me decía mientras yo seguía mirando alrededor-.
___Es...es...
___¿Más grande por dentro? -volvió a interrumpirme-.
___Impresionante. -Contesté justo al terminar él su pregunta-.
___Vaya. -Sonrió algo extrañado-. Creía que eso es lo que ibas a decir, a todos es lo que más les sorprende.
___Todo. Quiero decir...-no me salían las palabras, parecía estar en un sueño-. ¿La TARDIS? -Me acerqué al centro, acariciando con suavidad las palancas-. ¿Qué es?
___Una máquina del tiempo. -Dijo algo exitado-. Puedes ir a cualquier lugar, ¡a cualquier tiempo, fecha, época que quieras! -seguía aclarando con el mismo tono de voz y alzando los brazos mientras se acercaba al mismo sitio en el que estaba yo-.
___Una máquina del tiempo...-dirigí la vista a él-. Un Señor del Tiempo...-quedé algo pensativa sin dejar de mirarle, como las luces iluminaban su cara-. Tiene sentido.
Sonreí sin evitarlo, no sabía si eso era verdad, y si eso era un sueño, era el más fantástico que había tenido nunca.
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Who are you?
Fanfiction» ¿Os he hablado alguna vez de él? Juraría que sí, pero la verdad es que dudo de mí misma a estas alturas. La cabeza me da vueltas y vueltas, a veces salen de mis ojos destellos de color azul, incluso podría distinguir cada estrella en el firmamento...