Yesterdays

Capítulo 3

El inicio de una linda amistad...

El encuentro ²/⁴

—¿Y es sólo eso? — dijo curioso el pequeño idiota subnormal... Digo... Nuestro querido popcorn. 

— En realidad... No. Ocurrieron más cosas pero considero que no son importantes... — contestó nervioso.
— ¿Qué? ¿No consideras importante los momentos comprometedores que pasaste con Axl?... Homosexual...— Dijo esto último apenas audible pues fingía toser, después carraspeó con una enorme sonrisa al ver el rostro del pelirrojo totalmente ruborizado. 

— ¡Cierra la puta boca maldita anoréxica teñida! — Contestó  Axl eufórico. Izzy decidió interferir en una pelea segura, quitando su gorro y apartando unos mechones rebeldes que querían tapar sus lindos ojos, se cruzó de brazos y dejó su cigarrillo en el cenicero. 

— ¡Oh por Dios! ¡Axl tienes algo en el cabello! — Gritó fingiendo asombro extremo.

 El pelirrojo puso los ojos como platos y se sacudió el cabello como un metalero psicópata. 

— ¿Ya no está? — Dijo tartamudeando. 

El azabache negó con una sonrisa «estúpida diva» pensó.  

— ¡Bueno ya cállense todos! — Dijo un Slash aburrido. Aclaró su garganta y se acomodó en el sofá.

Meses habían pasado desde la formación de la banda. Al principio, las cosas se tornaron un poco tensas pero al muchacho Rose se le ocurrió una brillante excusa para conocer mejor al rulos.

— Bueno chicos, nos vemos mañana. No olviden ensayar esas notas... En especial tú Slash. — dijo Izzy a lo que éste asintió con una media sonrisa y salieron todos del garaje

— ¡Espera Slash! — Gritó el pelirrojo a unos metros atrás del moreno.

— ¿Qué sucede Axl? — Se dio la vuelta atento a lo que le diría.

— Te sonará idiota... Pero... No tengo donde ir. No tengo un hogar, siempre voy de casa en casa... Incluso he dormido en la calle y también...

— Sí, sí, sí, puedes quedarte en mi casa Axl. No era necesario que dijeras todo eso, eres mi amigo y por ellos soy capaz de todo. — Le sonrió y le dio unas palmaditas a su hombro.

— Gracias hermano. — Le dijo y se dieron un corto abrazo. 

Sin duda fue algo extraño pero pongámonos en el lugar de Rose, tanta "soledad" hacen a uno un poco... Raro. Además no le avergonzaba el hecho de que siempre iba de casa en casa y tampoco le dio pena preguntar si tenía espacio para uno más en su hogar. Es Axl Rose chicos, ¿Él? ¿Vergüenza? Nah.

Juntos caminaban al hogar del rulos, mientras en el camino charlaban de todo tipo de temas, estos dos chicos nunca se quedaron cortos de conversación.

— Y... Bueno es aquí. Tendrás que dormir en el sótano. —

— Oh... Genial, puedo acostumbrarme. — contesto deslizando su mano por su brazo.

— Pero una cosa más...

— ¿Qué? — empezaba a ponerse nervioso.