La joven Robin Wells podía amar muchas cosas, pero todas quedaban nubladas cuando se trataba de Kronos, su adorada moto MTT Y2K. Le gustaba la velocidad y Dios sabe que Kronos se la daba, aunque en su camino a la ciudad no pudo evitar preguntarse qué se sentiría ser la mujer más rápida del mundo.— Si tan solo.—suspiró para ella misma al detenerse en un semáforo y ver el cartel de "Bienvenido a Central City".
Han pasado unos años desde que dejó Central City debido a la Universidad, esa fue la primera excusa, pero después logró conseguir una pasantía en una de las mejores empresas de tecnología en donde esperaba dejar su propia marca y no ser simplemente la sombra del científico más renombrado. Con esa motivación en mente, lo logró. Robin Wells a sus 24 años era bastante reconocida por ser una máster en ingeniería mecánica, eléctrica, física y mecánica cuántica.
Sí, ella era la encarnación de Tony Stark.
Sin otra opción más que tener que ir a 60km/h al entrar a la ciudad, pudo darle una mirada a los cambios de su hogar natal. En realidad nada significativo había cambiado, pero Robin sentía que pronto Central City no sería la misma. Su mirada posó en Jitters y en un rápido movimiento rebasó a unos molestos automovilistas para así estacionarse frente a la cafetería.
Tras pedir su orden y salir de esta, una llamada entrante la distrajo. Antes de que pudiera siquiera ver quién la llamaba, un cuerpo chocó contra ella haciendo que su teléfono saliera disparado estrellándose completamente.
— Genial.—dijo entre dientes al levantarlo y ver que había pasado a mejor vida.
— Lo siento mucho.—escuchó decir a sus espaldas, la joven se giró pero siguió examinando su teléfono— Iba corriendo y me distraje al ver...
— Está bien, lo iba a cambiar pronto de todas formas.—mintió ella, guardándolo en su bolsillo y sacando sus llaves.
— Te me haces conocida.—la joven finalmente alzó su mirada, encontrándose con un chico bastante lindo— Eres Robin Wells, ¿cierto?
La nombrada simplemente asintió, esperando el típico discurso de cómo son fanáticos de su padre.
— No puedo creerlo, he leído todas tus investigaciones, tesis y he seguido los proyectos que has empezado.—el rostro del chico se iluminó, haciendo que Robin se sonrojara un poco— Soy un gran fan.
— ¿En serio?—preguntó la joven sin evitar sentirse halagada. El chico tomó su mano para estrecharla con entusiasmo, ambos sintiendo un pequeño toque eléctrico.
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𝑤ℎ𝑎𝑡𝑒𝑣𝑒𝑟 𝑖𝑡 𝑡𝑎𝑘𝑒𝑠 | 𝘵𝘩𝘦 𝘧𝘭𝘢𝘴𝘩
FanfictionRobin tenía un sueño que cumplir, un sueño que implicaba dejar atrás su identidad y la persona que siempre se había esforzado por ser, tenía un sueño que cumplir para el cual debía dejar atrás Central City. Robin debía dejar atrás todo si quería ser...