CAPÍTULO 22:

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Han pasado tres años y hasta ahora, la flor de campanilla de invierno comienza a mostrar matices de vida, durante todos estos años, la he atesorado y cuidado tal como mi madre me recomendó. Cada vez que la regaba y le hablaba, le contaba mis días tristes, y en ocasiones mis días felices, le hacía preguntas y le pedía opiniones, se convertía en mi consuelo sin palabras. La brisa de la mañana es esplendida para que ella florezca y crezca cada vez más.

Ya han sido tres años de muchos sucesos, inigualables, tristes y hermosos, me gradué de la universidad, conseguí un desempeño magnifico lo que ayudo que consiguiera una beca para ir a estudiar mi postgrado y maestría en el país que yo quisiera, al principio no sabía qué lugar elegir, pero pronto termine decidiéndome por Corea del Sur, nunca había pensado en ese como un lugar al que pensara ir, no obstante conocía muchas cosas de Europa y Latinoamérica, vivo en América del Norte, y frecuento países cercanos, pero nunca había oído hablar sobre Asia, si escuchaba bandas de allí, pero nunca les había prestado la suficiente atención; así que quería ir a conocerla por mí misma, era lo mejor para mí en ese momento, alejarme de todo ese ambiente y comenzar en otro lugar. No podía quedarme en un lugar donde, aunque hubiera bonitos recuerdos, no me ayudarían a superar los malos, quizá fue cobarde de mi parte, no obstante, fue la mejor cobardía que he tenido.

La experiencia ha sido increíble, el idioma y la cultura son completamente distintos, pero interesantes, todo era nuevo y me motivaba a aprender cada día más, a conocer sobre las personas que viven aquí, me dediqué a aprender, a sonreír y a vivir, descubrí que podía brillar sola, y que las oscuras noches ya no eran llenas pesadillas o miedo. Aquí pude ver una nueva luz, algo que necesitaba, porque aunque luchara en Canadá, sabía que me costaría aún más, así que Corea fue mi salvación.

No obstante, no fue un proceso fácil y tuve que acudir a un psiquiatra, tenía y tengo muchos problemas emocionales bastantes serios, aunque no me diera cuenta estaba cayendo en un estado de depresión donde no era fácil salir, además también con el tiempo, y con análisis médicos, mi psiquiatra descubrió que tenía una adicción con las pastillas para dormir, en ese momento lo veía como algo normal, justificaba el hecho de que mi insomnio se estaba convirtiendo en un problema serio y lo solucionaba con pastillas, que poco a poco me hicieron depender de ellas, a tal punto que no podía cerrar los ojos, si no era porque me tomaba unas cuantas, conseguía muchos frascos de manera fraudulenta ya que solo se la dan a pacientes con prescripción médica, y así consumía más y más pastillas, realmente estaba volviéndome adicta y dependiendo de ellas sin darme cuenta que estaban arruinándome poco a poco. El doctor dijo que mi etapa estaba llegando hasta tal punto que pude no haber vuelto a despertar por las dosis que ingería.

Mucho tiempo después, meses largos de sufrimiento, de lágrimas y de estar en constante tratamiento, ya que no podía internarme debido a que tenía que responder con mi beca, porque no quería perderla, así que tuve que asumir la responsabilidad de sobrellevar las dos situaciones, gracias a Dios lo logré y después de tanto logré salir de mi adicción, fue difícil y aún sigo en constante tratamiento, no solo porque sea algo estrictamente médico, sino también porque hablar con el psiquiatra me ha ayudado a sanar.

Durante este tiempo, me concentre en mis estudios y conseguí mis dos títulos, aun y cuando estudiaba, trabajaba de medio tiempo en cafeterías, esto lo hacía para generar ingresos extras, ya que pagaba mis consultas y atendía mis gustos personales para llevar una calidad de vida mucho más relajada, no quería someter a mis padres a una carga súper molesta; aprendí poco a poco su idioma, el cual me servía para la comunicación con las personas con las que generaba lazos fraternales y con las personas a las que atendía, aunque normalmente me comunicaba en el mi idioma, ya que Corea es un lugar donde hay muchos turistas, y no todas las personas nativas manejan el inglés, lo que fue una gran ventaja para mí, para conseguir el trabajo, así que me encargaba de atender mayormente a extranjeros.

ENTRE LA SOMBRA Y EL ALMADonde viven las historias. Descúbrelo ahora