Que fácil es perder el rumbo cuando se está enamorado, no? Es como si quedáramos dentro de un velero que constantemente recibe corrientes de aire que vienen en todas las direcciones causando inestabilidad... lo curioso es que cuando esto sucede, en lugar de sentir pánico por la probabilidad de caer por la borda, nos sentimos a salvo, sin vacíos, completos y felices sobre aquel barquito de madera con velas. Casi que por ley universal se nos es asignada una función: Ser capitanes; con el único detalle, de que no tenemos ni la más remota idea de como navegar, aún así encontramos la manera de aferramos al timón e intentamos darle rumbo, creyendo inútil la necesidad de usar una brújula, pues aunque no tenemos idea de a donde vamos, sabemos que estamos navegando en el mar del amor y esto nos basta... Solo nos toma un minuto pensar en aquellas profundidades desconocidas dentro de lo conocido, estas que son la razón de tantas historias de amor y desamor, las que dia tras dia se convierten en el deseo más pedido de las fuentes de monedas, estas que nos pueden llevar a un paraíso o ser el destino que desgarra por dentro al mencionarlo... En realidad no tenemos miedo porque soñamos con perdernos en él, soñamos con estar sumergidos en ese lugar mágico y por un momento, creer que todo es posible.
-Stefany G.
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Inside out
PoesiaEscribo sobre la utopía que llamamos amor y una que otra vez con palabras que atraviesan el alma.