Seoul station [Kooktae] [Adaptación]

Capítulo 13

Todo el guardarropa de Taehyung estaba en su cama buscando algo que ponerse. Hoy iba a salir con Joshua y Jeonghan al río Han para un picnic, los chicos le habían dicho que habían hecho sándwiches de pan integral y vegetales que podía comer, de igual forma, un poquitito de azúcar podía tolerar, siempre y cuando tenga sus pastillas a manos.

Una camiseta color gris, su campera de jean, pantalones vaqueros claros y zapatillas oscuras para comer con amigos iría genial.

Peinó su cabello y lavó sus dientes, algo de colonia de su padre llegó a su cuello y ajustó sus zapatillas tomando su bolso donde llevaba cosas que necesitaba, además de algunos jugos para la pareja, no porque él no podía tomar significaba que ellos debían contenerse.

Se despidió de su madre ya que su padre estaba trabajando hoy y tomó el transporte hasta el río Han.

Había estado la gran mayoría de la tarde leyendo el libro de cocina de Jungkook, le parecía adorable lo increíble que era tener algo así, su libro de leyes no era ni la mitad de divertido que eso, pero sólo deseaba que cuando se lo devolviera al menos pudieran hablar un rato porque ya se estaba volviendo ansioso al no hacerlo y habían pasado más de un mes mirándose.

Tenían más de veinte años los dos, por Dios, podían ser un poco más maduros.

Pero Taehyung casi podía entender lo que pasaba, seguramente el chico se haya puesto a llorar a mares en el pecho de aquel pelirrojo más alto, cachetón y con mejor humor que él. Una ola de tristeza se juntó en su estómago y subió por todo su cuerpo incomodándolo, subió al transporte e hizo lo que siempre hacía cuando estaba triste y viajando; escuchar música y mirar por la ventana como si estuviera en una película. Esto le ayudó lo suficiente a limpiar su mente y ponerse un poco más feliz de que iba a estar con los mayores.

Estaba caminando buscando el lugar donde Jeonghan le había mandado la foto donde estaban, era un prado un poco alejado del río, lo suficiente para que haya una brisa fresca pero también había algunas flores.

Pero su fuerte jamás había sido la orientación. Además del azúcar, claro está.

Por eso seguía teniendo miedo de su peor pesadilla de niño, perderse en la fábrica de Willy Wonka y ser adoptado como un umpa lumpa.

Aún tenía escalofríos con esa imagen en su cabeza.

Pensando en llamar a Jeonghan diciéndole que no podía encontrarlo, escuchó un grito con su nombre, giró hacia el oeste y notó como la pareja movía sus manos indicándole dónde estaban. Trotó suavemente entre el césped y sonrió, saludando a ambos chicos con un corto abrazo. Realmente apreciaba tener amigos así de dulces a su lado.

—Creíamos que íbamos a tener que buscarte —dijo Joshua con una mano posesiva en la cintura de Jeonghan.

—La próxima vez te iremos a buscar a casa —aclaró el mayor de los tres sacando un sándwich, volviendo a Taehyung una fresa.

—No soy un niño —replicó.

—Claro que sí. —Ambos lo apuntaron.

Taehyung suspiró y tomó los sándwiches que habían separado especialmente para él, no se sentía excluido, al contrario, lo prefería antes de comerse tres sándwiches que subieran su glucosa y darles un susto a los chicos terminando en el hospital. Sacó su botella de agua mientras hablaban de diversos temas, querían evitar la universidad, pero seguían volviendo allí, pensando que sólo les faltaban dos años para terminar la carrera y ser los tres abogados.

—¿Y hablaste con él? —Jeonghan preguntó, estaba tirado contra más de la mitad del cuerpo de su novio, pero Taehyung había visto cosas peores a eso y no importaba demasiado.

Taehyung negó con la cabeza. No consideraba charla ese cruce tan corto de palabras.

Mucho menos había mencionado algo sobre el cuaderno que tenía en su casa.

—No puedo creer que no lo hayas hecho. —Joshua bufó, pero una caja de jugo fue a su boca y lo tomó quedándose callado.

—¿Qué te detuvo?

—Bueno... —Taehyung vaciló si contarlo o no—. Es extraño de explicar.

—Escúpelo. —Joshua asintió varias veces con la cabeza.

Mordió su labio inferior buscando las palabras, no era fácil, aunque tampoco era muy difícil, pero si llegaba a decir algo sobre el cuaderno de recetas de Jungkook, Jeonghan tomaría el primer taxi a su casa para buscar el cuaderno y hablarle al chico para organizar una cita. Taehyung quería evitar eso a toda maldita costa.

—Porque nos sentamos lejos el uno del otro, no iba a empezar a gritarle o algo así —mintió—. Lo intentaré el lunes, en serio.

—Bien.

—Traje cartas —dijo Joshua sacando un paquete de UNO.

—¡Voy a barrer el suelo con ustedes dos! —Jeonghan se acomodó a un lado, tomando el mazo para empezar mezclarlo.

Taehyung tomó sus siete cartas y empezó a idear una pequeña estrategia para poder hundir al rubio, aunque Joshua conocía muy bien los trucos de su novio, pero también sabía que Jeonghan era una máquina de hacer trampas, siempre encontraba la forma de salirse con la suya. Taehyung dejó caer el primer cambio de ronda color azul, saltando al mayor, viendo como sus ojos se prendían en fuego vivo, condenado está esa y las próximas veinte partidas que jueguen.

Joshua tiró un +4 con la sonrisa más maliciosa que Taehyung había visto nunca, haciendo que la morada de odio de Jeonghan cambie a su novio y no dejará de verlo con los dientes rechinando y la mandíbula tensa, tomando cuatro cartas al no tener ninguna suma.

Taehyung soltó una pequeña risita, haciendo a la pareja verlo, avergonzado, giró el rostro hacia un lado como si nada hubiera pasado, pero algo pasó. Su cuerpo se congeló y las cartas se deslizaron de sus manos y sus pupilas se dilatan.

Esto debía ser un sueño o una broma divina porque era imposible que el chico de pelo negro, con sonrisa enorme, hoyuelos y la mandíbula más atractiva de la historia, estaba sentado a varios metros de distancia de ellos, mirándolo fijamente.

Nota:

Pregunta del capítulo: ¿Alguna vez se han encontrado a su crush cuando estaban en una salida?