𝑤ℎ𝑎𝑡𝑒𝑣𝑒𝑟 𝑖𝑡 𝑡𝑎𝑘𝑒𝑠 | 𝘵𝘩𝘦 𝘧𝘭𝘢𝘴𝘩

5. Pizza y cerveza arreglan cualquier dilema.

— Robin, prometiste darme una respuesta ayer. El Consejo está sobre mi cuello, no paran de llamarme, quieren la respuesta hoy, ya.—dijo Andy, por su tono no estaba nada feliz.

— Si no mal recuerdo, tengo hasta la noche para dar una respuesta.—dijo ella, paseándose por los pasillos de STAR Labs — Diles que les agradezco que sean ellos y no yo quienes presionan para que la Industria exista, pero tengo unos asuntos que atender aquí en Central City primero.

— ¡Robin, es un simple sí o no y una firma!

— Andrew.—advirtió la joven.

— Robin, querida Robin.—escuchó llamar por el micrófono— Scherbatsky, ¿puedes dejar a lado tu odio hacia nosotros y venir al Córtex?

— ¡No la llames! No creo resistir otro golpe.—dijo Barry.

— Te llamo cuando esté lista.—finalizó la llamada y con pasos rápidos se dirigió al Córtex.

Al llegar a esta, encontró a Caitlin curando varias heridas a Barry.

— ¿Quién demonios lo usó como saco de boxeo?—preguntó Robin, acercándose a él.

— Sus heridas están sanando rápido.—informó su amiga.

— Sí, me patearon el trasero.—dijo Barry, evitando la mirada de Robin.

— Menos mal que no vives de tu cara bonita.—se burló, logrando que el chico sonriera dolorosamente.

— ¿Eso significa que ya me hablas?—preguntó el chico, mirándola nervioso.

— Oh honey, no cantes victoria, aún vas a recibir la furia de Robin.

— ¿No hay comodín?—preguntó Cisco, quien seguía limpiando el traje de Barry.

— No uses el comodín.—comentó Caitlin.

— ¿Quieres comodín?

— ¿Qué demonios es el comodín?

— Hay pocas cosas que me hacen enojar, Barry Allen.—dijo quedamente la joven— Pero cuando lo hacen, o reciben un golpe o un sermón.

— Pide el sermón.—dijeron Cisco y Caitlin.

— Suena rápido y seguro el golpe, pero tres días después y mi brazo seguía doliendo como si estuviera en un búnker infinito.—admitió Cisco, quien inconscientemente sobaba su brazo.

— El comodín solo te da... un poco de mas tiempo. No recibes el sermón o el golpe de inmediato pero puede ser en cualquier momento y en cualquier lugar.—dijo la joven, parándose frente a él, colocó sus manos en los costados aprisionándolo y poniéndolo nervioso al tener su rostro cerca— Tal vez lo vengas venir o tal vez no.

Barry miró a los chicos esperando que se rieran y solo fuera una broma rara de novatada, pero el chiste ni las risas llegaron. Volvió a mirar a Robin, su cercanía lo ponía nervioso que su mente no estaba pensando coherentemente.

— El comodín.—balbuceó— ¿Y... el sermón?

— Buen chico.—dijo la joven, alejándose finalmente de él— Alguien deme el maldito informe.

— Hay sangre en mi traje.—dijo Cisco molesto.

— Creo que parte pertenece al tipo.—se defendió Barry— Otro metahumano no muy amistoso.

Harrison entró al Córtex, mostrando en las pantallas la foto de un médico.

— Danton Black.—leyó— Era biogenetista. Especializado en terapia de clonación. Cultivan órganos para remplazar a los viejos.