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Cuando Jimin llego a su casa dejo salir todo, primero dio pequeños saltitos emocionado recordando el beso de Jungkook, después se tiró en su cama molesto porque minutos después de haberse besado con él, lo había visto besando a Hye. Luego se sintió culpable de nuevo por Hye. Y después volvió a emocionarse.

Si Jungkook antes desafiaba con perturbar su estabilidad emocional, ahora definitivamente lo hacía.

Luego de pensarlo se dio cuenta de que era absurdo que se enojara con Jungkook. Él no sabía de sus sentimientos así que no lo había traicionado ni nada por el estilo, tampoco había jugado con él. Habían hablado de los términos de ese beso hace mucho, una sola vez para el recuerdo. Además, él era completamente consiente que Jungkook tenía novia y estaba enamorado de ella. No había nada por lo que sentirse enfadado o en posición de reclamar a su mejor amigo.

Pensó en que rayos tendría que hacer el lunes cuando llegara al instituto. No quería que las cosas fueran incómodas, pero él sabía que lo serían, se conoce a él mismo y a Jungkook para saber que la vergüenza estará presente entre ellos al verse.

Su amistad siempre había sido bastante íntima, más que lo que se acostumbra a ver entre dos chicos. Sin embargo, tenían sus límites. O al menos eso pensaba él hasta ese día. No era como si besarse fuera una actividad cotidiana entre ambos. También estaba el hecho que Jungkook prácticamente había dicho que podría hacerlo con él. Entendía que Jungkook no estuviera enamorado de él, pero ¿Qué significaba el que lo hubiese visto de esa manera?

Por otra parte, Jimin no podía dejar de pensar en que había visto a Taehyung. Este chico también causaba una mezcla de emociones en él. No de la manera que lo hacía Jungkook, pero si a su propia y peligrosa manera.

La paz mental de Jimin estaba definitivamente perturbada, demasiado para procesar en una sola noche. Como si el universo conspirase para que siguiera siendo perturbada llamaron a la puerta de su habitación. Lo menos que quería en ese momento era hablar con alguno de sus padres. Abrió la puerta y para su sorpresa no eran sus padres, era Jungkook.

—Me encontré con Anne cuando llegue, ella me dejo entrar ¿Se sigue quedando aquí? —Jungkook pasó como si nada al cuarto del rubio y se tiró en su cama.

—Estos días se queda aquí y creo que se quedara bastante tiempo —Jimin trataba de sonar lo más relajado posible, pero lo menos que podía hacer en ese momento con Jungkook en su habitación era relajarse— ¿Tú qué haces aquí? ¿Dónde está Hye? 

—La dejé en su casa y cuando iba camino a mi casa me di cuenta de que había dejado mis llaves. Si tocaba el timbre a esta hora mi papá seguro me mataba. Entonces preferí venir aquí y vivir que ir allá y morir.

—Ah ya, siempre con la cabeza en las nubes Jungkook.

—Tal vez es tu culpa que mi cabeza esté en las nubes.

—Sabes que no me gustan ese tipo de bromas Jung.

Se produjo un silencio incómodo por un momento y Jungkook suspiro.

—También vine por eso —dijo el pelinegro incorporándose sobre la cama— No quiero que se cree un ambiente raro. Además, te conozco y me conoces. Haríamos el ambiente incómodo el lunes por la vergüenza. Así que mejor romper el hielo de una vez y evitarnos la molestia el lunes frente a todos.

—Igual podíamos hablar mañana ¿Sabes? A una hora decente. Son más de las dos de la madrugada Jungkook.

—¿Desde cuándo tan nervioso de que este a estas horas en tu casa Jimin? —Jungkook le regalo una sonrisa pícara.

—¡No estoy nervioso! digo... ¿Por qué estarlo? Te has quedado a dormir miles de veces.

—Si, pero nunca después de besarnos.

Platónico ミ❀ KookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora