CaPíTuLo CiNcO

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Jan Di

Miro con atención y preocupación, al igual que todos, a la mujer frente a nosotros. Pelo corto cara ligeramente maquillada, y vestida con un vestido realmente elegante.

–Chicos, que gusto verlos de nuevo–dice ella–¿Y esta chica quien es?

Yo iba hablar pero soy interrumpida por Ji Hoo.

–Una amiga–dice mientras coloca su brazo sobre hombro, yo lo miro raro. Y me doy cuenta que Jum Pyo lo ve enojado.
–Es nueva en la escuela, y la hicimos parte del grupo –dice Yi Jung.
–Es como nuestra mascota–yo lo miro enojada.
–¿En que trabaja tu padre?
–Eh...
–Ropa–dice Rápidamente Woo Bin.
–¿Como?–pregunta ella.
–Quiero decir, trabaja en la industria de la moda–dice Woo Bin.
–Oh, entonces tu madre debe tener un gran sentido de la moda, ¿En que trabaja?–pregunta mirándome directamente.
–Eh, bueno...
–Es una señora muy ocupada–dice Ji Hoo interrumpiéndome, otra vez.
–¿Por que haces tantas preguntas?–dice con voz fría Jum Pyo.
–Solo quiero conocer a tu amiga–dice con una sonrisa pero Jum Pyo no se la devuelve. Su sonrisa se elimina de su cara para luego mirarnos atentamente–Hoy es la subasta. ¿Podrían ayudarme chicos? Es por una buena causa. Serían unos magníficos modelos–dice y voltea a verme Directamente– Y ya que tu debes tener un gran sentido de la moda. ¿Te gustaría ayudarme como modelo?
–Seguro...
–Claro–dice Yi Jung.
–Será un placer –habla Woo Bin.
–Los espero abajo–se da la vuelta y sale de la habitación.
–¿Porqué hicieron eso?–pegunto observándolos–¿No creen que era mejor decir la peligro
–Claro que no–duce Yi Jung.
–Créenos, es lo mejor, sino tu y tu familia estarían en peligro.
–Cuando esa mujer tiene la atención en algo es muy precisa en tenerlo–dijo Woo Bin. La lavandera me miró.

–¿Acaso, crees, que se hereditario?–digo.
–No digas tonterías –desvía la mirada–Hay que bajar.

***

–Hola a todos–dice la señora a la multitud –Muchas gracias por venir y ayudar en esta gran causa, ahora, les mostraremos unas prendas, que Han sido muy populares entre la alta sociedad de Italia.

Es ahí cuando los chicos salen a la pequeña pasarela que se encuentra en medio de la habitación. Uno a uno paso, con pasos firmes y elegantes.

Él temor llegó a mi al ellos acabar su parte. Me tocaba a mi.

¡No! Ni loca voy a salir. Voy a caerme y hacer él ridículo. Soy terriblemente torpe.

–Tu sigues lavandera–oigo la voz de Jum Pyo tras de mi.
–No, no voy a salir. Me voy a caer–digo volteándome y mirándome.
–Vamos, Jan Di–Yi Jung, Woo Bin y Ji Hoo se acercan a mi. Ji Hoo me Roma de los hombros y mirándome
–Nada malo pasará – dice Yi Jung.
–Ahora. Ve–al terminar de decir esas palabras los tres me dan un leve empujón ocasionando que me encuentre en él centro de atención. Por él impulso severo de esos chicos me tropecé y casi me caigo. Pero logre equilibrarme. ¡Maldición! Maldito seas rulitos por meterme en esta situación.

Jum Pyo.

De lejos la veo dudar. Su mirada se dirige hacia nosotros para luego desviarla. En su rostro aparece una ligera y pequeña sonrisa. Empieza a caminar lentamente mirando hacia los lados. A las personas. Ese vestido le favorecía. Se veía realmente hermosa. (Quita esa cara de tonto, idiota)

–Hey, Jum Pyo–desvío mi atención de la lavandera y miro mis amigos–Después de esto, ella estará mas enojada que antes.
–¿Que vas hacer?–pregunta Jo Hoo.
–No se.
–Por cierto –dice Woo Bin–Me enteré de que Min Seo Hyun vuelve después del viaje de la escuela.

Logro notar como él rostro de Ji Hoo cambia repentinamente.

–Idiota–riñe Yi Jung–Cállate.
–¿Estás bien Ji Hoo?–pregunto colocando mi mano en su hombro.
–¿Por qué no lo estaría?–dice él, con una sonrisa, triste.
–Le han organizado una fiesta–dice lentamente y con precaución Woo Bin.
–Tendremos que encontrar un buen regalo entonces–dice Ji Hoo.
–¡Oh, Vaya! No volveré a repetir eso en mi vida–los cuatro giramos al oír la voz de la lavandera–¿Qué? ¿Qué pasa?
–Te llevaré a casa antes de que mi madre se desocupe, vámonos–la tomo de la muñeca –Gracias chicos, nos vemos luego.

Salimos de la mansión sin ser vistos, subimos a mi auto y salimos de la propiedad.

–¿Irás al viaje en crucero?–pregunté mirándola levemente para luego volver a ver la carretera.
–Para poder ir, hay que pagar una gran duma de dinero. Y yo no tengo tal cantidad, así que no iré.
–¿Y que harás entonces?
–No es de tu incumbencia.
–¿Cual es la dirección de tu casa?
–No te la voy a decir–dice–Solo déjame en la próxima parada de autobús
–No puedo hacer eso...
–Solo déjame ahí. Ya has hecho demasiado por mi hoy.
–Bien–agarro con fuerza él volante de auto. Unos minutos después estoy aparcando frente a una parada de autobús.
–Gracias–dice ella desabrochando él cinturón de seguridad.

–Adiós, nos vemos pronto–digo con una sonrisa. Ella sale del auto cierra la puerta y sale del auto. Dejo salir un suspiro al verla sentarse en él asiento de la parada. Arranco él auto y doy marcha atrás para luego avanzar y dar una vuelta en U.

Es una lastima que la lavandera no vaya al viaje. ¿Como puedo hacer para verla? Tal vez pueda... ¡Oh, Si! A esta cabeza mía se le acaba de ocurrir una excelente idea. Solo debo saber que hará la lavandera para sus vacaciones. Aunque supongo que sus opciones son reducidas.

Una sonrisa maléfica aparece en mi rostro. ¡Oh lavandera! No sufras que pronto estaremos juntos.

Enamorados Esta Vez |F4#1|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora