just the two of us [johnlock]

Capítulo final

POV Sherlock

Me sentía bien y feliz de que por primera vez, tras tantos años escondiendome, estaba dispuesto a confesar todo mi amor por John.

Llegó la mañana, la Sra. Hudson se quedó dormida en la banca, en cambio yo permanecí toda la noche despierto, pensando en las palabras que le diría.

Eran ya las 11 am cuando vimos al mismo doctor de la noche anterior acercarse a nosotros.

- El Sr. Watson acaba de despertar, pueden pasar a verlo - nosotros asentimos y seguimos al doctor por los pasillos hacia donde se encontraba John. Llegamos a la habitación número 1895. Era un cuarto solo para él, este aún tenía cara de estar recién despertando, se veía adorable.

Narrador

-¡John querido! - dijo la Sra. Hudson acercandose al rubio y tomando su mano -¿cómo te sientes? -a lo que el hospitalizado respondió;

-Un poco aturdido, pero bien - este sonrió a la casera y luego sus ojos se dirigieron hacia Sherlock, que estaba en una esquina pero al ver como los ojos de John lo buscaban, decidió acercarse.

-¿Atraparon a serpiente? - preguntó John tratando de romper el hielo. Él recordó lo que le dijo Sherlock antes de entrar a cirugía, recordó cuando le pidió que por favor se quedara con él en. Su corazón empezó a latir a mil por hora con solo recordarlo.

- Sí -respondió Sherlock con una leve sonrisa.

-John cielo, me alegra saber que estás bien, tal vez en la noche puedas volver a casa - dijo la casera, cosa que el rubio al escucharla, sonrió - creo que es mejor que los deje solos, tomaré un taxi para regresar a baker, necesito dormir, cuídense -dijo esta mientras tocaba el hombro de Sherlock como despedida para dejar a ambos hombres solos en la habitación, la tension que había era impresionante.

-Así que finalizó el caso, fue muy intenso -dijo el rubio un poco nervioso.

-Sí, muy particular - respondió el rizado.

-Inolvidable -dijo John mientras indicaba su pierna con la mirada, pero en el fondo sabía que no se refería a la pierna cuando dijo "inolvidable", si no, a que durante ese caso, se dio cuenta de sus sentimientos hacia Sherlock Holmes.

-John-dijo el azabache acercándose a la cama donde se encontraba este, quería decirle que cada segundo en que creyó perderlo fue como estar en el infierno, quería decirle que tuvo mucho miedo, y que en este momento era la persona más feliz del mundo al saber que aun lo tenía a su lado, pero es Sherlock y esas cosas no salen tan simplemente de su boca.

-¿Sí? - preguntó el rubio.

El azabache tomó la mano de este levemente mientras dirigía su mirada a los ojos verdes de John para perderse en ellos y que las palabras que quería decir fluyeran por si solas, su corazón empezó a latir con mucha rapidez, podía sentirlo, sí, su corazón, el órgano que él mismo siempre decía no tener, latía a mil por hora cuando de John Watson se trataba. Él tenía su corazón, le pertenecía solo a él -John... n-no s-sabes lo mucho que-.

La puerta de la habitación se abrió de golpe. Era el doctor Starrett.

-Hora de revisión, lamento interrumpir- soltó una risa nerviosa, Sherlock separó rápidamente su mano de John y sus mejillas se tornaron algo rosadas, volvió a tomar una postura fría y seria al escuchar al doctor hablar.

-Si está todo en orden, podrá irse esta misma noche Sr. Watson - John sonrió y Sherlock salió de la habitación dejando al Doctor y John solos para la revisión.

...

La revisión salió bien, y John se podría ir al 221b esta misma noche, Sherlock se quedó toda la tarde esperandolo en la sala de espera del hospital. Dieron las 8 pm y Sherlock vio a John salir con bastones, le resultó un poco raro ¿no era mejor la silla de ruedas? Se preguntaba para sus adentros, el doctor le explicó que si bien era mejor, John se rehusó a usar una silla de ruedas y el hecho de que la sutura de su herida era pequeña, si le permitía usar bastones, esto hizo que Sherlock recordara el primer día que conoció a John, ya que también usaba un bastón en ese entonces.

Ambos tomaron un taxi y regresaron al 221b de Baker Street.

...

Ya en el 221b, Sherlock se encontraba nervioso, se sacó el abrigo, la bufanda y los dejó en el colgador. John por su parte, quería confesarle todos los sentimientos por los que se desveló la noche antepasada al rizado. Tenía las manos sudorosas, estaba nervioso y su corazón latía aceleradamente, estaba de pie en la habitación, un silencio tenso era dueño del lugar. Pero dejó de serlo cuando este se decidió a hablar.

- Sherlock... -el rizado se volteó para mirar al rubio, y se acercó -hay algo que debo decirte... - este suspiró.

John no pudo seguir hablando porque Sherlock lo hizo primero, y dio otro paso acercándose más a este.

- John, escúchame tu primero- el rubio se sorprendió ante esto, ahora ambos estaban muy cerca, y mirándose fijamente a los ojos.

- John, ayer tuve, tuve m-miedo- este suspiró, si bien pensó en las palabras que le diría, estar en frente de él, con sus ojos mirándo los suyos, lo hacía todo más difícil- m-miedo de perderte, no lo soportaría, ¿entiendes lo que digo?- comenzó a hablar con más fluidez- he estado reprimiendo tantas cosas todos estos años, y pensar el hecho de perderte sin que antes las supieras me provocó miedo como nunca antes. Los dos sabemos que la versión que le muestras al mundo de mi no es la real, porque aun que me cueste aceptarlo, tengo sentimientos... sentimientos por ti, y ya no quiero ocultarlos más, es tiempo de que lo sepas John... estoy enamorado de ti y siempre lo he estado... y si tu no compartes los mismos sentimientos, lo entenderé.

Sherlock dijo la última frase con un nudo en la garganta, estaba abriéndose como nunca antes lo había hecho, dejando salir la parte más escondida de él, estaba entregándole su corazón a John Watson y se disponía a sufrir las consecuencias.

John al escuchar estas palabras se quedó completamente atónito, su corazón comenzó a latir con tanta velocidad al igual que el de Sherlock, en ese momento, los corazones de ambos latian al unísono.

- Yo también estoy enamorado de ti, Sherlock - el rizado al escuchar esto de su compañero de piso, no aguantó más y hizo lo que en todos estos años siempre quiso hacer. Tomó el rostro de John con ambas manos y lo acercó a él uniendo sus labios en un dulce pero apasionado beso, John lo correspondió y sintió en este, refugio, sintió que ese era el lugar y el momento preciso en el que debía estar, con él, con Sherlock, uniendo sus labios en un profundo beso que demostrara todos los sentimientos que ambos sentían. John abrazó con una mano al alto, y dejó caer el baston que esta sostenía. Se separaron para tomar aire, Sherlock sonrió en esta pausa al igual que John, ambos acababan de experimentar la mejor sensación del mundo, que es besar libremente y sin miedo a la persona que aman.

- John ¿recuerdas la última canción en violín que compuse? - dijo el azabache con la respiración agitada.

- Sí, la recuerdo - respondió el rubio.

- Es para ti - la respuesta hizo a John sonreír de una manera extremadamente dulce y tierna, con su mano libre, tomó la de Sherlock, pero este aún tenía más que decir.

- Otra cosa, en realidad si me gusta tu blog... - John río ante esto.

- Sí, lo sabía - le respondió.

- No, no lo hacías - dijo el alto.

- Bueno ahora lo hago - Sherlock sonrió de lado a lo que John le sonrió en respuesta. Y ahora fue él, el que decidió atreverse, tomó al alto de la camisa y lo acercó a él, uniéndose nuevamente en un beso. El rubio posó su mano en los rizos negros y suaves de su amado, ambos con sus ojos cerrados y sus corazones latiendo en perfecta sintonía, se sentían protegidos en el otro, solo ellos y nadie más.

Porque al fin y al cabo, siempre ha sido así, siempre han sido y siempre serán, Sherlock Holmes y John Watson, solo ellos dos contra el resto del mundo.

-

Heyyy, gracias por llegar hasta el final, espero que hayas disfrutado la historia tanto como yo lo hice escribiéndola.
También quería aprovechar esta instancia para desearles un happy pride month a todxs! 🏳️‍🌈❤️

Los quiero y muchas gracias. ❤️

Con cariño, Cami🤘🏼