CAPÍTULO 5:

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Las vacaciones junto a mis padres estuvieron llenas de alegría, los extrañaba y nos hacía falta estar juntos, la calidez con la que me refugió entre sus brazos me llena completamente. Por otro lado, descubrir que al fin podía estar libre de lo que me hacía daño, y me afectaba que era pensar que Charlie y yo, algún día nos encontraríamos y nos daríamos cuenta que de verdad nos amábamos y que los sucesos que nos perseguían solo eran etapas que necesitábamos pasar. Me hizo darme cuenta lo bajo que había caído. 

Todo eso solo era producto de mi imaginación enceguecida, nada de lo que nos unía, nos unía de verdad, lo nuestro era una ilusión tras bambalinas, todo era producto de la toxicidad que nos acababa poco a poco, y aceptar que él entrara nuevamente a mi vida, era darle el poder de lastimarme nuevamente, y en definitiva, eso no pasaría. Quizá antes he sido una chica bastante tonta en el pasado, pero he ido aprendiendo, y con el tiempo, decidí quererme más a mí misma. Solo de verdad pido, que este entusiasmo y la decisión que he sido capaz de tomar, me enseñen a valorarme y no sea solo un grito de guerra, en medio de un desierto.

El inicio de la universidad fue algo duro, he estado algo retraída, no me he reunido con mi compañero, y en dos semanas se acaba el semestre; espero encontrarlo hoy a la hora del almuerzo.

Hasta el momento las horas han ido pasando, los trabajos son arduos, estamos a punto de acabar semestre y cada vez se acerca el final de la carrera, en los próximos semestres comenzaran las practicas, las practicas me emociona de sobremanera, será interesante llevar nuestros conocimientos a la práctica, saber realmente lo que significa ser un abogado.

En la hora del almuerzo la cafetería siempre está abarrotada de muchachos, busco a mi compañero, al cual no veo por ninguna parte, cojo mi almuerzo y me siento, pongo música y me coloco mis audífonos, mientras leo un libro y almuerzo, el exasperante ruido del lugar me abruma, y el silencioso ruido de mi música es aún más relajante de lo que habría creído.

- Ey... oye. – tocan mi hombro.

Alzo la cabeza, quien me llama, es la persona a la que he buscado durante todo el día, no sé porque sonrío, pero le regalo una sonrisa sincera, él se extraña y se sonroja, pero corresponde mi sonrisa.

- Hola. – me saluda y se sienta en la silla al lado de la mía.

- Hola. – contesto. – te he estado buscando durante todo el día.

Arruga la frente.

- ¿De verdad?

- Si.

- Yo también. – dice extrañado. – hasta te he estado llamando.

- No me ha llegado ninguna llamada de tu parte.

- Qué extraño, ¿y tú porque no me has llamado?

- No he encontrado tu número.

Ay no puede ser. Me rio. Acabo de recordar que cambie de número debido al acoso intenso por parte de Charlie, ¿Cómo puedo ser tan tonta?

- Que pena contigo. – me sonrojo. – he cambiado de número.

Se ríe. Y me mira con una mezcla de emociones que van desde un poco de lastima hasta de comprensión.

- Ya entiendo, porque ha sido difícil entablar comunicación.

Asiento.

- ¿Nos reuniremos hoy? – me pregunta.

Asiento.

- ¿A qué hora? – vuelve a preguntar.

- ¿A las 3 te parece bien?

ENTRE LA SOMBRA Y EL ALMADonde viven las historias. Descúbrelo ahora