Capítulo veinte.
Makeda sostuvo con fuerza la bandeja que llevaba mientras subía las escaleras, el desayuno estaba listo y además quería apresurarse para que su niño estuviera listo y hermoso. Aquel sería del segundo día del príncipe en Slytherin y aunque sabía bien que este le había propuesto matrimonio a Severus, quería deslumbrar aún más al joven con la belleza del pálido.
—Buenos días..—La nana empujó la puerta de la habitación y la abrió.—Es hora de despertar, Severus.
Cerró la puerta con su pie y posó la bandeja sobre una mesita que se encontraba en la entrada de la habitación, se acercó a la enorme cama en donde este dormía, descubriendo que había un segundo hombre dormido junto al doncel.
—¿D-Dave?—Tartamudeo al ver a su hijo aún lado del pelilargo, palideció, no había evidencias que había ocurrido algo inapropiado, Severus y Dave tenían sus ropas puestas.—Hijo, Dave, Dave.. despierta.—pidió rápidamente. Si alguno de los sirvientes se daba cuenta estarían en un problema bastante grande.
El chico pelinegro y de cabello hasta el cuello despertó, sus ojos negros se abrieron y parpadeo sintiéndose confundido.—¿Qué sucede?—Preguntó, alzo su vista y vio a su madre.
—¿Qué sucede? Muy buena pregunta, jovencito.—Makeda le agarró del brazo y le hizo bajar de la cama con brusquedad.—¿Qué haces aquí durmiendo con Severus? ¿Te imaginas que alguien hubiera entrado, Dave?—El rostro de la mujer estaban enrojecido.—¿Los problemas y rumores que se habrían formado?
Dave abrió los ojos levemente sorprendido y se volteó para mirar al doncel de larga cabellera aún dormido.—No note cuando me quedé dormido, ayer vine hablar con Severus.—le explicó a su madre.—Hablamos hasta tarde.
Makeda asintió, aun así no le agradó mucho aquello.—Hablaremos de esto cuando termine.—Le comunicó al chico.—Vete, Dave.—Pidió y este no replicó y salió de la habitación. La rubia respiro profundo, tomo asiento en la orilla de la cama y estiró sus brazos para toquetear el hombro del chico y así despertaron.—Cielo, vamos, despierta..
Severus se quejó, tapo su rostro con una almohada lo que hizo reír a la nana, pero ella maldadosa jalo las sábanas dejándole al descubierto, el doncel tomó asiento con el ceño fruncido.
—Buenos días, mi amor ¿Qué tal dormiste?—Le preguntó mientras se daba la vuelta en búsqueda de la bandeja.—Sólo te traje fruta para desayunar, si el carruaje viene temprano como ayer posiblemente tengas que desayunar en el castillo.—La mujer colocó la bandeja sobre el regazo del doncel.
—Estaba durmiendo bien hasta que me despertaste.—Le murmuró y Makeda rio con fuerza.—¿Fruta? Sólo me trajiste una manzana y un vaso de leche.—Severus mordió la manzana mientras observaba a la mujer abrir uno de sus closet y buscar un vestido adecuado para aquel día.
—Cariño, cuando regreses te prepararé lo que quieras.—Makeda observó un bonito vestido verde menta y bordado plateados.—Este es perfecto, ahora un velo adecuado.—colocó el vestido sobre un sillón para buscar la larga porción de tela.—Damián quiere que estés perfecto.
Severus terminó la manzana y bebió el vaso de leche hasta la mitad.—Como él es quien no pasara hambre.—Murmuro con molestia.
Makeda rodó los ojos, sacó un velo transparente con decoraciones plateadas que hacía juego con el vestido.—Ahora solo unas zapatillas blancas y listo.
Severus terminó el vaso de leche.—Ayer..—Murmuró a su nana.—Dave estuvo aquí.— Makeda asintió mientras buscaba el calzado que este utilizaría.—no me di cuenta cuando me dormí. Es mi primo favorito.
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Mi Deber
FanfictionEl gran príncipe de Gryffindor, James Charlus Potter, conocido por ser consentido en todos sus caprichos, se ha enamorado, pero no de alguien aprobado por sus padres, sino una humilde doncella de su madre la Reina, Lily Evans era hermosa en todos lo...