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Gracias a ONU_Sempai por ayudarme ♥*********

Capítulo seis

Severus decidió salir con disimulo del baile después de permanecer más de una hora ahí sentado, se sentía algo hostigado después de rechazar una enorme cantidad de invitaciones para bailar. Cuando salió al corredor principal, su nana estaba sentada en un banquillo mientras que otras sirvientas y doncellas hablan entre ellas o ayudaban a sus patronas y patrones a arreglar sus vestiduras.

—¿Ocurrió algo mi amor?—Murmuró la rubia al ver al doncel salir del salón del baile.—¿Le ocurrió algo a tu vestido?—preguntó al tiempo que se agachaba y lo revisaba.

Severus negó pero aún así dejo que está lo revisara —No ha ocurrido nada, estoy aburrido— le contestó. Makeda se colocó de pie de nuevamente al no encontrar nada que reparar o alarmarse en el vestido de color menta —Mi tío está buscando una excusa para que me acerque al príncipe.

La rubia rió al escuchar aquello—Estaba brincando en una pata después de que fuiste presentado ante el príncipe, lo cautivaste.—Le dijo haciéndole un guiño.

—Lo cautive pero en ningún momento me saco a bailar. El pobre tiene cara de cerdo degollado—Severus se peino el cabello y tocó su velo. —El plan ha fallado rotundamente.

Makeda suspiró al escuchar aquello. —Bueno... algo es algo, peor es nada.—Le murmuró tratando de animarse así misma.

Severus rodo los ojos al escuchar a su nana. Decidió alejarse de ella para subir y observar un enorme retrato del que al parecer (según leyó en la plaquita identificadora) era el primer rey de aquel país. Godric Gryffindor. —No estaba nada mal.

—Deberías regresar al baile, pues tu tío...—Makeda no logró finalizar la frase ya que Damián hizo aparición, el duque casi corrió a ellos y agarró a su sobrino del brazo para alejaron del pasillo pero no para hacerlo entrar al salón, iban en dirección opuesta al enorme salón. —Estas lastimando a Severus, Damián. ¿Qué estas haciendo?—Preguntó la rubia siguiendo el trote de ambos.

Damián se detuvo y respiro ruidoso. —la reina, le gustas mucho. Le has encantado y con uno de sus guardias me mandó un pequeño recadito.—Murmuró observando a los lados, y arrastró a su sobrino hasta un pequeño balcón que había al final del pasillo que había seguido.—dentro de poco el príncipe cruzará por este lugar a verse con su "amada" obviamente eso no sucederá y te encontrará a ti.

Severus enarco su ceja al escuchar el nuevo plan. Sintió entonces los dedos de su tío sobre sus mejillas, el pelinegro soltó un chillido al ser pellizcado en estas. —¡Tío!

—Color natural—Damián se agachó y acomodo el vestido a su gusto. —Cautívalo aún más—Y luego agarrando a Makeda por el brazo, se alejaron, dejando a Severus sólo.

Severus se volteó observando la hermosa vista que el balcón le ofrecía. Cuando el viento sopló, no pudo evitar sentir frío, se reconforto así mismo mientras que esperaba a que el tan anhelado eslabón importante del plan de su tío apareciera.

—Una completa idiotez.

Severus se peino un mechón de su cabello mientras esperaba y cuando escucho pasos acelerados por el pasillo aledaño al suyo fue capaz de observar el rostro del príncipe al notar su presencia ahí. El pelinegro respiro levemente, odiaba ser coqueto y cautivador pero...—Príncipe...--Exclamó al verle, hizo reverencia y sonrió con suavidad al verlo sonrojar. —Bonita noche ¿no es así?

James asintió al acercarse al doncel de piel nívea. El príncipe fue capaz ver como la luna bañaba el rostro de éste, y sin ser incapaz de controlarlo sintió sus mejillas arder. No quería pensar en aquello y aunque sentía que le estaba fallado a Lily en eso momento tenía que admitir secretamente que ese chico frente a él superaba a Lily en belleza mil veces. —Lo es, aunque... la luna debe estar envidiándote.

Severus río al escuchar al chico de cabello cortó soltar alago tan encantador —¿Usted creé?—Le preguntó observando sus ojos color chocolate. —Tal vez no llegue ni siquiera a ser una estrella.

James sonrió al escucharle. — ¿Qué hace aquí?—Preguntó al Doncel con interés. Era muy raro ver a un doncel sólo mientras un baile se realiza.—¿Se siente mal?

El Prince negó y sin necesidad alguna de mentir le dijo la verdad. —Los bailes son aburridos, me escapé a tomar algo de aire. Odio bailar y estoy cansado de rechazar invitaciones.

James escuchó aquello con sorpresa. No esperaba una respuesta tan sincera como aquella. —El sentimiento es el mismo.—Le respondió sintiéndose identificado con éste.—Mis padres...

—Ya se la historia. —Severus agarro al de lentes por el brazo, enroscado el suyo en éste. James sabiendo lo que el doncel pretendía comenzó a caminar y ambos comenzaron una lenta caminata alejándose del balcón y aún más del salón del baile. —Sus padres quieren una esposa o esposo adecuado y tu...—dijo tuteándole, el plan de engatusar al gryffindor se caía una vez más. Este al parecer estaba buscando en el desahogo. —Solo quieres casarte con la chica que amas. No hay mucha ciencia en eso.

James soltó un suspiró y sonrió de nuevo al notar como era juzgado por un chico que sólo llevaba unas horas conociéndole. — ¿Crees que está mal?-- Preguntó a este buscando algo de comprensión y cuando lo vio negar sintió como si un peso era quitado de sus hombros.

—Mal es no seguir tus deseos, ya sabe lo que dicen. El que arriesga no gana. Sus padres en algún momento tendrán que aceptarlo o eso creo— Le dijo mientras seguían su caminata.—Así que lo único que puedo aconsejarle es que siga su corazón. Y tome las decisiones que usted crea correctas.

Severus se sobresalto levemente al ser apresado por los brazos del príncipe, estaba siendo abrazado, sintió el tacto de este temblar y cómo James escondía su rostro en pecho. El pelilargo acarició la espalda del gryffindor buscando de esa forma darle un poco de confort.—Animo, su Alteza.

—No sabes como deseaba escuchar eso— La voz de James se escuchó bastante suave. Fue casi un murmullo que por poco no fue oído —Gracias.

Severus fue liberado del ahogante abrazo, los ojos del príncipe estaban humedecidos pero no tanto para llorar. El doncel alzo su brazo y acarició su rostro— ¿Príncipe?

James observó aquellos bonitos ojos negros —¿Si?—Le murmuró aún con voz baja.

—¿Podría pedirte algo?—Le preguntó.

James asintió. Le concedería cualquier cosa al doncel que con pocas palabras le había hecho sentir tranquilo.

—Una vez me marché a Slytherin contraeré nupcias con mi...-- No termino de decirlo, la nueva de su rostro había sido suficiente respuesta para James —Yo... aunque es una imprudencia ¿Podría besarme? Me gustaría recordar años después que mi primer beso fue con el príncipe de Gryffindor.

El de lentes se sorprendió al escuchar aquella petición, sin saber el porqué, sintió un extraño revoloteo en su estómago como si mariposas vivieran dentro de este—¿Tu... por que no sigues tu corazón?—Preguntó al tiempo que sostenía el rostro del Doncel entre sus manos. Nunca había besado a alguien que no fuera Lily y... No sabía el por que pero se sentía nervioso al tener al chico de facciones finas y hermosa piel blanquecina a escasos centímetros de su rostro.

El Prince sonrió con tristeza —No tengo nada por lo que luchar.—le respondió y poniéndose de puntillas unió sus labios con los de James.

Desde la lejanía y sin ser vistos. Damián y el guardia de la reina observaron al par de chicos besarse. Si bien, no habían podido escuchar la conversación entre ellos, el sólo ver como los brazos de James Potter rodeaban la cintura del Doncel daban las suficientes respuestas para acabar de forma exitosa esa noche.

Mi DeberDonde viven las historias. Descúbrelo ahora