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—Cásate conmigo.

Severus entrecerró sus ojos y bufo.—Hasta mañana, James.—Exclamo sin responder a la petición del príncipe y dio media vuelta para darle la espalda.

James suspiró.—¿No quieres?—Preguntó al recibir aquella respuesta.

—James apenas llevamos una semana conociéndonos y también ésta el hecho de que tu estas aquí rumbó a Slytherin para pensar mejor las cosas. Dijiste que estabas confundido y acabo de notar que verdaderamente lo estas.—Le contestó finalmente el Slytherin.—no puedes confundir el amor con el placer, ya que entré  nosotros es lo único que existe. Sólo te sientes confundido por lo que ha pasado pero una vez regreses a Gryffindor querras pasar el resto de tu vida con tu novia. 

El príncipe se mordió los labios con fuerza.—Lily no me ama como creía, hoy lo descubrí y… te lo juro por mi vida, Severus. Tal vez tu sientas que es así pero yo no… Lily jamás me ha hecho sentir lo que tus besos han hecho, tus caricias. La forma de expresarte, tu no eres igual  a los pocos donceles que he conocido, tu eres diferente eso es lo que me ha gustado de ti.

Severus sintió su corazón acelerarse locamente.—No puedes abandonar dos años de relación por lo que te ha hecho sentir un desconocido, James. No nos conocemos profundamente el uno al otro.—Insistió el cabello largó.

—Conozcámonos.—Pidió James agarrándole de la mano nuevamente.—dame la oportunidad.

Severus trago ruidoso.—James, tu sabes muy bien el porque acepte este ridículo plan de mi tío. Lo hice para hacerlo feliz y para el  aliviar aunque sea aún poco su pena cuando nos casemos, no quiero ser un estorbo para su vida, James y tampoco quiero serlo en la tuya. Podemos detener el carruaje ahora mismo y anunciar que queremos casarnos pero..¿Y si te arrepientes, James? No quiero ser un impedimento para ti también.

El príncipe alzo su brazo libre y acarició la mejilla del hermoso doncel. Severus era precioso y aunque sabía que su propuesta había sido acelerada está había salido de su corazón. Era sincera.—¿Cómo podría arrepentirme, Sev? Al tenerte a mi lado sería feliz toda la vida. Tal vez quien quiera dejarme seas tú.

Los labios de Severus temblaron, James lo beso e hizo recostar su cabeza en su pecho.—Hoy cuando vi a Lily, no me transmitió nada. Ella siempre me transmitía tranquilidad y comodidad y no quiero ser cruel, ni quiero sonar como un bastardo sin sentimientos que te está diciendo todo esto por querer convencerte, pero creo que me acostumbré tanto a su presencia que hoy cuando mis padres me preguntaron si estaba dispuesto a quedarme  con ella, yo en el fondo de mi corazón sabía que no era lo que quería para mi, pero cuándo respondí que si, note que era a lo que yo creía que era lo correcto.

El doncel de estremeció por el frío que sentía. James los cubría nuevamente con un gruesa manta.—No sé, James…  Es que, perdóname pero esto es tan irreal.

James asintió, comprendía bien al doncel, incluso el mismo no sabía cómo procesar lo que el sentía pero estaba seguro de algo, no quería estar separado de Severus, lo había confirmado aquel día en el que ambos compartían carruaje.

El doncel era especial y le hacia olvidar por completo la existencia de Lily, le hacia olvidar todo. Jamás había creído en el amor  primer vista, pero cuando Severus fue presentado ante el en el baile su estómago fue inundado por un enjambre de mariposas que explotaron esa noche en su interior cuando Severus y el se besaron por primera vez.—Para mi también lo es, pero te quiero.

El Slytherin sintió sus ojos humedecerse, no quería ilusionarse. No quería, el estaba seguro que junto a James estaría bien y viviría esa anhelada felicidad de la cual nunca se sintió merecedor.—No creo que lo hagas de verdad, a mi nadie me quiere.

Mi DeberDonde viven las historias. Descúbrelo ahora