capitulo 5

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Los sintió moverse coordinadamente, la ubicaron al borde de la cama con sus manos y rodillas sobre ésta. Ruidos de envoltorios abriéndose y después dos pares de manos acariciando todo su cuerpo. Ella adivinó, más que sentir, a jev en su espalda besando y tocando su trasero, mientras que scott se ubicó al frente y acaricio su cara y suavemente le susurro que lo recibiera en su boca. 

Ella lo tomó profundamente, tanto como pudo. Escuchó el gemido desesperado de scott y sin aviso jev la penetró de una sola embestida. Guau esto no podía describirse con palabras, no sabía cómo se sentía. Si sabía, llena e eufórica. martina tragó y scott gimió nuevamente mientras entraba y salía de su boca, enterró los dedos en su cabello, jadeando de placer cuando succionaba más duro todo su eje. 

Jev estaba llevando un ritmo frenético que la alzaba cada vez más alto a una cumbre desmedida de placer, en ese momento se unió la estimulación de su clítoris y algo dentro de ella se rompió, se estremeció y grito, aferrándose al pene de jev con todos sus músculos internos lo apretó, lo estrujó. 

Los dos hombres en ese momento la acariciaban tiernamente para traerla de vuelta. No esperaron a que sus espasmos pasaran, no, inmediatamente uno de ellos, por el aroma debía ser jev, se recostó de espaldas en la cama. 

Scott la ayudó a colocarse a horcajadas para montar a jev. Éste se hundió en su interior profundamente y entró y salió un par de veces hasta que estuvo húmeda y cómoda de nuevo. Mientras era estimulada por la boca de scott en su orificio anal. 

Eso se sentía tan bien. No paraba de gemir y pedir por favor, ¿Qué? no sabía. 

Descargas de energía se sucedían a toda velocidad por su sistema nervioso. Ya se encontraba en un estado de excitación permanente al sentirse rodeada por estos magníficos hombres. 
scott estimuló y separó las nalgas con las dos manos. Ella se tensó cuando la lengua entró y se retorció en su orificio. No sabía a quién prestar atención hasta que ellos empezaron a trabajar en equipo. jev la abrazo contra su pecho mientras la besaba ferozmente, scott introdujo un dedo con lubricación en su interior entrando y saliendo un par de veces, luego se sumó otro dedo y más lubricación, así siguió hasta que tres y cuatro dedos hacían su magia en ese lugar. Mientras tanto jev comenzó a moverse suavemente a ritmo acompasado, creando una danza entre su lengua y pene. 

Una vez que scott observo que ya estaba lista para recibirlo, sin dolor, sacó los dedos y lubricándose bien empezó a enterrarse en su interior suavemente. 

– Estas condenadamente apretada, preciosa, e igual de caliente. No creo que resista demasiado amigo. “y gimió fuertemente”.

– ¿Cómo te sientes muñeca? “preguntó jev despegando la boca de ella”. 

– Oh, gloriosamente llena. Oh si, si, si… 

scott le dio tiempo a ajustarse antes de presionar hacia adelante. Ella se echó atrás con un gemido empalándose en él. Estaba desenfrenada más excitada y húmeda de lo que esperaba, dadas las circunstancias. Una capa de sudor cubría a los tres cuerpos que estaban en la cama. 
jev comenzó a moverse. scott la embestía mientras jev se retiraba, todo era sincronizado, hasta el ritmo de sus agitadas respiraciones. Sus oídos silbaban, su corazón no resistiría tanta presión. Estaba tan abrumada que solo podía aferrarse al pecho de jev y su cabeza echada hacia atrás apoyada al hombro de scott. No podía soportar tanta tensión, se quitó la venda de los ojos y al ver la expresión de éxtasis en el rostro de jev se dejó ir. Se convulsiono con fuerza, apretando internamente a ambos hombres y llevándoselos consigo remontando una y otra vez esa ola de placer. 

Sonidos de éxtasis, gritos, gemidos y respiraciones agitadas fue lo único que se escuchó en la habitación durante unos momentos. Latidos erráticos de corazón fue el complemento. 

Los tres se dejaron caer en una maraña de miembros y cuerpos, ellos solo cuidaron de no hacerle daño a ella. La abrazaron fuertemente mientras le susurraban entre besos lo bien que se habían sentido. Luego de un momento ellos se levantaron, fueron al baño y llenaron la bañera con sales y la llevaron en brazos para atenderla y aliviar su cuerpo tanto como pudieran.

una noche involvidableDonde viven las historias. Descúbrelo ahora