~Capitulo #158~

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Desperté de golpe, aun estaba en el parque.

Me levante de la banca y fui hasta una llave para lavarme la cara.

Entre al hospital donde tenía que ir a trabajar.

–¡¿Donde estará la señorita Anett?! La necesito aquí.-Decía el doctor.

–Lo siento pero...

Me desmayé.

Desperté en el sofá del consultorio del doctor More.

–¿Está bien?

–Si, ¿que pasó?

–Se desmayó al llegar aquí.

– Lo siento, de inmediato me pongo a trabajar doctor...

– No, lo mejor es que se vaya a su casa para que se recupere.

Mis ojos se llenaron de lágrimas.

–No tengo donde quedarme. Por favor deje que me quede aquí en algún lugar por mientras que consigo donde pasar los días.

– Stephen acaban de hablar de tu casa, es Tania se cayo por las escaleras y se golpeó la cabeza ya la trae para acá una ambulancia.

– Dios, señorita deje ir a atender a Tania y ahora regreso.

– ¿Tania? ¿La señora que trabaja en casa del Doctor?

– Si, ¿usted como sabe?

– Estuve en casa del Doctor y la conocí.

– ¿Tú que hacías en casa de mi Stephen?

– Habla de el cómo si fuera un objeto y solo fui a dejar a su hermanito.

– ¿Hermanito?–se comenzó a reír– Es su hijo.

– ¿Qué?

– Stephen siempre negó que fuese hijo de él, pero su hermana me contó todo, es hijo de él, ella decía que siempre se avergonzaba de él por qué es autista.

Veía a el doctor cómo un hombre bueno pero ya veo que solo es un asqueroso ser humano.

– Sabe una cosa señorita yo mejor me retiro, que tenga un lindo día.- Salí de ahí.

Tenía tantas ganas de correr y lanzarme de un puente.

Me senté en una banca que estaba fuera del hospital para pensar que podría hacer con mi miserable vida. No podía ir con mi padre por qué no quiero traerle más preocupaciones a su vida.

– ¿Anett? ¿Eres tú?- Dijo una voz conocida.

– Eidan, si soy yo.

– ¡Paletita! Que gusto volverte a ver.- Dijo para sentarse a lado de mi.

– Lo se, igual me da gusto, perdón por cómo me veo, pero no he tenido un buen día.

– ¿Qué te pasó?

– No es el momento correcto para contarte mi vida.- Comencé a llorar.

– Mira, ven, aquí está mi coche estacionado, déjame ir a recoger unos papeles que me tiene que entregar mi cuñado y regreso ¿si?

Asentí con la cabeza.

Pasaron unos minutos y Eidan regresó.

– ¿Si conseguiste los papeles?

– Si, es que se los tengo que llevar a mi novia.

– Pero...no que no tenías hermanos.

– No, la persona con la que iba es hermano de mi novia.

– Está bien.

Nos subimos a su coche.

Comencé a reconocer ese camino, hasta que llegamos a la casa del Doctor Stephen More.

– Deja pasó a dejarle los papeles y nos vamos a mi casa ¿si?

– S-Si.

Eidan es novio de la hermana del Doctor.

Llegamos hasta una pequeña casita tipo cómo cabaña.

– ¿Por qué estás muy seria?

– ¿Él hermano de tu novia es el Doctor Stephen More?

– Si ¿cómo sabes?

– Yo trabajaba con él.

– ¿Si?

– Si y es un maldito, negó a su hijo.

– ¿Qué?- Comenzó a reírse.

– ¿De que te ríes?

– Pues Stephen no tiene hijos.

– ¿Y Freddie que parentesco tiene con el?

– A Freddie lo adoptaron los padres de Stephen, pero Stephen se hace cargo de él porque los señores no saben lidiar con un niño con autismo, de hecho por esa razón Stephen decidió salirse de casa de sus padres junto con Freddie, cuando Freddie tenía un año de nacido Stephen decidió salirse de su casa y siguió estudiando y se llevaba a Fred con él.

– Lo juzgue mal.

– Aunque también tiene su carácter, Stephen es una tumba de secretos.

¡No Soy un Chico!©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora