Lori se despertó dando gemidos de dolor. Sentía un enorme dolor de cabeza, acompañado de uno muscular. Su cabeza parecía estar dando vueltas mientras intentaba observar a su alrededor, no sabía exactamente que le paso para que pasara esto. Lo último en su cabeza era que todos estaban en el jardín esperando algo que iba a ocurrir y luego dolor. ¿Qué fue lo que paso? Ni siquiera podía pensar bien. Estaba más concentrada en el dolor que en otra cosa, cuando quería pensar un poco o recordar escuchaba un silbido en su cabeza. Lo mejor era pensarlo después, por el momento debía despertar a sus hermanos. Todos estaban acostados sobre lo que parecía ser arena. ¿De dónde salió? Puso sus manos sobre está sintiendo la calidez y suavidad, exactamente como la de la playa.
Era muy extraño, aunque no importante. Tampoco el hecho que el cielo estaba siendo iluminado por el sol, lo cual no tendría nada de malo a excepción que era un sol de color blanco. La luz parecía un foco parecido a los ahorradores, no podía encontrarle otro parecido. Iluminaba y calentaba, pero la luz le daba una tonalidad más triste este. No podía entenderlo. Aunque no era lo más importante. Miro nuevamente a sus hermanos; cada uno recostado en la arena. Iba a extender su mano, pero no pudo hacerlo, al momento que movió su mano sintió un dolor enorme haciendo pue no pudiera moverla mucho.
Soltó un quejido de dolor. Mejor iba hablar, pero un segundo antes de hacerlo miro que, a su alrededor, las casa en la colonia se veían de otros colores a lo que recordaba. Los árboles también estaban diferentes; no eran del mismo verde, tampoco cuando estaban secas, eran blancas con un toque de color amarrillo; sus troncos tenían un color rojo oscuro. El que tuvieran ese color era imposible. Las hojas y troncos no podían tener ese color tan extraño, o puede que se debería a la luz blanca. El cielo estaba completamente despejado, así que al sol se le podía ver, si es que era el sol, ya que su color era blanco. Su hogar también tiene otro color distinto; era gris oscuro. Se quedo algo fascinada por los colores que observaba
Volteo hacia sus hermanos cuando comenzó a escuchar gemidos de dolor. Luan fue la que se despertó y se levantó poco a poco. Tenía el cabello totalmente desordenado, pero lo importante esa su rostro.
- ¡Luan! ¡¿qué te paso?! -Exclamo Lori intentando ir hacia ella, pero el dolor en sus músculos la hizo caer apenas intento levantarse.
Luan iba preguntar a que se refería, sin embargo, al intentar abrir su boca pudo sentir un terrible dolor en su boca. Lori vio los frenos junto con varios dientes clavados en la carne de su cara. Luan tocó su rostro para saber porque no podía hablar sintió su boca cerrada por sus dientes con algunos objetos metálicos. Cuando toco su boca quiso gritar, pero no pudo, y sintió un dolor enorme haciendo que comenzara a llorar por esto. La sangre comenzó a gotear de su cara. Asustada, Luan intento ponerse de pie sin importarle el dolor en sus músculos, pero al intentarlo cayo de frente golpeándose la cara. Salió un poco más de sangre de su boca dientes haciendo que soltara un quejido. Mas sangre cayo de su boca haciendo, Luan siguió soltando más lagrimas por el dolor que sentía.
- ¡Ya no te muevas, Luan! -Grito Lori preocupada. Ella también quería moverse para ayudarla, pero el dolor seguía y cuando si intentaba ir hacia ella su cuerpo perdía el equilibrio causando mucho dolor. - ¡Solo...! ¡No te muevas! -Luan asintió aun con lágrimas en los ojos. Estaba completamente asustada por lo que le estaba pasando. - ¡DESPIERTA LISA! -Grito Lori con fuerza.
De nuevo quejidos, el grito funciono. Aunque, pensándolo mejor, ¿qué harían? Lori tenía un fuerte dolor en su cuerpo, y por lo que parecía Luan también, eso le hacía pensar que sus demás hermanos debían estar en su misma situación. Pero Lori no tenía algo mejor. No podía moverse, se quiso levantar para subirla a la Van y llevarla al hospital, pero su cuerpo le dolía. Jamás había sentido un dolor como ese, ni siquiera cuando Lynn se ponía hacer llaves o ataques sorpresa para que se defendieran. Esos golpes no hicieron que sus músculos terminaran como ahora. Y al parecer estaba en lo correcto de que sus hermanos estaban igual que ella. Sus hermanos comenzaron a moverse soltando quejidos de dolor. Lori no podía entender cómo fue que esto paso. Incluso si hacia un esfuerzo por pensar o razonar su cabeza comenzaba a dolerle.
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Lo que vino de un agujero
TerrorNadie podía entender que paso. Solo sucedió y ya, lo único que les queda es intentar sobrevivir, no dejar que la locura se apodere de ellos, ni que aquellas criaturas indescriptibles se los lleven.